Masterchef es un éxito tal vez no imprevisible –el formato del programa ha sido popular en todo el mundo– pero superior a las mayores expectativas y tan generalizado que su novena emisión consiguió ganarle en el rating al debut del otrora invencible Marcelo Tinelli. Un reality por eliminación en el que varios cocineros amateur –seleccionados entre 3.000 aspirantes– son evaluados en sus trabajos culinarios a contrarreloj por un jurado formado por Laurent Lainé, Lucía Soria y Sergio Puglia, bajo la conducción de Diego González.
Bastante más lapidario y despiadado en opiniones y juicios que lo habitual en los realities locales, el programa ha calzado como un guante con la obsesión gastronómica del Uruguay actual, y con cierto gusto por las competencias duras y estrictas. El programa ofrece, además de un buen premio monetario, la posibilidad para el ganador de hacer cursos especializados y una breve pasantía en un famoso restaurante de Gerona (España), y la dinámica de distintas pruebas y exigencias para cocinar sin duda tiene su gancho, si se pueden soportar las extensísimas tandas publicitarias con las que se intenta explotar al máximo el fenómeno del programa, que ya confirmó una nueva temporada para el próximo año. Sale los lunes a las 21.00 en Canal 10.