El viernes se conoció la noticia de la muerte del maestro rural Héctor Ignacio Gonçalvez Olmedo, conocido artísticamente como Ignacio Olmedo. Había nacido en 1927 en Artigas, y se había afincado en Maldonado desde 1954.

Como artista visual, su obra fue cercana al constructivismo que se promovía desde el taller de Torres García, y fue alumno de Alceu y Edgardo Ribeiro. Con el tiempo, dirigió su propio taller e integró la comisión directiva del Museo Mazzoni.

Comenzó a publicar narrativa ya sexagenario: Yarao (1991), La venganza de la Diosma (2004), Verdes presencias (2010), La turca tatuada (2011)​, Fronteras (2013) y Verdes presencias (2015) son parte de una obra que también apareció en varias antologías de la región.