Hay ideas que, sorprendentemente, se volvieron verdaderos subgéneros cinematográficos. Las body-swap movies o películas de “cambio de cuerpo” son una de esas, por lo menos para quien suscribe: cuando mucho, el concepto servía para contar aquella primera historia y gracias.

Esa primera body-swap fue Freaky Friday, de 1976, con intercambio entre madre (Barbara Harris) e hija (Jodie Foster). Sin embargo, fue tal el éxito o lo llamativo del concepto, que no tardó en volver adaptarse de manera regular. Así, tuvimos Like Father, Like Son (1987) con Dudley Moore y Kirk Cameron cambiando sus lugares de padre e hijo; ViceVersa (1988) con Judge Reinhold repitiendo la fórmula; 18 Again! (1988), ahora con el comediante George Burns ocupando el lugar de su nieto; Prelude to a Kiss (1992), con Meg Ryan intercambiando cuerpos con un anciano; el remake de la Freaky Friday original (2003), con Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan, entre muchas otras.

Cuando pensamos que el subgénero ya ha dado todo de sí, reaparece, muy ocasionalmente aportando algo nuevo y fresco a una idea ya marchita. Freaky, de Christopher Landon, es de las innovadoras.

El encanto de un Vince Vaughn femenino y adolescente

Dentro de su extensa carrera como guionista de horror, que incluye la saga Paranormal Activity, Disturbia y Scouts Guide to the Zombie Apocalypse, Christopher Landon viene depurando su estilo y generó una corriente muy específica que se adecua, por lo general, a sus trabajos como director. Recientemente, reinventó conceptos muy propios del cine estadounidense de los 80 bajo su propia óptica, siempre a través de la mezcla del subgénero de turno con el slasher.

En el –por ahora– díptico Happy Death Day, Landon vinculó El Día de la Marmota con la historia de un asesino serial y la ambientó en un campus universitario. Tuvimos así a una víctima condenada a repetir mil veces el día que muere, pero todo pasado por el tamiz de la comedia negra y el humor autorreferencial.

Aunque Happy Death Day estuvo lejos de ser una propuesta redonda, fue suficiente para que Landon se propusiera hacer lo propio con otro subgénero ochentoso. De esta forma llegamos a la body-swap/slasher que nos ocupa hoy.

Millie (Kathryn Newton) es una estudiante de secundaria que sufre el bullying de sus compañeras más populares, de los deportistas y hasta de algunos profesores. Alumna brillante, vive retraída, con un trasfondo de tragedia familiar, una madre que bebe de más, y dos únicos amigos, Josh y Nyla. Además, su pueblo está bajo la amenaza de un terrible asesino en serie conocido simplemente como El Carnicero (Vince Vaughn), que se especializa, cómo no, en adolescentes.

El asunto es que el asesino se apodera de una daga antigua y misteriosa. Mientras persigue a su siguiente víctima –que resulta ser la desgraciada Millie, por supuesto– ocurre algo singular cuando toman contacto asesino, cuchillo y víctima. Poco rato después, el problema. Ahora la tierna Millie ocupa el cuerpo de un asesino enorme y de mediana edad y el feroz Carnicero tiene el aspecto de una adolescente de 17 años.

La propuesta no se aleja demasiado de las body-swap de siempre (hasta homenajea a la original desde su título), pero la fuerza de Freaky subyace en su ejecución, porque propone un ritmo veloz, un nivel de gore altísimo (y muy divertido) y un grado de autoconciencia que apoya directamente los momentos más graciosos (por ejemplo, cuando tanto Josh, gay, cómo Nyla, afrodescendiente, se percatan de sus pocas posibilidades de sobrevivir a un slasher).

El punto fuerte, de todos modos, son los protagonistas. Porque si Newton compone a su repentina asesina con una gravedad y potencia sorprendente, qué decir de Vaughn interpretando con toda seriedad a una adolescente desde su enorme y tosca presencia. Vaughn deja todo en ambos roles y anota otra gran actuación, que se suma a una seguidilla que ayuda a olvidar una carrera lamentable hasta hace pocos años. Vaughn ha encontrado un nuevo tono a partir de películas como Dragged Across Concrete o Fighting with my Family, al que le suma ahora esta comedia desatada y efectiva.

Comedia de horror de intercambio de cuerpos: a ver si no terminamos teniendo un nuevo subgénero a partir de esto.

Freaky, dirigida por Christopher Landon. En alquiler en Vera TV.