El fenómeno de los booktubers ha tenido un gran desarrollo en otros países, donde conforman comunidades lectoras de gran dinamismo. Se trata de jóvenes que leen y recomiendan libros mediante reseñas que filman y suben a Youtube; youtubers de la literatura, podría decirse. Pese a que en otros lugares es una tendencia extendida y en crecimiento, en Uruguay aún es un movimiento incipiente, que busca afianzarse. Teniendo en cuenta el potencial de esta actividad como eventual incentivo de la lectura, quienes trabajan en el Plan Nacional de Lectura (PNL), en el ámbito del Ministerio de Educación y Cultura, intentan impulsar y fortalecer la comunidad de booktubers local.

La escritora y docente Evelyn Aixalà, gestora en animación lectora del PNL, dijo a la diaria que en 2016 el PNL tomó la iniciativa de impulsar un proyecto tendiente al fortalecimiento de la comunidad booktuber y, como consecuencia de ello, afianzar una comunidad lectora juvenil; “en Uruguay son seis chiquilines”, comentó. En principio, el año pasado, junto con la organización privada Pértiga, se ofrecieron cuatro talleres –dos para docentes y dos para jóvenes–, con la intención de brindar formación sobre las nuevas formas de comunicación. “En esa oportunidad nos dimos cuenta de que ellos no necesitaban formación, sino más bien impulso para juntarse, para compartir los intereses que tienen en común”, explicó Aixalà. Por eso, para este año se propusieron atender a los lectores de esta franja etaria y, en particular, a los booktubers como herramienta para fortalecer la comunidad de lectores jóvenes en Uruguay. En mayo se hizo particular énfasis en esta actividad en la 16ª Feria del Libro Infantil y Juvenil, que organiza la Cámara Uruguaya del Libro; en ese ámbito se dio lugar a encuentros, charlas e intercambios diversos. Esta es la segunda actividad del año en torno a este tema, y tienen planeadas dos más.

La actividad del sábado en el Museo Zorrilla es un encuentro que se convoca bajo el nombre “Booktubers fuera de cámara”. A los seis booktubers locales –Lula López, Romina Betancor, Jessica Peón, Lucía Zubillaga, Sarah Caurant y Jimy, The Young Reader– se sumarán los escritores Sebastián Pedrozo y Marcos Vázquez, autores de libros de literatura juvenil, y se espera convocar a unos cuantos jóvenes interesados en el asunto. Será un conversatorio, en el que todos los participantes podrán discutir y plantear sus inquietudes. "La idea es que pongan en tela de juicio por qué no están fortalecidos como grupo, que identifiquen problemas y consigan establecer vínculos más sólidos, dijo Aixalà, quien agregó que la propuesta tendrá “una dinámica informal que facilite la participación y el diálogo”.

Aixalà comentó que estos jóvenes lectores a veces sienten que no son una prioridad para las editoriales, que no se les da corte como lectores y que, a pesar de que la literatura infantil es un sector pujante, no hay una política editorial que los contemple. En ese sentido, la convocatoria a Pedrozo y Vázquez es un acierto, ya que son autores que cuentan con obra juvenil (Imaginarius, La leyenda del Laridia, Emma y Te ama, León, de Vázquez; Nocturama y La novia del incendiario, de Pedrozo) y que seguramente establezcan un diálogo estimulante. Comentó que suelen recomendar libros extranjeros –a veces incluso por desconocimiento de la existencia de libros de autor nacional para público juvenil–, en general son seguidores de sagas y se inclinan mayormente por la literatura fantástica y, en menor medida, por la policial.

Se trata de jóvenes de entre 15 y 20 años, en promedio, la mayoría de ellos con un hábito lector muy afianzado, aunque, señaló Aixalà, en algunos casos se nota también que “detrás de ese interés está el trabajo de algún docente que empuja”. En atención a esa particularidad, y a la importancia de los docentes como mediadores de lectura y canales de acercamiento a la literatura, el jueves en el Centro Cultural de España se llevó a cabo una actividad paralela a la de hoy, de carácter cerrado y dirigida a docentes, con el objetivo de llegar a más niños, e incluso de bajar la edad a niños de entre diez y 13 o 14 años. En este sentido, Aixalà se manifestó optimista: “En la feria nos llamó la atención la respuesta. Instalamos una cámara en la que el que quisiera podía grabar una reseña y se llevaba un libro de regalo; hubo 120. Está claro que el regalo era un incentivo –no deja de ser positivo, por otra parte, que la posibilidad de ganarse un libro resulte un llamador interesante– y que hay una fascinación por ver su imagen filmada y que se difunda en las redes. Sin embargo, más allá de eso, la respuesta superó nuestras expectativas, y es importante que de esa manera lleguen a la lectura”.

“Booktubers fuera de cámara”. Hablan los booktubers y los escritores Sebastián Pedrozo y Marcos Vázquez. Hoy a las 18.00. Museo Zorrilla (Juan Zorrilla de San Martín 96).