Última conexión (Lady J Ediciones, $ 150) es un libro pequeño, de factura casi artesanal, pero cumple más de lo que promete su tamaño. Camilo Baráibar (Montevideo, 1985), su autor, se hizo muy conocido cuando a los 20 años publicó Médanos, una novela que sigue siendo un punto alto de la literatura juvenil local. En este nuevo libro incursiona en la microficción, pero no sólo se trata de relatos breves (o brevísimos), sino de una serie de textos que giran en torno a la comunicación por chat. La primera sección, “Palabras que me hacen arrobar a vos”, son una serie de aforismos diagramados en forma de conversación de Whasapp. La segunda, “Última conexión”, está formada por microcuentos. La última, “Me hace vibrar”, son observaciones acerca de la comunicación mediante smartphones. Más allá de las particularidades de cada tramo, lo que une a todo el libro es la reflexión sobre las relaciones afectivas en época de redes sociales. Hay hallazgos (“mi última nokia”, un microrrelato sobre versificación en chats), pero sobre todo hay una circulación pareja entre la observación y la tristeza moderada.

El libro se presenta hoy a las 20.00 en la Comisión de Fomento de Shangrilá (calles Venezuela y San Francisco). Tocarán el trío El Gentil y Rodrigo Magnone, habrá pinturas de artistas locales y lecturas del autor con Miguel Bardesio.