“Me imaginé el Cosquín Rock Uruguay como el Cosquín Rock de invierno”, asegura José Palazzo, organizador y creador del festival Cosquín Rock, y aventura: “Creo que los argentinos van a viajar a Uruguay para cortar con la ansiedad a febrero”. Con 18 ediciones, el festival se convirtió en uno de los más importantes del rock argentino y desde el año pasado se encuentra en un proceso de expansión por toda Latinoamericana, con ediciones en Bolivia, Chile, Colombia, México, Perú y, desde ahora, nuestro país.

“Me pareció bien empezar despacito, con dos días, con menos bandas y en un lugar más contenido, aunque no descarto que el Cosquín de Uruguay sea un emprendimiento grande”, comenta José Palazzo. La primera edición del Cosquín Rock se desarrollará en el Centro de Espectáculos Landia este fin de semana. Actuarán más de 30 bandas, nacionales e internacionales, en dos escenarios.

“Creemos que esta compañía, que estamos creando con socios locales y con producción local, va a tener una gran proyección en el tiempo”, continúa el productor argentino, que también trabaja con recitales de Charly García. Palazzo apuesta a que la edición uruguaya del festival crezca año a año, al igual que sucedió con el Cosquín Rock original. “Cuando fui a Landia me imaginé para el 2020 que las canchitas de fútbol de enfrente tengan dos carpas de circo y que haya un escenario en la playa. Lo mejor es empezar con algo chiquito e ir creciendo de a poco, y que el día de mañana el festival sea algo mucho más grande”, comenta.

Un festival con historia

“La plaza Próspero Molina, uno de los bastiones del folclore, va a ser tomada de manera pacífica por el rock n’ roll”, comentaba José Palazzo en 2001, días antes de la primera edición del Cosquín Rock. Con esta frase se refería al escenario Atahualpa Yupanqui, donde se celebra el Festival Nacional de Folklore de Cosquín desde 1961. Palazzo recuerda esa primera experiencia: “Fue muy especial porque no me imaginé que iba a haber una segunda edición”. Ese año tocaron Bersuit Vergarabat, Divididos, Las Pelotas y Los Piojos, cuatro de las bandas más convocantes del rock argentino de principios del milenio. Sin embargo, “era todo artesanal”, dice el productor. “Había 1.500 entradas vendidas y en la puerta vendimos 5.000 más porque llegaban de a 15 mochileros. Varios amigos se juntaron y se fueron enterando por el boca a boca. Así fueron generando un fenómeno muy grande”.

“El festival nos generó una repercusión muy grande, porque al principio la gente del folclore rechazó los recitales en la plaza, pero al convertirse en un fenómeno popular y pagano, muy parecido a folclore, el pueblo lo terminó aceptando”, asegura Palazzo. La siguiente edición, la de 2002, es recordada por Palazzo como “la más conflictiva”. Un día antes de su inicio las entradas estaban agotadas y quedaron 30.000 personas afuera. “Al final logré que no se suspendiera a cambio de poner pantallas gigantes en las plazas para que todos pudieran ver. Es que la gente ya estaba instalada y no la podías sacar”, recuerda.

El Cosquín Rock celebró cuatro ediciones en la Próspero Molina, hasta 2004 (donde asistieron 80.000 personas), y en esos años tocaron artistas insignia del rock argentino, como Callejeros, Catupecu Machu, Charly García, Babasónicos, Fito Páez, Pappo y Luis Alberto Spinetta. Pero algo de lo artesanal no terminaba de cerrar. “Emoción y precariedad”, resumía Gustavo Cordera tras una de las presentaciones de Bersuit Vergarabat en la plaza. “Ese escenario está maldito o algo así, lo lamento por el organizador porque lo putearon todo”, contaba Charly García en 2004 tras un recital fallido a causa de problemas de sonido (aunque los encargados acusaron a García y sus sonidistas, que habrían llegado borrachos al lugar). En esas primeras ediciones se utilizaban equipos y luces antiguos porque, a causa de la crisis de 2001, las empresas del ramo no podían renovarlos.

En 2005 el festival se mudó a la comuna de San Roque (en Córdoba), un pequeño poblado rodeado de pequeñas sierras y cercano al lago, con una temática inspirada en el festival de Glastonbury. Ese año también se generó polémica en torno al nombre del festival. “Nos echaron del Cosquín y nos traicionaron, entonces salimos a buscar un nuevo predio. Yo había registrado la marca Cosquín pero se la dieron a otros, que nos hicieron el mismo fin de semana otro festival, llamado igual. Al final gané el juicio por la marca”, recuerda Palazzo al referirse al Festival Siempre Rock Cosquín, que sólo tuvo una edición.

