Durante el aislamiento voluntario, sugerido desde el 13 de marzo, día en que se declaró la pandemia de covid-19, el gobierno tomó distintas medidas para evitar aglomeraciones y contagios. Por unos meses se suspendieron las clases, se cerraron bares, cines y teatros, y se postergaron las intervenciones quirúrgicas, los estudios médicos y las consultas presenciales, entre otras medidas; además, muchas empresas optaron por que sus trabajadores cumplieran tareas de forma remota.

Hoy muchas de estas actividades se retomaron, pero con ciertos cambios: el uso del tapabocas es obligatorio, los niños volvieron a las escuelas pero la asistencia es voluntaria, y los bares y restaurantes funcionan a la mitad de su capacidad.

La Facultad de Comunicación de la Universidad de Montevideo (UM) realizó una investigación en Uruguay para el trabajo “Bienestar y tecnología en confinamiento”, del Instituto de Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra. La revista Repórter publicó un artículo que detalla qué fue lo que pasó en Uruguay durante el confinamiento voluntario.

Según lo relevado “los uruguayos utilizaron los dispositivos un promedio de casi nueve horas diarias en total”, pero el dato varía según la edad: los más jóvenes (de 18 a 22 años) pasan unas diez horas frente a una pantalla, mientras que los adultos mayores de 60 años están cinco horas frente a un dispositivo móvil o una computadora. La investigación no encontró diferencias según el sexo. Se constató que las personas de entre 18 y 22 años pasan tres horas y media al día en las redes sociales; dentro de este grupo etario, 6% pasa más de diez horas en las redes, mientras que 2% aseguró no usarlas.

En cuanto al uso del celular, en la franja de entre 18 y 22 años 83% dice que lo usa “mucho o bastante” para entretenerse, mientras que, por ejemplo, en las personas de entre 40 y 49 años el porcentaje es 59%; en promedio, en las demás franjas es de 50%.

En cuanto al uso problemático del celular, 48% dijo que controla poco o nada su uso, y entre los más jóvenes el porcentaje sube a 49%; el estudio dice que esto podría deberse a que son los que más horas le dedican.

En el estudio también se consultó a las personas sobre cómo se sentían respecto del distanciamiento físico. En una escala de 1 al 10, siendo 10 el valor de menos malestar, “los adultos a partir de los 40 años tienen un índice de bienestar más alto, y en los mayores de 60 se acerca casi al valor 8,0. Por el contrario, los más jóvenes están más cerca del valor 6,0 y se encuentran por debajo del promedio”, que fue de 6,94.

Las personas de entre 18 y 22 años fueron las que declararon sentir más ansiedad, depresión y estrés: “En general, 34% de las personas considera que aumentó mucho o bastante, pero en estos jóvenes asciende a 42%”, dice el informe. Si bien en este grupo hombres y mujeres coinciden en la percepción de malestar, los valores son mayores en las mujeres, que “percibieron un mayor aumento del malestar desde el inicio de la pandemia que los hombres”.

El texto especifica que “no es posible determinar que la pandemia y el hecho de quedarse en casa sean las causas del aumento del malestar en las personas que perciben mayores niveles de ansiedad, depresión y estrés, pero sí se puede afirmar que están correlacionados: quienes sienten niveles más altos, también percibieron un mayor malestar desde que comenzó el estado de emergencia”. Como coincide el mayor uso del celular con el aumento de malestar en el grupo de personas más jóvenes, la investigación dice que “pareciera que el uso de la tecnología y el malestar estarían asociados, más allá de que no sea posible detectar causas y efectos [...] Evadirse, entretenerse y chismear son algunos de los tipos de uso en los que las personas que percibieron mayores aumentos del malestar en pandemia utilizan más el celular que el total de la población”. Además, el incremento del malestar desde el inicio de la pandemia también se asocia con la búsqueda de información sobre la covid-19.

Para el estudio se realizó una encuesta a personas mayores de 18 años en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, México, Perú, Uruguay y Venezuela. En Uruguay las preguntas se hicieron online y se obtuvo 865 respuestas, en un período que abarcó del 30 de marzo al 26 de junio, aunque 80% de las respuestas se concentraron en abril. La encuesta sigue abierta y el formulario puede ser llenado en la página web del Instituto Cultura y Sociedad.