Desde que LOUTA (seudónimo del argentino de 23 años Jaime James) publicó a finales de 2016 su extended play debut –titulado, redundantemente, LOUTA–, dio comienzo a un camino que lo llevó a consolidarse como uno de los máximos exponentes del under argentino actual. A partir de un sonido que busca la experimentación basada en diferentes estilos musicales, junto con recitales enérgicos en los que se mezclan elementos teatrales con invitaciones al baile, James se ganó un lugar en algunos de los espacios fundamentales de la movida bonaerense, como son Niceto Club y la versión argentina del festival Lollapalooza.
Lo más interesante de la obra de LOUTA reside en lo sorpresivo, tanto musical como estéticamente. Partiendo de los recursos característicos que definen al género musical que el músico decide explorar (por ejemplo, el güiro y el bajo repetitivo de la cumbia villera, el bombo en negras de la electrónica y el hit hat roll del trap), LOUTA lleva a sus canciones a nuevas dimensiones basándose en el uso de samples, sintetizadores y baterías programadas. De esta manera, el electropop de “Sigo sin entenderte” se vuelve todavía más pegadizo, haciendo del baile algo irresistible. Lo mismo sucede en las canciones “Cuadradito de prensado” y la instrumental “Aprieta”, que pasan de la cumbia villera a lo electrónico en cuestión de segundos. Al escuchar las ocho canciones que forman su extended play presentación, el oyente deduce que el concepto que las une se encuentra en la invitación constante al baile basada en una búsqueda musical por lo novedoso.
En cuanto a lo visual, la sorpresa toma el protagonismo. Se podría decir que la imagen que LOUTA adoptó para mostrarse frente al público (pelo peinado hacia atrás, una chomba siempre puesta por adentro del pantalón y zapatos) es totalmente contraria a lo que se espera de un músico dedicado a la música bailable. Sin embargo, esa aparente formalidad se olvida rápidamente al escuchar sus letras –que van desde lo absurdo a lo visceral– y al asistir a sus enérgicas presentaciones en vivo: desde una escenografía que busca imitar al living de una casa hasta ver al músico cantando adentro de una burbuja inflable, con coreografías con bailarines o incluso una pelea con almohadas de plumas, sus recitales se transforman en una fiesta en las que el público se divierte tanto como el artista.
Además, como sus canciones apuntan al baile, sus shows en vivo funcionan como una especie de comunión en la que el público se libera a la danza para disfrutar de una verdadera fiesta musical. Quienes formen parte del debut de LOUTA en La Trastienda podrán disfrutar al comprobar por qué el músico es uno de los artistas más interesantes de la música argentina actual.
Viernes 6 de abril a las 21.00. Las entradas, disponibles en Red UTS, van desde los $ 490 a los $ 650.