Tercero y último –por este año– de los Festivales por la Convivencia, organizados por la Intendencia de Montevideo, hoy y mañana vuelve el Montevideo Rock a la Rural del Prado, luego del éxito de la edición 2017, que intentó emular aquel primer festival de 1986 en el mismo lugar. Tres escenarios (Montevideo, Sponsor y Hip Hop), dos fechas, casi 40 artistas –nacionales e internacionales– para todo tipo de paladares auditivos.

Una de las bandas internacionales que se destacará en esta edición del festival capitalino será la brasileña Titãs –toca mañana–, que lleva casi 40 años en el ruedo. De la formación inicial del grupo quedan tres integrantes: Branco Mello (voz y bajo), Tony Belotto (guitarra y voz) y Sérgio Britto (teclado y voz), a los que se le suman Mario Fabre (batería) y Beto Lee (guitarra y coros).

Britto dice que con seguridad mucho cambió en todos estos años, porque, obviamente, cuando armaron la banda eran veinteañeros y hoy bordean los 60; no obstante, cree que el espíritu de la banda, “de querer reinventarse siempre, de buscar nuevos caminos, nuevas soluciones, cosas que nos pinchen y nos estimulen para crear, sigue igual”. “Para dar una idea: al comienzo de la carrera teníamos la costumbre de turnarnos en los instrumentos, y seguimos haciéndolo. Yo toco el bajo, la guitarra y el piano; Branco canta y Tony también canta algunas canciones. Esa inquietud, que está en el ADN de la banda, sigue igual”, agrega el bajista (y guitarrista y pianista y etcétera).

Como Titãs tiene una quincena de discos, podría hacer tres toques con temas distintos, pero la banda irá directo al grano y se despachará con todos sus grandes éxitos, desde el resplandeciente ska “Sonífera Ilha”, pasando por el aguerrido punk “Polícia” (“¿quién necesita a la Policía?”), el punk seudofunk “Bichos escrotos” y hasta “Epitáfio”.

Pero tal vez tampoco falten algunos temas de su más reciente disco, Doze flores amarelas (2018), una ópera rock en tres actos que tiene como eje la violación de tres mujeres y la forma en que esa violencia regresa sobre ellas, como si fueran las culpables de lo que les pasó. Britto cree que el problema de la violencia contra las mujeres no es sólo de Brasil, sino del mundo entero y que incluso “en países más desarrollados es una cuestión ya vieja”. “Es una visión machista que se tiene de la mujer. Esa visión de que la mujer es un objeto del que se puede disponer, que está por detrás de todas estas cuestiones, todavía está muy arraigada en la sociedad como un todo, y es sobre eso que estamos llamando la atención”, explica.

Aunque muchas veces son humorísticas y de apariencia simple, las letras de las canciones de Titãs siempre son críticas y han manifestado explícitamente el rechazo a instituciones como la policía, la iglesia o hasta la familia. En el último disco las letras hablan de cuestiones como las redes sociales, las “drogas Disney” y el entretenimiento alienante; por lo tanto, no queda otra que preguntarle a Britto cómo ve la situación de Brasil para los próximos años, con el triunfo de Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales: “Lo que yo espero, y lo que todos nosotros esperamos, es que durante los próximos años podamos tener garantizada la libertad de expresión, el respeto a los derechos humanos y otras cosas básicas para que cualquier democracia sobreviva. Creo y hago votos para que, de hecho, ocurra eso. No creo en esa visión caricaturesca de que la sociedad brasileña está dividida entre radicales de izquierda y radicales de derecha e indecisos. No creo que sea bueno eso. Creo que todos aquí, o la gran mayoría, por lo menos, preferirían vivir en un régimen democrático, en el que los derechos individuales sean respetados. Creo que las instituciones democráticas en Brasil son suficientemente fuertes como para que eso esté garantizado”, responde.

Siempre cantando

Alberto Mandrake Wolf es uno de los tantos que recuerdan la presentación de Sumo en el primer Montevideo Rock, de 1986. Él fue especialmente a ver a los liderados por Luca Prodan. Hoy Mandrake pisará la Rural del Prado para abrir el evento con su novel grupo, Los Druidas. “Como una banda nueva, nos viene bárbaro y nos pone muy contentos que nos hayan convocado. Estamos con una gran expectativa. Si bien abrimos, a las 17.20, y vamos a tocar con la gente tomando mate, no pasa nada, porque vamos a tocar bien fuerte, con dos amplificadores cada uno”, cuenta Mandrake.

Adelanta que la artillería sonora de cada músico contará con amplificadores Fender Hot Rod DeVille, que son grandes “como una heladera” y “van a roncar bastante”. Con esas mismas poderosas armas fue que grabaron su –hasta ahora– único álbum.

En 2017, Mandrake y Los Druidas editaron su homónimo disco debut que los llevó a arrasar en los premios Graffiti, como álbum del año, banda del año y mejor álbum de rock y blues. Aunque Mandrake acota que si bien las canciones entran en el boogie, el blues y el rock, para él son otra cosa, “música de 2018 hecha por un tipo de 56 años con otros de 30 y pico”, refiriéndose a sus compañeros, Ignacio Iturria, Ignacio Echeverría y Federico Anastasiadis.