Hasta 2010, y durante seis ediciones, el festival se celebró en San Roque y allí se hizo foco en apuntar a nuevos géneros y a llevar artistas internacionales, como Café Tacvba, Die Toten Hosen, Deep Purple, El Cuarteto de Nos, Emir Kusturica, La Vela Puerca, Manu Chao, Misfits, Molotov, Ratos de Porão y Sepultura. También se crearon diferentes escenarios temáticos, dedicados a géneros como el heavy metal, el punk y el reggae.

A partir de 2011 el Cosquín Rock pasó a celebrarse en Santa María de Punilla. Durante los dos días se presentan más de 100 bandas en seis escenarios. “Este año incorporamos pop y mucha música moderna que había sido proscrita del Cosquín Rock”, comenta Palazzo. “Creo que la variedad es una de las claves del festival, porque han llegado a tocar Miranda! y Rata Blanca en el mismo escenario. Me parece que la gran ventaja del público del Cosquín es que es muy respetuoso, se bancan todo”.

Además de a la expansión por Latinoamérica, se apunta a que el Cosquín sea más que música. “En Argentina, el Cosquín se ha convertido en un festival familiar. Queremos que en Uruguay se entienda que el festival es mucho más abarcativo que el rock; hoy en día es una experiencia mucho más allá de la música”, asegura el productor.

La grilla de Landia

» Hoy se destaca la visita de los brasileños Os Paralamas do Sucesso. El trío formado en 1977 es considerado un miembro del “cuarteto sagrado del rock brasileño”, junto con Barão Vermelho, Titãs y Legião Urbana. Gracias a la mezcla de reggae, new wave, post-punk y música brasileña, el grupo grabó discos fundamentales del país vecino, como O Passo do Lui (1984), Selvagem? (1986) y Big Bang (1989). También grabaron los éxitos “Alagados”, “Óculos”, “Lanterna dos afogados”, “Meu erro” y “Melô do Marinheiro”. Ahora vuelven para presentar canciones de su nuevo álbum, Sinais do Sim (2017).

Otra banda a tener en cuenta es Las Pelotas, cuya presencia es un clásico en la edición argentina del festival. Surgido en 1988 tras la disolución de Sumo, el grupo se convirtió en uno de los más convocantes y reconocidas de Argentina. Su octavo álbum, Esperando el milagro (2003), fue elegido por la revista Rolling Stone como uno de los mejores discos argentinos de la historia.

En cuanto a las propuestas locales, se destaca la actuación de Alberto Mandrake Wolf, quien se presentará junto con Nacho Iturria, guitarrista de su nuevo grupo, Los Druidas, con quienes ganó los premios Graffiti a banda del año y disco del año. También resalta la actuación de Buitres, que actualmente está grabando un nuevo disco, y que viene de una etapa retrospectiva basada en la publicación del libro Buitres: biografía oficial (escrito por Daniel Figares) y del documental No es un día más.

Hoy también actuarán Boomerang, Delirium Tremens, Dinamita & La Swing Factory, Dos Dalton, Dostrescinco (ganadores del Graffiti a mejor disco de hip hop por Recordis), El Bordo, Once Tiros, Julieta Rada, La 25, La Tabaré, La Triple Nelson y Spuntone & Mendaro.

Además, Sangreviva, La Rikardo Gómez Pedroso y Vitrola Sur, tres de las bandas ganadoras del concurso Pre-Cosquín (realizado en los 19 departamentos), tendrán su espacio en el festival. Por último, también se podrán ver las presentaciones de El Gran Gustaf, Deporbol, Kompania Romanelli y del argentino Hernán Casciari.

» Mañana es el día de los españoles Ska-P, autores de hits como “Cannabis”, “El vals del obrero”, “Mis colegas”, “Niño soldado” y “Sexo y religión”. En esta ocasión, regresan a Montevideo para presentar su octavo disco, Game Over, que se editó ayer.

En el plano local merece especial atención la propuesta de Alfonsina, que viene de ganar el premio Graffiti a solista femenina del año, mejor álbum de pop (por su excelente trabajo, Pactos) y artista del año (votación del público). También resalta la actuación de Tabaré Cardozo, que se presentará junto con Agarrate Catalina. El año pasado el músico lanzó el álbum doble Librepensador/Ley de Newton, en el que fusiona a la murga con candombe, chacarera, blues, foxtrot, tango y rock.

Ese día también actuarán Abuela Coca, Crápulas, Cuatro Pesos de Propina, De la Gran Piñata, El Club de Tobi, Francisco el Hombre, La Chancha, Las Pastillas del Abuelo, La Teja Pride, Milongas Extremas, Miss Bolivia y Trotsky Vengarán. Además se presentarán las otras tres bandas ganadoras del Pre-Cosquín: Aborigen, Etcétera y Origen Alternativo, y se podrá asistir a las presentaciones de Christian Font y, nuevamente, de la Kompania Romanelli.