Desde su estreno en 2014, la serie Fargo no ha dejado de sorprender. Su primera temporada hacía una suerte de remix de la película homónima de Ethan y Joel Coen de 1996, lo que para muchos era una pésima idea. Sin embargo, la crítica y el público se rindieron ante la particular visión de Noah Hawley, quien además estableció que todas las historias ocurren en la misma continuidad del film. Una suerte de Fargoverso.
Esta cuarta temporada se transporta al año 1950, cuando después de sucesivos enfrentamientos entre grupos mafiosos, el control de la ciudad de Kansas queda mitad en poder de los italianos y mitad en poder de los afroestadounidenses, con una paz mantenida en base al intercambio de hijos de uno y otro líder criminal.
En medio de todo ello se encuentran una pareja birracial y la hija de ambos, Ethelrida (E’myri Crutchfield), quien funciona como la brújula moral que usualmente recaía en un funcionario policial desde que lo hiciera Frances McDormand. El elenco incluye actuaciones destacadas de figuras consagradas como Chris Rock, Jason Schwartzman, Jack Huston o Timothy Oliphany, y otras en ascenso como Jessie Buckley, protagonista de Pienso en el final. Las historias entrelazadas tienen los clásicos momentos de humor negro, abundancia de pobres diablos y un par de toques de realismo mágico de la mano de un buen grupo de guionistas incluyendo a Enzo Mileti, quien en conversación con la diaria confesó que él también era de los que pensaban que llevar Fargo a la televisión era “una idea terrible”.
Esta cuarta temporada está llegando a su fin y puede verse en DirecTV, con los episodios emitidos disponibles en su servicio de streaming DirecTV Go.