» El ciempiés con olor a pata, de Karina Macadar, con ilustraciones de Genoveva Pérez Volpe. Loqueleo, $ 490. Se trata del cuarto libro de Macadar, que publicó su primera obra en Chile en 2016 (Repite, Lorenzo, repite) y siguió, en Uruguay, con Elefanman al rescate y La vaca astronauta. En la tradición fecunda en la que los protagonistas de las historias son animalitos variopintos que hacen cosas de humanos, en este caso se presenta al ciempiés –literalmente, tiene 100 patas– Tolomeo. La acción transcurre en un entorno bucólico y amable, y el conflicto no tarda en aparecer: las 100 patas le dan trabajo al bichito, que demora tanto en ponerse medias que no le da el tiempo para ir a jugar. La solución que encuentra es peor que el problema, y permite la introducción del humor como herramienta en la lectura compartida: el olor a pata, multiplicado por 100, del título. En definitiva, el secreto para resolver el asunto está, como suele suceder, en contar con los otros, con una pequeña ayudita de los amigos: entre todos resuelven en minutos lo que a Tolomeo solo le lleva horas.
» La sonrisa de Sofía, de Fito Lacava y Mauricio Marra. Alfaguara, $ 360. También es una historia de amistad la que se desarrolla en las páginas de La sonrisa de Sofía. Continuación de Sofía (2018), comienza exactamente donde aquel título terminaba: con la jirafita cumpliendo su sueño de ser la criatura más alta del mundo y de estar cerca del cielo, las nubes y los astros. Pero el sueño logrado, aquello tan anhelado, se torna motivo de melancolía: la altura la aleja de sus amigos, del mundo real, de lo que sucede al ras de la tierra. El tópico de “cuidado con lo que sueñas” es revisitado por Lacava en un cuento de anécdota sencilla, en el que la colaboración de los amigos permite desandar lo andado y volver a la normalidad. La moraleja es bastante evidente, pero no entorpece el disfrute de la trama. Igual que el primer título del autor, linkea a la canción sobre las vicisitudes de la protagonista.
» Serafín, el escritor y la bruja, de Claudia Piñeiro, con ilustraciones de Carlus Rodríguez. Alfaguara, $ 290. A la argentina Claudia Piñeiro la conocemos sobre todo por sus novelas policiales (Las viudas de los jueves, de 2005; Las maldiciones, de 2017) y por las que fueron adaptadas al cine, como Betibú (Miguel Cohan, 2014), pero tiene publicada una novela juvenil (Un ladrón entre nosotros, Norma, 2004) y acaba de sacar esta novela breve sobre el inesperado y exacto encuentro entre tres personajes muy especiales (un niño tímido al que le gustan los cuentos de brujas, una bruja que no encaja en su ambiente y un escritor de biografías en crisis de inspiración). Con inicio en la noche de brujas, la novela comienza con un enunciado tajante, “Serafín no tenía muchos amigos”, con el que introduce al lector en el ambiente y lo lleva a empatizar con el protagonista sin anestesia. Un trabajo escolar es el vehículo para una historia deliciosa, en la que el encuentro entre los tres personajes que se encuentran en plena crisis los potencia y les da la solución que precisan, que termina siendo la misma para los tres. Con una narración impecable y una mirada amorosa a sus personajes, la novela no retacea humor, una escritura cuidada, suspenso y cierta puntería para los pequeños detalles que definen las buenas historias.
» Tamara y Vladimiro contra los invasores, de Roy Berocay, con ilustraciones de Daniel Soulier. Loqueleo, $ 440. Ni el autor ni los personajes necesitan presentación. En este 2019 en que el Sapo Ruperto está cumpliendo 30 años, su novia Tamara toma la posta para protagonizar esta nueva novela del autor, acompañada nada menos que por el vampiro Vladimiro, ayudante de Siniestro. Desde el vamos, la escritura de Berocay fluye a un ritmo parejo, en el que se divierte yendo y viniendo, entrando y saliendo de la narración, prodigando guiños y construyendo complicidad con el lector, esa complicidad que es uno de los secretos del vínculo irrompible entre autor y lectores. El resultado es una novela que mantiene la tensión y la atención, que derrocha acción y en la que al caso lo resuelve una heroína (una rana, bah, y nada de “la novia de”).
Quijotito con Cachiporra
El jueves 17 a las 10.00, en el Centro Cultural de España (Rincón 629) se presentará el proyecto editorial El Quijotito, un Quijote para niñas y niños ilustrado por niñas y niños de Montevideo, en el marco de la Red de Ciudades Cervantinas, cuyo objetivo es acercar el texto de Cervantes adaptado para niñas y niños acompañado con imágenes realizadas por los mismos lectores. De esta manera se dará cierre a la segunda etapa, con la entrega de las ilustraciones y un homenaje a los escolares que participaron, de las escuelas del barrio Larrañaga –11, 109 y 197–, así como de la Obra Social y Educativa Don Bosco y del Colegio Español Cervantes. Desde abril a setiembre se llevaron a cabo talleres en cada grupo y en cada escuela, en diálogo permanente con la comunidad educativa, que ha permitido contextualizar al escritor en su época, profundizar en los personajes de la novela cervantina y admirar su actualidad. En la celebración, la compañía Cachiporra presentará Don Quijote de la Mancha, en la que el hidalgo caballero sale otra vez a los caminos para hacer del mundo un lugar mejor y pondrá todo de cabeza, en una obra plena de humor y poesía. La actividad es con entrada libre, con inscripción previa a ninosyadolescentescce.org.uy.