–Me voy a la marcha.

–¿Qué marcha?

–Por los derechos de las personas con piojos.

–Mirá vos. Así que ahora protestan por los piojos, pero cuando había que protestar por el sarampión no había nadie.

–Lo que pasa es que son dos luchas diferentes. Vos hablás por el sarampión ahora, pero el año pasado hubo crisis de sarampión y vos no apareciste porque estabas en cualquiera.

–Sí, juntando firmas contra la rubeola.

–Ah, perfecto, juntás firmas para la rubeola... Pero para el pie plano no te vi juntando firmas.

–¿Y eso qué tiene que ver? Cualquiera sabe que la lucha contra el pie plano está financiada por los despachantes de aduana de championes importados. Nos hacen creer que tenemos pie plano para vendernos championes carísimos, y vos con tu posturita pseudo-rebelde-anti-pie-plano les hacés el juego. Además, ustedes protestan por el pie plano, pero a la marcha para protestar por el pie de atleta, un tema mucho más importante, ni fueron.

–Ja, seguro, haceme reír. ¿A vos no te parece una contradicción enorme marchar justamente en contra del pie de atleta?

–Ah bueno, mirá quién habla de contradicción. Te recuerdo que ustedes el año pasado juntaron firmas en contra del párkinson, y se hacían llamar Movimiento en Contra del Párkinson. Muy sutil la soreteada, ¿eh?

–¿Y vos, que estabas en el grupo que organizó una mateada en contra de la gastritis? Eso es contradictorio, incongruente e ilógico.

–Tan contradictorio, incongruente e ilógico como estar en contra de la pesca indiscriminada y crear para eso una red de asociaciones civiles.

–Te juro que a veces me dan ganas de juntar firmas para que no se pueda juntar más firmas.

–A mí lo que me molesta son las protestas por cosas al pedo.

–Eso. Habría que hacer una protesta en contra de las protestas inconducentes, fuera de foco, impertinentes, esnobistas o anacrónicas.

–Epa, epa, todo eso en una sola protesta es mucho. Tenés que hacer una protesta para cada una de esas protestas.

–No hay nada más lindo y más democrático que decirles a los demás sobre qué cosas tienen que protestar.

–Sí, hay algo más lindo: decirles cómo tienen que protestar.

–¿Cómo es que se les dice a los que protestan por la protesta de otros? Tienen un nombre... ¿Cómo es que se los llama en sociología?

–En sociología no sé, pero en mi barrio son reaccionarios.

–Eso, reaccionarios.

–A mí me gustaría juntar firmas a favor de la democracia.

–A mí me gustaría juntar firmas para que vuelva la dictadura.

–A mí me gustaría meterme en el Ejército y juntar firmas para que el Ejército sea más democrático.

–Pah, eso estaría bueno, que las autoridades del Ejército se elijan democráticamente.

–Claro, una buena dictadura de democracia en el medio de la milicada.

–Si ellos pueden tener su propio partido político y hacer ejercicio de la democracia, que la democracia pueda también ser ejercitada en el Ejército.

–Claro, es que no hay nada mejor que un ejército para poder ejercitar cosas.

–¿Cómo es que se le dice al que quiere que el Ejército tenga más participación en las cosas de la democracia?