Convertido ya en otra de las tradiciones cinematográficas de Montevideo, y ahora expandido a Punta del Este, el Festival de Cine Judío se viene llevando adelante desde ayer, y hasta el 6 de agosto, en las salas de Life Cinemas Alfabeta y en las de Life Cinemas Punta Shopping. En esta edición, la número 12, el festival consiste en diez películas de diversos géneros y procedencias, que tienen como elemento en común tratar varios aspectos de la identidad judía o estar ambientadas en esa cultura.

Al nacer el día, de Goran Paskaljevic, cuenta la historia de un anciano profesor de música que, tras retirarse, se entera de que en el sitio donde se levantaba un campo de concentración se descubrió la partitura inconclusa de una pieza musical, y decide completar él mismo esa obra interrumpida por el genocidio.

Jalá, de Jonathan Goldschmidt, trae a Jonathan Pryce en el rol de un cocinero especializado en comida kosher que necesita un aprendiz y decide contratar a un joven musulmán, tras lo cual las ventas se disparan en forma inexplicable, lo que da pie a una comedia sobre el entendimiento y la tolerancia.

Operación Girasol, de Mitzva Hamaniya, cuenta las operaciones israelíes en los años 60 en busca de conseguir un arsenal atómico propio.

Septiembre en Shiraz, de Wayne Blair, trae a una pareja de estrellas de Hollywood –Adrien Brody y Salma Hayek– para contar la historia de una familia judía durante la revolución iraní, y los problemas a los que se enfrentaron con la subida al poder del régimen de los ayatolás.

Secretos de guerra, de Dennis Bots, se sitúa en la Francia ocupada por los alemanes de 1943, y gira alrededor de dos amigos preadolescentes que intentan mantener su amistad, mientras la familia de uno se une a la resistencia y la otra colabora con los ocupantes.

Vitch, de Sigal Bujtman, es un documental sobre Ignace Lekovitch, un actor y dibujante judío polaco que actuó en la Francia ocupada y en la misma Alemania durante el nazismo, sin ser detenido por su origen. La película acompaña a los parientes sobrevivientes de Lekovitch, en la búsqueda del secreto de cómo consiguió salvarse sin ser detectado.

El molino de Habermann, de Juraj Herz, sigue a tres generaciones de alemanes instalados en la zona de los Sudetes, al norte de la República Checa, el territorio que fue uno de los primeros objetivos expansivos de Hitler antes de la Segunda Guerra Mundial.

Una semana y un día, de Asaph Polonsky, es un film ganador de múltiples galardones en festivales del mundo entero, y trata de un hombre que, tras la muerte de su hijo, y al terminar una semana de luto por él, decide irse de viaje con un vecino, en una historia que ha sido descripta como una sensible combinación de drama y comedia.

La llave perdida, de Ricardo Adler, es un estudio sobre la sexualidad y la cábala, mediante la figura del rabino Manis Friedman, un reconocido autor, consejero matrimonial y conferencista, quien aporta su enfoque, aunque simultáneamente el film recoge también la experiencia de reconocidos sexólogos, tanto occidentales como orientales, introduciendo de este modo un moderno concepto sobre el sexo y su significación en la vida de la pareja judía.

Por último, El padre, el hijo y el salvador perdido, de Guy Nattiv y Erez Tadmor, es una curiosa road movie que reúne a un anciano que viaja a Grecia para rastrear al hombre que hace 70 años le salvó la vida, y a su hijo, un rapero judío ortodoxo que casualmente parte en la misma dirección, restableciéndose el deteriorado vínculo entre ambos.

Los horarios, salas y detalles de la programación pueden encontrarse en lifecinemas.com.uy.