La fundación Pérez Scremini trabaja por la cura del cáncer infantil y desde 2012 está a cargo del Servicio Hemato Oncológico Pediátrico del Hospital Pereira Rossell (fue conformada básicamente por personal de la fundación Peluffo Giguens –que se encargó de ese servicio hasta ese año– y tiene como director general del servicio médico a Luis Alberto Ney Castillo). Allí trabajan 140 personas, entre médicos especializados, licenciados, enfermeros, un equipo psicosocial, que brindan atención sin costo a las familias de los pacientes.

Según consigna la web de la fundación, cuenta con “el fuerte compromiso de voluntarios en todo el país que se suman a trabajar por la causa a través de distintos programas de apoyo y acompañamiento”, y si bien también cuenta con el aporte de la Administración de los Servicios de Salud del Estado, “necesita el invalorable apoyo de toda la sociedad”. “Según la Organización Mundial de la Salud, la probabilidad de sobrevida de niños con enfermedades oncológicas en nuestro país alcanza –hoy– 80%, siendo el mejor índice en Latinoamérica. Esto nos iguala a los países líderes en la cura del cáncer infantil (Estados Unidos, Alemania, España, Francia) y convierte a la Pérez Scremini en centro de referencia para América Latina”, se agrega en la misma página.

Hoy en Landia (Centro de Espectáculos Parque Roosevelt) No Te Va Gustar (NTVG), Tabaré Cardozo y La Triple Nelson aportarán varios granos de arena para apoyar la lucha contra el cáncer infantil, con un toque que destinará lo recaudado a la fundación Pérez Scremini.

Emiliano Brancciari, líder de NTVG, explica que si bien la banda es de apoyar ciertas causas, en general no suele hacer muchos toques a beneficio porque a veces quienes organizan los espectáculos no tienen en cuenta que se precisa cierta cantidad de entradas vendidas para cubrir los gastos (porque hay muchas personas que trabajan fuera del ámbito de los músicos que necesitan cobrar para armar el escenario, la amplificación, etcétera) y es a partir de ese tope que se empieza a recaudar. Entonces, algunas veces puede terminar siendo “un mal recuerdo” porque no se recaudó lo suficiente para el beneficiado. Así las cosas, NTVG siempre intenta sumarse a proyectos viables, en los que la mayoría del dinero recaudado realmente vaya para el beneficiado, como es el caso del de hoy, y por eso ni lo dudaron –la banda fue a visitar la fundación el miércoles–. Brancciari agrega que además de presentarse por una buena causa, también lo hacen porque les gusta tocar y no se encuentran tan seguido con el público uruguayo.

El show de NTVG va a ser largo, como es su costumbre. Para que lo ayuden a confeccionar la lista de temas, Brancciari puso a votación las canciones “Paranoia” y “Llueve tranquilo” en su novel cuenta de Twitter. El músico no es muy adepto a las redes sociales, pero utiliza su cuenta para recomendar música. “No me meto ni en media discusión de nada porque es a lo que le huí toda la vida”, confiesa.

Muchas de sus recomendaciones en Twitter son vinilos, con la correspondiente foto que denota una envidiable colección de discos en ese formato, que va desde Soda Stereo y Charly García a Chuck Berry, The Clash y hasta Black Uhuru. Brancciari empezó a juntar vinilos hace 15 años, gracias a diez discos que heredó de su madre. “Así me vino el amor al formato y después me di cuenta de que es otra forma de escuchar música, porque le prestás atención a todo. No es que colocás un vinilo y te ponés a limpiar tu casa: tiene mucho más sentido”, dice Brancciari.

Por eso no es extraño que, al igual que los cuatro discos anteriores de la banda, el último, Suenan las alarmas (2017) –que siguen presentando acá, allá y en todos lados–, también tenga su versión en vinilo.

Las entradas para el espectáculo valen $ 990 y se consiguen por Red UTS, Tienda Inglesa y locales de Redpagos. Quienes quieran apoyar a la fundación por otras vías pueden visitar la página www.perezscremini.org, en la que se detallan los distintos métodos de donación.