Si Bolaño es todavía, o pudo haber sido, el último aglutinante de la narrativa latinoamericana, Borges es lo más cercano a un centro rioplatense de la literatura universal. Es una buena noticia, entonces, que a 30 años de su muerte (en realidad, 31) la Real Academia Española (RAE) le haya dedicado una de sus ediciones conmemorativas, como pasó con García Márquez y Vargas Llosa (que, después de todo, se llevaron un Nobel), y con El Quijote.

Las ediciones conmemorativas de la RAE son cuidadas (tapa dura, formato pequeño, cerca de 700 páginas), didácticas (las acompañan estudios de nivel y accesibles), económicas (esta sale 590 pesos) y Borges esencial no es la excepción. Además de textos a cargo de especialistas (Noé Jitrik, Teodosio Fernández, Nora Catelli, Alberto Giordano, Jorge Panessi, entre muchos otros), contiene una acertadísima selección de la obra del argentino: los cuentos de Ficciones (1944) y El Aleph (1949) más ensayos de diversas épocas y un muestrario de su poesía. Como entrada a Borges, como fetiche, como regalo: inmejorable.