El 28 de abril, en Estados Unidos se hizo la tradicional cena anual de los periodistas que cubren la Casa Blanca. Con el propósito final de recaudar fondos, este evento ha cobrado fama en los últimos años por uno de sus ingredientes más polémicos: el roast. ¿Qué es un roast? Así se le llama al tipo de comedia que se hace respecto de un invitado de honor, al que varios humoristas “cocinan” tomándole el pelo. En las cenas del WHCA (White House Correspondents’ Association), la víctima suele ser el presidente, cuenten o no con su presencia.

Entre las “cocinadas” más recordadas de esas cenas está la de Stephen Colbert a George W Bush en 2006. Utilizando su personaje homónimo de periodista de derecha, Colbert destrozó a Bush y a su administración durante 16 eternos minutos, lo que lo consolidó como una voz en el mundo de la comedia y diez años más tarde lo convertiría en el sucesor de David Letterman al frente de Late Show.

En 2011, Seth Meyers se encargó de “cocinar” a Barack Obama, y muchos dicen que esa noche el millonario Donald Trump tomó la decisión de candidatearse a la presidencia. Fue el momento “armen un partido y ganen las elecciones” del país del norte.

Este año, con segundo faltazo consecutivo del “presidente Trump” (todavía cuesta escribir esas dos palabras juntas), la cocinera de turno fue Michelle Wolf. La comediante, no tan conocida por estos lares, dedicó 19 larguísimos minutos a realizar una catarata de chistes sobre la administración actual utilizando su humor crudo y profano, por no decir guarango, frente a la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.

Las burlas hacia Huckabee fueron demasiado incluso para los mismos periodistas, que acusan a Wolf de dar información falsa, y medio Estados Unidos se la agarró con ella. Ya anunciaron que se tomarán medidas para la cena del año que viene, en la que a nadie le extrañaría que pidan al comediante que muestre su libreto de antemano. O podrían contratar figuras que hagan un humor sano y familiar. Como el que hacía Bill Cosby, por ejemplo.

Mientras tanto, los usuarios de HBO GO pueden disfrutar de Nice Lady, el especial de stand up de Wolf estrenado en diciembre del año pasado. Allí se familiarizarán con su voz chillona, su risa contagiosa y su manía por no dejar títere con cabeza. Con una postura feminista y poca vergüenza a la hora de hacer humor, arrancará risas de aquellos que no se sientan ofendidos por chistes sobre Helen Keller, los pedos o (de nuevo) Bill Cosby.

De forma gratuita, mientras tanto, no solamente pueden encontrar la famosa “cocinada” pública, sino también su serie web Now Hiring, compartida en Youtube por Comedy Central. Y como nadie puede pasar por este mundo sin tener un programa en Netflix, este 27 de mayo se estrenará The Break with Michelle Wolf, un programa semanal de media hora pergeñado antes de que la loba cobrara fama mundial. Promete.

Comediante familiera

Y si hablamos de mujeres y stand up, es el momento de recomendar una de las mejores series originales de Amazon, disponible para los usuarios de Prime Video. Se trata de The Marvelous Mrs. Maisel, una creación de Amy Sherman-Palladino (Gilmore Girls) que acaba de ganar dos Globos de Oro.

Rachel Brosnahan, recordada por interpretar a la pobre Rachel Posner en House of Cards, interpreta a la “señora” del título, que con menos de 30 años es madre de dos hijos y parece tener su vida arreglada, hasta que debe salir a ganarse el pan al tiempo que da sus primeros pasos en el mundo de la comedia en vivo.

Con una selección musical deliciosa (identificable en todo momento con sólo pulsar un botón, gracias a Prime Video) y hermosas tomas en las que la cámara da vueltas alrededor de los personajes con exquisita fluidez, es mucho más que una serie familiar o una sobre el stand up. Y es, sobre todo, muy graciosa.

Mientras acompañamos a Miriam Midge Maisel en su derrotero por clubes nocturnos, tiendas por departamentos y disquerías, conoceremos a sus familiares y amigos, que protagonizarán frecuentes momentos de comedia. Entre lo más destacable está la relación con Susie (Alex Borstein, Lois en Padre de familia), la primera persona que reconoce su talento y quien le dará a conocer a Midge y a nosotros el mundo del stand up de finales de los 50.

Sin embargo, quien debería llevarse todas las palmas por su actuación es Tony Shalhoub. El actor es recordado por haber interpretado durante ocho temporadas a Adrian Monk, el detective fóbico y obsesivo compulsivo que protagonizaba Monk. Aquí es Abe Weissman, el padre de la aspirante a comediante, más preocupado por el silencio en su oficina que por lo que le ocurre a su hija. El trío central lo completa Marin Hinkle, a quien conocimos como ex esposa de Alan y madre de Jake en Two and a Half Men. Ahora no hagan como que nunca la vieron.

Los ocho episodios de alrededor de una hora son de lo mejor que tiene el mencionado servicio de streaming para ofrecernos en materia de producción propia. Al menos, hasta que llegue una segunda temporada y logre superarlos.

A reglamento

Por último, es hora de conocer a otra mujer que ha hecho reír (y mucho), aunque en la mayoría de las oportunidades no se haya quedado con el crédito. Megan Amram es una de las nuevas voces del humor estadounidense, conocida en Twitter y autora de Science... For Her!, un libro de ciencia que parodia la forma en que las revistas “para mujeres” se dirigen a su público.

En cuanto a su trabajo, ha sido guionista de series como Parks and Recreation y The Good Place, ambas muy recomendables (la primera disponible en Prime Video, la segunda en Netflix). Y por estos días lanzó una serie web que explota sus mejores condiciones, titulada An Emmy for Megan.

Allí interpreta a una versión ficticia de ella misma, que al descubrir cuáles son las reglas para ser nominada en la categoría “Mejor comedia o drama en formato corto” de los Premios Emmy decide postularse. Postularse en forma de comedia en formato corto. Son seis episodios colgados en Vimeo, que totalizan menos de media hora y siguen sus peripecias con un único objetivo: conseguir un Emmy para Megan.