“Estuve encerrado cerca de un año y medio. Los más jóvenes han salido a la calle para ver a su gente, alguno a tocar el tambor, pero yo no hice nada. El otro día, cuando ensayábamos, no sabía ni dónde estaba parado”, cuenta Ruben Rada, que no pisa un escenario desde febrero de 2020 y este sábado y domingo volverá al ruedo en Sala del Museo.

Hace pocos días, el 16 de julio, el músico cumplió 78 años, y por eso dice que a su edad estar inactivo un año y medio es como perder “cinco o seis años”, un tiempo que no recuperará jamás. “Es un disparate y lo noté en el toque: se me cansan las manos. Tengo que volver a ponerme a tocar todos los días, a mover los brazos y esas cosas, porque yo toco las congas y canto, entonces, la respiración es otra. Pero fue una alegría enorme [volver a ensayar], nos reímos y contamos los mismos chistes y las mismas boludeces de siempre. Estamos felices de hacer este concierto, vamos igual que la gente, para divertirnos”, dice Rada.

En medio de su encierro, en marzo de 2021, Rada editó As noites do Rio / Aerolíneas Candombe, un excelente álbum que desparrama música de Brasil como homenaje a su madre, que era oriunda de ese país. Gran parte del disco fue compuesto en colaboración con el brasileño Ronaldo Bastos, y la mayoría de sus letras son en portugués –con alguna pizca de portuñol–. Rada no precisa mostrar un comprobante en papel para confirmar que tiene sangre brasileña, porque el disco es dueño de un groove de esos que no se consiguen tratando de ser sino siendo.

La canción “Brasil”, de las mejores del álbum, es un viaje de distintos estilos en el que Rada se luce como intérprete: primero suave, como un crooner misterioso, para después estallar y darle épica. “Brasil, estás perdido en la noche de una milonga fugaz, el tango vino a salvarte”, dice en un recitado del final. El músico cuenta que le costó mucho convencer a Bastos para que escribiera la letra, por el momento que estaba viviendo Brasil, el más álgido con su presidente, Jair Bolsonaro. “Brasil, mata tua sede de comer pitanga, / depois deita pra dormir na rede, / Brasil, apesar de tudo o meu amor cresceu. / Brasil, quando a noite chega tudo acaba em samba, / nêgo finge que não sente medo, / Brasil, apesar de triste eu gosto de você”, canta Rada.

El músico agrega: “Son dos luchas: contra Bolsonaro y contra la pandemia. Me costó mucho convencerlo, pero le dije que podía hablar de Brasil como yo hablo en ‘Dedos’ de Uruguay. Hizo una letra increíble y yo me arriesgué a cantarla, porque no soy brasileño, y eso, en un país donde está Bolsonaro, de repente es perjudicial para mí, pero como pienso lo mismo que él, me arriesgué y lo canté. Pero me siento un foráneo cantándole a Brasil. Imposté la voz, canté con una voz gigante, como un negro grandote que le está cantando al pueblo brasileño diciéndole todo lo que lo ama y todas las cosas que están mal”.

Sin nostalgia y con candombe

En el repertorio en vivo de Rada suelen amalgamarse las canciones nuevas con las clásicas, y de estas últimas tiene parar repartir a placer. De hecho, a fines de 2020 lanzó el disco en vivo Parte de la historia, grabado en el espectáculo del mismo nombre que brindó en el Teatro Solís en junio de 2019, dedicado exclusivamente a lo mejor de las bandas que supo integrar: El Kinto, Totem y Opa. Hace exactamente medio siglo, Totem publicaba su homónimo primer disco, de donde salieron himnos como “Dedos” y “Biafra”.

Para Rada es una emoción grande pensar en que pasó todo ese tiempo desde que grabaron el disco y hoy es tomado como un clásico inmortal de la música uruguaya. “Ni nosotros, ni [Carlos] Gardel, ni [Agustín] Magaldi, ni los Rolling ni los Beatles hicimos música pensando que íbamos a perdurar. Era lo que sentíamos en ese momento y lo hicimos. La vida quiso que esas canciones y esos grupos fueran eternos, tanto El Kinto como Totem y Opa”, dice.

Si bien Rada es uno de los músicos más populares de Uruguay, confiesa que no suele prestarle atención a su llegada masiva y que si lo hiciera se la estaría “creyendo”. Su actitud es siempre de seguir para adelante y moverse “para todos lados”, tocar todos los géneros que se le ocurran. “Yo no me quedo en un lugar. Es más, creo que una vez sola o dos toqué en la Noche de la Nostalgia. No me gusta la nostalgia, porque hace que te quedes ahí. La gente sí, va a bailar y disfruta de lo que pasó y todo, pero yo, como músico, tengo que pensar para adelante. Eso fue lo que me mantuvo vivo musicalmente todo este tiempo”, subraya.

Además, Rada dice que también lo mantiene vivo escuchar “de refilón” la música que les gusta a sus hijos, y así, sin darse cuenta, en forma “inconsciente”, toma algunas cosas de allí, algo que retrata en su canción “Milongrock”, del disco Negro Rock, un homenaje al género que editó a principios de 2020: “A mí me encanta ciertamente cómo soy, / porque la música pa’ mí no tiene forma: / robo de aquí, robo de allá /, robo del tango y la milonga”, canta.

Como no para, ahora Rada está trabajando en un nuevo disco de puro candombe, que posiblemente se llame “candombe con la ayudita de mis amigos”, en un claro guiño a The Beatles, porque grabó con Fito Páez, Pablo Milanés, Fernando Cabrera, Julia Zenco y Carlos Vives, entre otros músicos. Por último, Rada cuenta el objetivo que busca con el disco que está grabando: “Como por el lado de las canciones mías o de [Eduardo] Mateo, el Hugo [Fattoruso] o Jaime [Roos] es más difícil llegar al mundo, lo que trato de hacer es, con las canciones de mis amigos, que la gente se quede con el ritmo para que descubra el candombe”.

A todo Rada. Sábado y domingo desde las 21.00 en Sala del Museo. Entradas $ 1.265 y $ 1.065 en venta en Abitab.


Hagopian, Irigoyen y Arenas

Hoy a las 20.30 en El Hormiguero Bar (San Salvador y Minas) se presentará el grupo formado por Álvaro Hagopian (piano y arreglos), Gonzalo Irigoyen (voz) y José Arenas (performance y recitados) para celebrar los 100 años del nacimiento de Astor Piazzolla. Según se anuncia, la idea del show es transitar el “lado B” del legendario compositor argentino “tanto en la canción como en su parte instrumental”. “Para eso han venido realizando un arduo trabajo de investigación que incluye obras de Piazzolla compuestas en italiano, en portugués y en francés. Algunas de ellas, reversionadas con textos Arenas”, se agrega. La entrada vale $ 200, por reservas: 091 826 554.

Alicia Garateguy: Jazz y la Luna

“El repertorio es jazz y Brasil, MPB; la música que yo canté siempre, las que me cantaba mi madre antes de dormir”, dice la actriz y comunicadora Alicia Garateguy sobre el espectáculo que venían preparando con el guitarrista Eduardo Mauris desde antes de la última ola de covid-19. Fue la artista Mónica Navarro, profesora de canto de Alicia, la que conectó a cantante y guitarrista, quienes, tras grabar unos demos, decidieron montar el espectáculo Jazz y la Luna. Están este domingo a las 20.00 en Don Bigote (Luis A de Herrera 4249 y Carlos Vaz Ferreira). Cubierto artístico: $ 230. Reservas por Whatsapp al 091 978 451.