La cantidad de material que cada día (¡cada segundo!) se sube a Youtube hace imposible la tarea de vigilar, en busca de lo interesante, qué es lo que aparece. Incluso si uno se limitara al contenido referido a Uruguay, hay muchísimos minutos diarios que revisar. Si no, pregúntenle a Tiranos temblad.

Por suerte, los responsables de Las Paquitas del humor nos hicieron el trabajo más sencillo y anunciaron por lados y costados la llegada, el 14 de marzo, de los primeros diez episodios de su serie de humor. En menos de diez minutos y cada uno centrado en un tema (la tercera edad, la política, la Biblia), aplican su particular visión acerca de estos temas universales.

Detrás de este proyecto se encuentran los directores y guionistas Gonzo Lugo, Juani Monteverdi y Juanma Solé, además de un gran elenco. De ellos, Solé fue quien sacó el palito más corto y se animó a conversar con nosotros.

Lo primero fue conocer el camino recorrido hasta llegar a Youtube: Con Gonzalo y Juani decidimos juntarnos a escribir sin muchos planes más que tener un espacio creativo. A los tres nos gustaba el humor, así que empezamos a tirar ideas, posibles tramas, series. Pronto surgió la necesidad de empezar con un programa de sketch y ahí arrancamos. Estamos hablando de 2014”, contó.

“Escribimos mucho, muchísimo, y teníamos un mecanismo bastante exigente y despiadado para ver que sketches quedaban. Se hacía una especie de bullying al que llevaba material que no era gracioso. Era parte de lo que nos divertía, tenías que hacernos reír o sufrir las consecuencias. En principio proyectamos capítulos de 30 minutos y así fueron filmados, luego en la etapa de montaje decidimos dividirlos en partes. Debemos haber escrito sobre 15 temáticas distintas y seleccionamos filmar lo que consideramos más realizable a nivel de producción”.

Más allá de los roles en común, cada uno colaboró en otra área. “Gonzalo es uno de los actores protagónicos de la serie, Juani hacia asistencia de dirección y yo me enfoqué en la producción. Obviamente, con un equipo enorme y súper comprometido, que les dio vida a las paquitas”.

Como en otros casos, el dinero fue una dificultad. El proyecto ganó el fondo de Montevideo Filma, de la Oficina de Locaciones Montevideanas, que alcanzaba para cubrir “gastos de rodaje, transporte, arte, vestuario, etcétera”.

“No era suficiente, pero nos largamos a producir igual”, afirmó Solé. “No hay muchos fondos que fomenten el desarrollo de contenidos web, algo que le daría mucha dinámica a la industria y sería un gran entrenamiento en la generación de ficción nacional”. Varias empresas e instituciones colaboraron con ellos. “Era la única forma de realizar el proyecto”.

La filmación estuvo dividida en jornadas de dos o tres días corridos, separadas en el tiempo, en las que había nuevo elenco, nuevas locaciones y nuevo vestuario. “Era la única forma de realizar el proyecto y mantener su calidad”, explicó. La filmación llevo unos dos años.

“Fue mucho más difícil de lo esperado. Todos habíamos filmado cortometrajes, pero era el primer proyecto importante que manejábamos y cada temática era completamente distinta a la otra. Trabajábamos cada episodio con un nuevo elenco y muchas veces un nuevo equipo técnico. Creo que Las Paquitas del humor fue una buena medida para tener claro que, si se quiere hacer ficción en Uruguay, vas a tener que meterle”.

En cuanto a las actuaciones, destacó que los “buenos actores” hicieron que fuera fácil encontrar el tono imaginado por los creadores. “El guion venía bastante trabajado y luego hacíamos una jornada de ensayo en la que había libertad total para que surgieran cosas nuevas. Algunos de los sketches fueron más improvisados, pero en general llegábamos con todo bastante resuelto. Las veces que más demorábamos tenían que ver con que los actores y el equipo se tentaban de la risa, más que con que algo saliera mal”.

La decisión de presentar bloques temáticos fue en busca de una unidad. “Nos parecía importante, ya que no teníamos historia, tratar un tema que les diera sentido a los capítulos. La duración la determinó la plataforma. Comenzó como un proyecto para televisión, pero muy rápidamente nos dimos cuenta de que íbamos a terminar en la web”.

En la gacetilla del programa rápidamente se leen palabras como “humor negro y provocador” o “mirada ácida sobre la sociedad”, y ellos se hacen cargo. “Nos reímos de todo sin importar la inclinación política, religiosa o edad, incluso nos reímos de nosotros mismos exponiéndonos en pantalla. Es una de las consignas de la serie”.

“Es posible que alguien se pueda ofender y está bien; depende de la sensibilidad de cada uno. Nos pueden criticar y no hay problema, no es grave. Sentimos que hoy en día hay una obsesión de mantenerse bajo la corrección política, o que por miedo a recibir críticas se hacen cosas sin espíritu. Nos negamos a eso, no deja de ser sólo un programa de humor”.

Por ahora, los capítulos se pueden encontrar en las redes. “En Youtube están los capítulos completos, en Facebook por sketches y en Instagram más cortos. Además, vamos a participar en festivales para series. Estrenamos diez capítulos y nos queda uno por estrenar, que es la tercera parte del ‘Nuevo Testamento’. Hay material escrito para filmar una segunda temporada, pero no podemos volver a filmar de la misma forma. Tendría que ser con un modelo económicamente viable para todos los que participan”.

El nombre

“Hicimos una lista y fue el que más gustó. Nos identificaba a nivel generacional, era fácil de acordarse y nos parecía gracioso en la medida en que éramos tres hombres. Además de que podrías usar el mismo nombre para una revista argentina con Moria Casán y también funciona, eso también es divertido”.

El humor uruguayo

“En radio, publicaciones o incluso en el carnaval hay espacios de comedia que están muy buenos, pero en televisión son inexistentes, al menos de lo que yo entiendo por hacer humor. Países como Estados Unidos o Inglaterra, incluso España hoy, tienen mucho contenido humorístico, sea ficción o programas tipo late night shows, y no necesariamente es un tema de costos. Se pueden hacer cosas muy buenas con bajo presupuesto. Creo que el público uruguayo recibiría muy bien este tipo de contenidos”.

Su ópera prima

Julio es una comedia romántica típica del género, llena de gags y chistes. Se busca conectar con el público y sobre todo hacer reír. Julio, el protagonista, cree que pertenece a una generación criada por Disney y padres divorciados, lejos de la felicidad, donde lo único que se puede desarrollar son trastornos emocionales. Con ideas comunistas en un mundo capitalista, no se siente satisfecho con su realidad. Su vida se sacude cuando conoce a Claire, una linda turística norteamericana. El rodaje de la película comienza en noviembre de este año, con la idea de estrenar en setiembre de 2020”.