Aunque sean de ahora, hay canciones del disco que suenan a rock bien clásico, como “Si no me hubieses conocido, nena”, que es muy parecida a “La Grange”, de ZZ Top; sin embargo, Mandrake dice que “los boogies son todos medio parecidos” y que de la banda barbuda sólo tiene dos discos. La inspiración musical para esa canción surgió de “Shake Your Hips”, de Slim Harpo, que le parece “increíble” y la conoció gracias a la versión que los Stones grabaron para el inconmensurable Exile on Main St (1972).

En cuanto a los premios, Mandrake cuenta que los tomaron con mesura pero también con mucha alegría, ya que son una caricia para canciones nuevas de una banda nueva, por más que él toca desde hace más de 30 años. Y no son sólo palabras, ya que con los Druidas no interpreta ningún tema de Los Terapeutas. En la presentación de hoy en el Montevideo Rock, Mandrake y Los Druidas tocarán canciones de su flamante disco y varios más que quedaron afuera –porque a Wolf no le gustan los álbumes con más de 12 temas; de hecho, el suyo tiene 11–. Además, el músico comenta que anda componiendo y ya tiene algunos temas nuevos, pero va a ver si a sus compañeros le gustan. “Ellos quieren grabar un disco nuevo y yo también”, confiesa el músico.

En el escenario Montevideo, que abrirán Los Druidas, le seguirán ReyToro y la argentina Los Espíritus, dos bandas que a Mandrake le gustan mucho, y por eso se quedará a verlos. También hará lo propio con Buenos Muchachos, mañana, pero no con Fito Páez, al que ya vio y nunca le llamó la atención, pero lo respeta “pila”, dice. “A El Cuarteto de Nos los vi 20.000 veces, los quiero mucho, pero no sé si llego hasta el final del show”, agrega.

Además, hoy en el escenario de hip hop habrá artistas como Arquero, AFC y Dostrescinco. “El hip hop no lo entiendo, no sigo mucho esa movida. La seguí con los yanquis, con Tupac y ese tipo de cosas, hasta ahí llegué, pero después el hip hop latino nunca me llamó mucho la atención, me parece medio raro”, finaliza Mandrake.

Mala Rodríguez (2014)

Mala Rodríguez (2014)

Foto: Rai Fernandes

La Mala

María Rodríguez Garrido es el nombre que aparece en su documento de identidad, pero se la conoce como Mala Rodríguez. Nació en Jerez de la Frontera, en la provincia de Cádiz, y se crio en Sevilla. Dado su origen andaluz, no resultó raro que mezclara el hip hop con el flamenco, que la convirtieron en una de las raperas hispanoparlantes más destacadas.

Por eso tampoco resulta raro que su última canción –que rompe con un lustro de silencio–, publicada hace cuatro meses (con video incluido en Youtube) se llame “Gitanas”. “¿Dónde están mis gitanas? / Solo ellas saben lo que se cuece aquí. / Otro fin de semana. / Dime ¿quién quiere alguien que le trate así? / Duermo sola en mi cama. / Mucho que pensar, poco que decir / Otra vez, otra vez. / ¿Quién me protege? /¡Yo, de frente!”, canta La Mala en el estribillo.

“Las gitanas son las primeras mujeres que he visto saliendo a la calle a trabajar. Para mí son las primeras feministas, las que trabajaban fuera y dentro de casa, las que criaban a los niños de una manera natural. Para mí son un motivo de orgullo, y siendo española, andaluza, pues la connotación es mayor, porque son parte de mi cultura”, cuenta La Mala.

Agrega que compuso la canción como un homenaje y además la llevó a hablar de la lucha de las mujeres, por todo lo que tienen que soportar y aguantar. “No es más que una llamada a otras mujeres a que levanten la cabeza y que sientan que no están solas, porque eso es lo que todas hemos necesitado en algún momento. Yo he sentido la necesidad de decir dónde están mis gitanas, todas esas mujeres, porque cuando estás con otras mujeres sientes que hay una energía superpositiva”, dice la rapera.

Si bien en el Montevideo Rock hay un escenario específico para el hip hop, la Mala Rodríguez se presentará hoy en el Escenario Montevideo, que es el más específicamente rockero. La española cantará luego de Los Espíritus y antes de Ciro y Los Persas y El Cuarteto de Nos. La cantante cree que por mucho tiempo el rock fue “muy protagonista” en la escena musical general, y por eso parecía que era el único género y no había nada más, “pero siempre ha habido pop-rock y ahora hay pop-rap”. Para la rapera lo importante no son los géneros sino los artistas.

Hoy y mañana la actividad comienza a las 17.00. Las entradas valen $ 500 por día y se consiguen por Red UTS y en la boletería de la Rural del Prado. Acceso por la Avenida Buschental.