Son siete, la mayoría son profesores y casi todos escriben. Hace un año decidieron editar sus propios libros para evitar intermediarios. Y además, porque así resulta más divertido. Le pusieron Factor 30 a su editorial porque en uno de los libros que editaron se bromea con la forma de evitar la quemazón.

Para apoyar la salida de sus producciones, suben a Yotube delirantes episodios de una serie que llaman Emperdedores. Hasta ahora no habían aparecido todos los involucrados juntos, pero la semana pasada se presentaron en sociedad en la librería Escaramuza.

El primer libro lo editaron en julio del año pasado y el 24 de este mes aparecerá el quinto, Brotes nómades, de Laura Mercedes Oyhantcabal (se presentará en la pizzería La Vidalita, en Pablo de María y Guaná). Los otros integrantes del colectivo son Mariano González, Andrés Olveira, Pablo Scavone, Fernando Espantoso (nombre de guerra: James Pistach), Pablo Guerra e Ignacio Estevanez.

A Diario de un pasajero, de Pistach, hay que leerlo al revés: es, como aclara el subtítulo, una versión Japón. En la contratapa (bueno, la tapa), aparecen comentarios de la novela, por así llamar a este viaje atravesado por relatos disímiles, firmados con las iniciales del resto del grupo. El autor de Ferrocarriles franceses es Olveira, pero también juegan varios como ilustradores de sus poesías mínimas, juguetonas, casi aforísticas, que recuerdan a las greguerías de Ramón Gómez de la Serna. Vara 3154, de Mariano González, también es poesía, o prosa poética, o poesía prosaica, que juega con la idea de la randomancia.

La voluntad de la niebla, de Pablo Scavone, tiene como uno de sus nudos el rapto de una de las bandas emblema del rock posdictadura. Además, un prologuista de lujo: Gustavo Espinosa, que dice, entre otra cosas: “Mientras toman cerveza caliente, apretados por el verano en las ruinas de un taller mecánico, un grupo de muchachos escucha cassettes de Los Estómagos o viejos discos de Spinetta e intenta replicar un sueño que habían soñado otros y cuyo final ya había sido anunciado mucho tiempo atrás. Scavone cuenta este fracaso en una prosa arremolinada y extrema donde parece reverberar el timbre de Onetti distorsionado por un pedal de overdrive”.

Los precios, creen los de Factor 30, deben ser accesibles: cada libro se vende a $ 250, y el juego de cuatro sale $ 750.