“A mí lo que me gusta es ensamblar, por ejemplo, un ritmo bahiano con candombe, y después con algo de Cuba. Alucino con esas cosas. La música folclórica tiene puntos de encuentro reales. Vas a una partitura y decís: “Esta semicorchea suena acá y en este otro ritmo también”. La percusión tiene además una cosa de encuentro, de lo social, de salir a la calle y compartir. También de disciplina. Para que algo suene bien, todos tienen que estar en sintonía”, dice Federico Blois. Habla de su experimento favorito y de sus virtudes, del que más lo divierte y con el que aprende a diario junto a sus alumnos de percusión y sus compañeros de banda.
Se crió en La Blanqueada escuchando discos de Fito Páez, Charly García, Jaime Roos y Ruben Rada que había en la casa de sus padres. Nunca falta en su discoteca música brasileña y valora de igual manera sus años de fanatismo por Nirvana, su acercamiento al hip hop con El Peyote Asesino, Plátano Macho y Tiro de Gracia. Sin embargo, el ritmo que lo apasiona es el candombe, y entre horas de trabajo como músico sesionista, encontró una fórmula para hacer su propia versión del género con un teclado midi, una computadora y muchos loops, además de los tambores.
“Mi método de composición es un poco raro, porque yo no me siento compositor: es más como una necesidad”, explica. “No hago canciones con estribillo. Armo los ritmos y voy agregando capas”.
Dos discos que lo marcaron especialmente: Febrero, de los uruguayos Pepe González, y Alfagamabetizado, el primero de Carlinhos Brown.
Desde hace más de una década es percusionista, docente y compositor, aunque siempre prefiere referirse a sí mismo como un eterno estudiante. Se entusiasma cada vez que descubre un nuevo instrumento, sonido, o algo de lo que todavía no sabe demasiado y debería investigar más.
“Creo que todos podemos tocar y aprender el género, siempre con respeto”, opina sobre su lugar en el mundo del candombe. “Para mí la clave está ahí. Estudiar y saber quiénes son los referentes. No perder ese norte. Hay gente que desde que tiene uso de razón convive con alguien que toca el tambor y alguien que baila el candombe. Los demás nos podemos acercar a esa cultura. Es un patrimonio cultural pero además es patrimonio de un grupo de familias con un peso histórico muy fuerte detrás. Si alguien me dice ‘quiero ir a ver candombe’, le digo ‘andá ver a Valores o a Cuareim 1080’. Después, atrás venimos un montón que nos acercamos desde nuestro lugar y porque nos encanta el ritmo”.
Tocó o grabó con Abuela Coca, El Congo, Nico Ibarburu, Papina de Palma, Morón y Los Intensos, La Calenda Beat, Notevagustar, Coralinas y Hugo Fattoruso. También tuvo una banda de rock pop (Don Nadie), y otra que mezclaba percusión con música electrónica (Metis) de la que todavía se puede encontrar en Youtube el registro de una noche en un escenario pequeño con una decena de tambores y cientos de cables enredados encima.
Este domingo, junto a Nico Parillo (batería) Checo Anselmi (bajo), Sebastián Stortti (teclados), Joel Capdeville (guitarra), Alejandra Gómez (trompeta), Benji Barreiro (saxo), Ismael Bértola (tambor piano) y Leo Giovannini (tambor chico), se sube al escenario con su tambor repique y los ritmos de su proyecto más personal, Fede Blois y Comunión Total, con el que ya grabó dos discos: Comunión total (2016) y el EP Marcando el paso (2020), que en esta ocasión tendrá su presentación oficial.
“Cuando tenía nueve o diez años me llevaban a tocar con una comparsa de Las Piedras; la sacaba el Flaco Antonio, un amigo de mi vieja que además fabricaba tambores”, recuerda. De esos primeros contactos con el candombe rescata también otra experiencia: “En el primer disco [Comunión total] puse la voz sampleada de Pedro Perico Gularte. De alguna manera fue un homenaje a la primera vez que lo vi tocando el repique en una cuerda de Ansina. Yo iba al lado de él, y me acuerdo que quedé como en trance. Perico es tremendo referente, por su música pero también por la forma en que habla del candombe y de todo lo que se produce alrededor”.
Luego, en su adolescencia continuó su tour por los barrios que sigue hasta hoy sin mucho plan, y al encuentro de las figuritas que le faltan: “De adolescente fui a tocar con la cuerda de El Maestro Cubano, en Jacinto Vera. Salí un tiempo en La Polié y por esa época armamos una cuerda para la Movida Joven, que se llamaba Lualaba. Después siempre caía de paracaidista en un montón de cuerdas y salí en las Llamadas con Integración y Triniboa”.
Hasta las raíces
“La percusión tiene eso de que podés tener la data, la teoría, pero hasta que no vas al lugar de origen no te das cuenta de cómo es realmente”. Con esa premisa, alargó sus viajes junto a Abuela Coca por España o Cuba y se fue a estudiar percusión latina a Nueva York con Jhair Sala.
“La música de la calle siempre me interesa. De donde sea”, cuenta. “Con La Abuela estuvimos en España en un festival que se llama La Maruxaina. Es parecido a las celebraciones de Iemanjá, con todo el pueblo haciendo música en la calle. En un momento nos cruzamos con un ensamble de percusión y gaitas, y después investigando descubrí a Coetus, una orquesta que hizo un rejunte de ritmos ibéricos y de la frontera y me alucinó. A partir de eso me mandé a hacer un pandeiro cuadrado, y de hecho hay un tema [“Cuadrado”] dedicado a ese instrumento en Marcando el paso”.
Algo similar, entre una de las muchas historias que sigue recolectando, le sucedió luego de ver el documental Faubourg Tremé: The Untold Story of Black New Orleans: “Podés ver una comparsa tocando por la calle pero, en vez de tambores, con vientos”. De ese viaje también se quedó con el sonido de Los Meters y para este domingo promete una “versión candombeada” de “Fire on the Bayou”.
Fede Blois y Comunión Total presentan el disco Marcando el paso este domingo a las 21.00 en La Trastienda (Fernández Crespo 1763 y Paysandú). Entradas en Abitab a $ 585 y $ 700.
Ópera-tango en el Sodre
Este sábado y domingo a las 20.00 en el Auditorio del Sodre (Mercedes y Andes, Centro) se presenta María de Buenos Aires, la obra de Horacio Ferrer en versión de Mariana Percovich. Las entradas en Tickantel van de $ 180 a $ 1.320.
Hip hop en Sala del Museo
Este sábado a las 20.30 en la Sala del Museo (Rambla 25 de Agosto y Maciel, Ciudad Vieja) tocan Bruno Cammá y Gabino Suanes junto a Clipper como artista invitada. Entradas en Abitab a $ 600.
Folclore-fusión en La Trastienda
El grupo Maciegas se presenta este sábado a las 21.00 en La Trastienda (Fernández Crespo y Paysandú, Cordón). Entradas a $ 685 y $ 785.