Los trabajadores del Programa de Atención a Personas en Situación de Calle del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), nucleados en el Sindicato Único de Trabajadores de Instituciones Gremiales y Afines, emitieron un comunicado en el que denuncian “la precarización de las políticas públicas, así como también, luego del cambio de autoridades, denunciamos enfáticamente el desmantelamiento de las políticas sociales”.

El texto responde al fallecimiento de Reynaldo Godoy y Gustavo Castro Marcadal, dos personas en situación de calle que murieron en los últimos días. “Estos lamentables hechos son consecuencia de la negligencia que imparte el Estado al desactivar y precarizar dispositivos sociales que atienden a la población en situación de calle, al tiempo que muestra cifras confusas en los medios de comunicación 'jactándose de haber creado 400 nuevos lugares'”, dice el texto, difundido el jueves.

Los trabajadores aclaran que los cupos fueron creados en el marco de la emergencia sanitaria, “es decir, para personas que están dentro del grupo de población de riesgo por covid-19, no fueron pensados para dar respuesta a la totalidad de personas que están en situación de calle”.

Los trabajadores aseguran que los protocolos establecen “que si una persona no tiene un lugar permanente en ningún centro, para poder ingresar al programa debe concurrir a la puerta de cualquier refugio y solicitar ser agregado a una lista que se elabora por orden de llegada y esperar a las 20.00 a que se confirme o no la disponibilidad de cupos por faltas de otros usuarios. En caso de que en el centro al que concurrió no haya cupos disponibles, el equipo de trabajo se comunica con el dispositivo Puerta de Entrada (que por decisión de las nuevas autoridades pasó a funcionar telefónicamente) para coordinar un posible cupo en otro centro. Este procedimiento el usuario lo repite a diario, hasta lograr la permanencia en algún centro, siempre sujeto a la disponibilidad de cupos”.

Además, aseguran que son las autoridades del Mides las responsables de la precariedad del sistema actual de refugios: “Es inadmisible que sigan desvalorizando el trabajo de los equipos, y generando altos niveles de violencia institucional desde el desprecio en sus declaraciones”.

“Seguimos siendo quienes damos la cara por un ministerio que no responde, o mejor dicho, sólo responde a los medios masivos de comunicación, seguimos siendo las y los trabajadores quienes tenemos que dar la cara a la hora de decirle a una persona que no puede ingresar por falta de cupos”, dicen los trabajadores.

Sobre el final, afirman que ni el Mides, ni los directores ni los jefes del programa “se han tomado el tiempo de escuchar a los equipos de trabajo, quienes venimos acumulando experiencia en esta realidad”.