En 2014 se publicó el libro Console Wars, en el que Blake J Harris cuenta la lucha feroz entre Nintendo y Sega por el control del mercado de los videojuegos en Estados Unidos, allá por los años 90. En 2020 se estrenó el documental del mismo nombre, dirigido por Harris junto a Jonah Tulis, que busca resumir esa lucha en una hora y 31 minutos.

De manera ágil, con gráficos atractivos y una cantidad envidiable de protagonistas hablando a cámara, logran meternos dentro de una más de esas batallitas de marcas, como Coca contra Pepsi, McDonald’s contra Burger King o DC contra Marvel. Y tienen el tino de ponernos siempre del lado del que va perdiendo, algo que para el público uruguayo es garantía de involucramiento.

Así que arranca con la empresa de Mario dominando 95% del mercado y cuenta la llegada del retador, que suele apostar a una comunicación más arriesgada, ya que tiene poco para perder. Y busca la complicidad de los sectores más rebeldes, sin preocuparse por el enfrentamiento directo (como aquel famoso test del sabor entre refrescos).

Habrá tiempo para que se dé vuelta la tortilla y uno ya no sepa por quién hinchar, así como para seguir a un enigmático empresario japonés que tuvo mucho que ver con cómo terminaron resolviéndose las cosas.

Si el tema es de tu interés, probablemente no te alcance con este documental, disponible en HBO Go y plataformas de televisión por cable con paquete HBO (en mi caso, NS Now). Una buena opción es buscar el libro, otra puede ser la serie documental de Netflix High Score, aunque queda a medio camino entre la selección de “mejores momentos” y el seguimiento de la evolución de la industria.

Otra opción puede ser desempolvar alguna vieja consola de 16 bits, o conseguir las versiones remozadas de aquellos hermosos videojuegos, y sentirte que estás en alguna de las dos trincheras. Yo siempre fui de Nintendo.