Incluso si no te entretuvo la nueva versión de Liga de la Justicia, que en realidad era la versión original de Liga de la Justicia, hay que reconocer que desde su anuncio hasta su estreno las noticias acerca del proyecto más complejo de Zack Snyder ayudaron a sobrellevar el aislamiento y la pandemia.

Aun después de su estreno, los portales dedicados al espectáculo (o las secciones de espectáculo de portales dedicados a todo) siguieron cubriendo cada detalle de la megapelícula, desde las diferencias con el collage de Joss Whedon hasta las semillas plantadas para futuras e imposibles secuelas.

Sin embargo, incluso para Snyder la vida continúa, y hace pocos días se estrenó su primera película sin personajes de DC Comics en una década. Se trata de El ejército de los muertos (Army of the Dead), la producción de Netflix que devuelve a Snyder a su primer amor: los zombis.

En 2004 el nativo de Wisconsin debutaba como director con la cinta El amanecer de los muertos (Dawn of the Dead), remake del clásico de George A Romero de 1978 que contó con un guion de James Gunn, el mismo que luego nos traería las entregas de Guardianes de la galaxia y la inminente El escuadrón suicida.

Pasó el tiempo, pasó la cámara lenta, pasaron los espartanos, pasaron los búhos, pasó el hombre de acero, pasaron superhéroes de los más variados, y quedó una idea que había sido anunciada por primera vez en 2007 y que finalmente comenzó a rodarse a mediados de 2019. Tenía a un montón de muertos vivos, pero con algunas diferencias. La primera de ellas: la acción transcurría en la colorida ciudad de Las Vegas, Nevada.

Viva Las Vegas

Snyder no va a perder el tiempo contando el arranque de la epidemia zombi. La primera escena del escape del “paciente cero” y los créditos de inicio (una de las especialidades del director) resumen en seis minutos la explosión de casos en la Ciudad del Pecado. Con música de Richard Cheese, como para hacer más disfrutable el salpicón de sangre y vísceras.

Pero esta vez el ataque pudo ser controlado y Las Vegas fue aislada del resto de Estados Unidos, como le ocurriera alguna vez a la Gotham City de Batman. Sin embargo, aquí el gobierno central no tendrá piedad y preparará un ataque nuclear para vaporizar ese potencial problema.

Cuando parecía que no quedaban razones para volver a internarse en las calles infestadas de muertos que caminan, aparece un poderoso caballero llamado Don Dinero. Resulta que en la caja de fuerte de uno de los casinos de la ciudad todavía hay decenas de millones de dólares, y cualquiera que los extraiga antes de la explosión se hará decenas de millones de dólares más rico.

El planteo entonces convierte El ejército de los muertos en la suma de La gran estafa (por el golpe al casino) a El escuadrón suicida (por el grupo de expertos con alta tasa de mortalidad) y a “de los muertos”. Es decir, en una película de zombis.

Sin abusar de los recursos más odiados por sus detractores, Snyder nos trae una historia que no busca ser más que un entretenimiento explosivo, con una mezcla de acción, suspenso y comedia, que debería satisfacer el apetito pochoclero, aunque podría alejar a los puristas del género.

Es que el mayor pecado que comete el director (o la película, pero como es una película de Snyder hablaremos del director) es alejarse del relato tradicional de zombis en demasiados puntos. La locación, la idea de la ciudad aislada y el ataque nuclear, combinada con el golpe a la caja fuerte, debería ser suficiente como para diferenciar su film. Pero a esto le suma la idea poco desarrollada de diferentes tipos de zombis, incluyendo alguno más listo que el zombi común, como si se tratara del zombi del Oso Yogui.

No hay tiempo para profundizar en este último aspecto, que aporta poco a la historia. Y sería fácil imaginarse la misma película con zombis comunes (o incluso con zombis que corren, como le gustan al director) sin tener que recurrir a castas de no muertos.

El escuadrón zombicida

El elenco es variado y amplio, para que en las dos horas y media de película puedan ir apagándose sus lucecitas de a una. Al frente está Dave Bautista en el rol más exigente de su carrera, que logra sortear mejor cuanto más esté su ametralladora hablando por él. Entre los integrantes de su equipo se destaca la comediante veterana Tig Notaro, no sólo por sus intervenciones, sino por cómo llegó a El ejército de los muertos.

La filmación original tenía al comediante Chris D’Elia como piloto del helicóptero hasta que surgieron acusaciones que comprometieron su imagen, su carrera y potencialmente su libertad. Snyder llamó a Notaro y filmó todas sus escenas en solitario, incluso aquellas en las que aparece caminando junto a los demás personajes, algo que se consiguió mediante posproducción.

Como tantas veces, el disfrute de esta película dependerá de las expectativas. Estamos ante un producto pensado para disfrutar junto a una buena comida y bebida, para gritar algún “fuck yeah!” y apostar por quién será el próximo personaje en cantar flor. Ya están confirmadas dos precuelas, una de ellas animada, y el director está dispuesto a contar más historias de este zombiverso. Claro que eso dependerá de la cantidad de reproducciones y de los pulgares para arriba o para abajo que reciba. El poder es tuyo.

El ejército de los muertos, de Zack Snyder. En Netflix.