Donald Ray Pollock se volvió moderadamente famoso en 2009, cuando aparecieron los cuentos de su libro Knockemstiff, que tenían en común personajes oscuros, violentos y decididamente empáticos. Knockemstiff, aunque suene a invento sobre una expresión popular (suena algo así como “dalespalo”), es el nombre del pueblo en el que nació Pollock. Como está en el norte de Estados Unidos, en Ohio, algunos empezaron a hablar de “South Ohio Gothic”. Para El banquete celestial (Penguin Random House, $ 570), Pollock se va al sur posta, el de Faulkner, Carson McCullers o Cormac McCarthy, aunque de la frontera entre Georgia y Alabama los protagonistas dirigen su andanada criminal al norte (a Ohio, claro). Son tres hermanos, los Jewett, que para cometer sus robos y asesinatos se inspiran, cual Quijotes modernos, en una novelita barata. Lo que mueve a esta especie de Daltons de principios del siglo XX, sin embargo, no es la codicia, sino la desesperación: escapan de la pobreza absoluta de su pueblo natal.