La trama de Star Wars: Battlefront 2, con sus cajas de botín, sus microtransacciones, las múltiples acusaciones de ser pay-to-win (pagar para ganar) e incentivar a las apuestas, está llegando a sus primeras conclusiones lógicas: tras su lanzamiento, ha vendido menos de 900.000 copias en Estados Unidos. A primera vista no parece una mala cifra, pero para una superproducción millonaria, que tiene su epicentro de ventas en Estados Unidos y en la que se encuentran involucrados Disney, Lucasfilm y Electronic Arts, esto es un fracaso rotundo.

Todo se agrava si se tiene en cuenta que su antecesor (Star Wars: Battlefront 1) a esta altura ya había vendido 4,4 millones de copias. Las esperanzas para este título aún se mantienen; a pesar de la polémica que lo envuelve, se espera que las ventas repunten en la última mitad de diciembre, producto del estreno de Star Wars: Los últimos Jedi y la llegada de las fiestas.