Día uno

El Consejo de Defensa Nacional pasa a funcionar en régimen de sesión permanente. Se decide la remoción del ministro de Defensa, Javier García, por no haber evitado el ingreso de las langostas a pesar de que se le dieron todos los recursos para proteger las fronteras. García responsabiliza al presidente Luis Lacalle Pou por no haber dado la orden que autoriza el derribo de las langostas. Se fractura el Partido Nacional. García se lleva a Juan Sartori, a Jorge Saravia, a Graciela Bianchi y a Verónica Alonso. Jorge Larrañaga pide que también se lo lleven a él, pero García lo rechaza. Las langostas se comen cientos de hectáreas de soja en el litoral.

Día dos

El presidente se dirige al país en una conferencia de prensa y anuncia que se va a hacer cargo de la situación. Acto seguido pide perdón porque seguramente no va a poder solucionar todos los problemas. Se quiebra. Las langostas ya se comieron medio Paysandú.

Día tres

Guido Manini Ríos pide que se declaren el estado de excepción y las medidas prontas de seguridad, pero no tiene éxito. Las langostas se comen a un alcalde en Salto. El pueblo quiere venganza y el Parlamento termina apoyando a Manini Ríos. Cabildo Abierto echa a Eduardo Lust y a Guillermo Domenech porque al estar en guerra ya no necesitan civiles. Domenech se muda a la casa de su amigo gay y Lust vuelve al manicomio. Las langostas llegan a Artigas, pero no ven nada que les resulte interesante, así que enfilan hacia el sur.

Día cuatro

La situación es crítica. El secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, cita a una conferencia de prensa. Antes de empezar a hablar se quiebra y ya no puede seguir. Nelson Fernández toma su lugar y se transforma en el nuevo secretario de la Presidencia. El Poder Ejecutivo se muda a Canal 12. Lacalle Pou construye su oficina en el estudio mayor con un par de puertas viejas de El Castillo de la Suerte. Las langostas se comen la planta de UPM en Fray Bentos y la multinacional quiebra, arrastrando a la economía de Finlandia. El país entra en crisis y Rusia lo anexa. Nokia se transforma en una granja de trolls.

Día cinco

El Frente Amplio comienza a cuestionar el liderazgo de Lacalle Pou. Daniel Martínez propone adelantar las elecciones pero a los 15 minutos se olvida. Las langostas arrasan la chacra de José Mujica, quien no opone resistencia por respeto a la madre naturaleza. Él y Lucía Topolansky se instalan en la casa de Tabaré Vázquez. Entre los tres impulsan una reforma del Frente Amplio, cuya primera propuesta es brindar cursos de operador PC a todos los militantes.

Día seis

Las langostas entran en Montevideo y arrasan con todo. Muere el 99,5% de la población. Los pocos montevideanos que quedan vivos se esconden en sótanos y altillos para que los insectos no los vean. Ernesto Talvi sale de su casa y no entiende nada. Sospecha que es todo una maniobra de Julio María Sanguinetti para perjudicarlo. Se vuelve loco y escribe un libro contra el liberalismo económico llamado Perdón, papá Estado. Confesiones de un Chicago boy charrúa.

Día siete

Quedan solamente 150 uruguayos vivos. Un rebrote de coronavirus mata a la mitad. Los 75 sobrevivientes deciden hacer un pacto con el rey de las langostas para salvarse. El m,onarca de los insectos les perdona la vida, pero los encierra en la prisión de la Isla de Flores. Allí, los bravos orientales comienzan un plan para expulsar a las langostas y recuperar el país. Escapan de la cárcel y cruzan a Montevideo. Al ver que las familias de langostas que se instalaron en el país disfrutan de una vida apacible, mandan a sus hijos a la escuela pública y elogian la solidez institucional del país, los últimos uruguayos vuelven a la Isla de Flores. Allí fundan un estado independiente con un gobierno de orientación hippie chic que obliga a todos los ciudadanos a usar pashminas. Se elige a Fernando Cristino, uno de los sobrevivientes, como rey del Imperio Uruguayo. “Rey, patria y Tueco” es el lema que aparece en el escudo nacional.