En abril se dispararon los contagios en Uruguay y se registraron más de la mitad de las muertes por covid-19, que ya superan las 2.000. Si se analizan los datos diarios de la última semana (sin contar los publicados en la noche de este viernes), en sólo siete días –del 16 al 22 de abril– murieron 434 personas por covid-19 en Uruguay, de las cuales 68 tenían 59 años o menos.

Dentro de ese grupo, dos tenían entre 20 y 29 años, otra entre 30 y 39, 13 entre 40 y 49, y 52 personas entre 50 y 59 años. Entre los mayores de 60, las muertes fueron muchas más. Fallecieron 89 personas de 60 a 69, 124 de 70 a 79, 104 de 80 a 89, y 37 mayores de 90 años.

La Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI) dio a conocer esta semana las edades de las personas que ingresaron a CTI desde marzo de 2020 por covid-19. Esos números reflejan que el mínimo de edad bajó a lo largo de los primeros 12 meses de pandemia, aunque SUMI aclaró que “no cambió la media de edades” sino que “se amplió su rango”, y de ese modo aparecieron pacientes más jóvenes, al igual que el caso de personas de 100 años.

De todos modos, el mínimo de edad registrado en CTI el primer mes de pandemia (que SUMI establece del 19 de marzo de 2020 al 18 de abril de ese año) era de 43 años. Para diciembre, la persona de menor edad en CTI tenía 30, y en enero, el paciente más joven tenía 22. En meses posteriores se sumaron otros pacientes de 20 años.

A su vez, en el hospital Pereira Rossell tres niños ingresaron a CTI por covid-19, entre ellos un bebé, que falleció este viernes. El Ministerio de Salud Pública informó que en ese caso los médicos identificaron “patologías congénitas que explican la causa de muerte diferente a covid-19”. El ministro Daniel Salinas, informó que una comisión especializada va a estudiar el caso.

Desde que comenzó la pandemia, fue aumentando el número de niños con esa enfermedad, pero los casos graves fueron excepcionales, dijo días atrás el director del hospital pediátrico, Álvaro Galiana, en conferencia de prensa.

Acerca de la incidencia de la variante P1 del virus en esa población, Galiana dijo que el aumento de casos “en principio no tiene que ver con el cambio de variante”, sino “con mayor circulación viral en la población y mayor posibilidad de que los niños pequeños se infecten”.