La actividad académica fue protagonista de dos instancias contra la enfermedad covid-19. A primeras horas de la tarde se presentaron los dos ganadores del desafío que la Agencia Nacional de Investigación e Innovación propuso en marzo para el diseño y el desarrollo de respiradores pulmonares para ser usados en unidades de cuidados intensivos: los ganadores fueron Respirone y Respiradores Neumáticos Modulares de Emergencia, dos proyectos producidos por un conjunto de empresas de bioingeniería.

La actividad no fue académica, pero la enseñanza y la investigación contribuyeron a ese desarrollo. Más tarde, el Ministerio de Salud Pública (MSP) recibió 21.000 protectores faciales hechos con PET, que serán entregados al personal de la salud; fueron diseñados por docentes y estudiantes de la Escuela Universitaria Centro de Diseño de la Universidad de la República (Udelar) junto con docentes del Departamento de Innovación y Diseño de la UTU y el espacio colaborativo La Fábrica, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud, la Facultad de Enfermería de la Udelar y la Asociación Uruguaya de Industrias Plásticas.

Al terminar el segundo evento, en rueda de prensa, el ministro de Salud, Daniel Salinas, dijo que sentía “orgullo por nuestros científicos, por nuestros muchachos estudiantes, que hay que darles el mayor apoyo tanto de este ministerio como para también decirle al señor presidente de la República que seguramente no habrá de olvidarse de estos estudiantes y de estos científicos cuando llegue el momento de las leyes presupuestales”.

Sus palabras no pasaron desapercibidas, y la prensa le preguntó por el recorte de 15% del presupuesto que tuvo el 11 de marzo el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba), que desarrollan desde 1986 el Ministerio de Educación y Cultura y la Udelar para la formación de posgrados. “¿No puede hacer fuerza?”, le preguntó Rosina Mallarini, periodista de TV Ciudad, en relación al presupuesto para los científicos. “¿Y yo qué le dije? Está todo dicho”, le respondió Salinas, que agregó: “Los científicos han dejado lo mejor de ellos en este momento, han demostrado que valen y que hay que apoyarlos; el cuánto, el cuándo y el quién son otros factores”.

En una carta pública difundida el martes, los estudiantes del Pedeciba señalaron que el programa tiene más de 1.000 investigadores y 800 estudiantes en todo el país, y que ya tenía un presupuesto acotado desde el quinquenio anterior. Para graficar la importancia de este programa, los estudiantes contaron que los investigadores que han desarrollado los kits diagnósticos de covid-19, que han hecho la secuenciación genómica del SARS-Cov-2, los que trabajan en el desarrollo de materiales para la toma de muestras biológicas, los que hacen el análisis estadístico de casos y quienes han creado programas para combatir la desinformación, así como los que integran el grupo asesor científico del gobierno, han sido formados por el Pedeciba. Por todo esto, los estudiantes manifestaron su indignación ante el decreto del recorte presupuestal, que había sido aprobado el 11 de marzo pero que formalmente fue comunicado recién ahora al Pedeciba, y que sigue en pie, pese al trabajo honorario que muchos científicos y científicas vienen liderando.

Recortes en la Udelar

El rector de la Udelar, Rodrigo Arim, dijo que piensa tener contacto con el Poder Ejecutivo no sólo por el Pedeciba, dado que “también hay recortes que afectan a la Udelar, directamente al rubro de gastos e inversiones”, y dijo que “hay otras unidades de investigación que están ajustadas”. “Es un decreto previo a esta situación, por tanto tengo esperanza de que se logre revertir. Si se quiere, es contradictorio pensar en el esfuerzo que están haciendo tantos jóvenes científicos en nuestro país, que a veces están afrontando rebajas salariales producto del impuesto al coronavirus –porque afecta a investigadores de la Udelar–, y sobre todo una restricción importante en el acceso a los recursos”, afirmó, y recordó que los docentes trabajan en la elaboración de reactivos para los test diagnósticos, en prototipos que desarrolla la Facultad de Ingeniería y en las mascarillas que se presentaron ayer, así como en la fabricación de hisopos para hacer los diagnósticos, además de encargarse de hacer los análisis diagnósticos propiamente dichos. “Esta restricción nos afecta en nuestra capacidad de respuesta también en esta coyuntura. Esperemos que el diálogo con el Poder Ejecutivo nos permita revertir algunas situaciones que generan, además, heridas de largo plazo”, dijo, y explicó que la comunidad científica responde hoy por la formación que tuvo años atrás, que permitió construir equipos científicos calificados y que hoy está dando soberanía nacional ante una situación a nivel mundial en la que los insumos escasean.