Mientras las plataformas estrenan suficiente material cada semana como para cubrir un año de nuestro tiempo televisivo, en esta ocasión la recomendación es de una serie documental de 2015. ¿Cuál es la excusa para preferirla sobre los lanzamientos? Que su protagonista volvió a ser noticia en enero de este flamante año por haberse muerto. Tranquilos, que ver La maldición: la vida y muertes de Robert Durst hará que no lo extrañen ni un poquito.

Como la historia está narrada yendo para atrás y para adelante, déjenme contarles el origen del proyecto. En 2010, el director Andrew Jarecki estrenó Crimen en familia, película en la que Ryan Gosling interpreta al hijo de un magnate inmobiliario cuya esposa (Kirsten Dunst) desaparece misteriosamente. Años después, este sujeto es sospechoso no sólo de la desaparición, sino del asesinato de su mejor amiga y de un vecino. El heredero no es encarcelado por ninguno de los tres crímenes.

El guion está “ligeramente” inspirado en la vida de Robert Durst, cuya esposa desapareció misteriosamente, cuya mejor amiga fue asesinada en circunstancias extrañas y que mató a su vecino, aunque él alega que fue en defensa propia. Durst se confesó admirador de Crimen en familia, llamó a Jarecki y le propuso ser entrevistado por él, después de haberse negado a hablar con periodistas durante décadas.

A partir de esas entrevistas, e incluso de material de la investigación del director durante la realización de la cinta, surgieron seis capítulos que describen a un hombre casi “maldito”, por la cantidad de gente que se muere a su alrededor en forma sospechosa. De hecho, el título en inglés (The Jinx) se traduciría como “el mufa”.

Para la mala suerte que tuvo en la vida, Durst fue bastante afortunado frente a la Justicia, ya que pese a ser la oveja negra de la familia, siempre contó con dinero para contratar a los mejores abogados, esos capaces de convencer a un jurado de la inocencia del más culpable de los protagonistas de un documental.

Jarecki, que aparece en cámara más que otros directores del género, está honestamente fascinado con su entrevistado, a quien (como nadie) interroga en forma bastante imparcial. Durst lo sabe, y además parece estar enamorado de su propia buena suerte, la que lo mantiene en libertad.

En La maldición seremos testigos de la aparición de un torso en el agua, de las sospechas de una extraña mujer muda que resulta ser Durst, de su detención por robar un sánguche mientras en su vehículo tenía miles de dólares, de su juicio delirante... Y si evolucionó en figura pop, que hasta llegó a ser parodiada por Fred Armisen en Saturday Night Live, papel que repitió en la recomendable Unbreakable Kimmy Schmidt.

Si bien la serie por momentos no es lo suficientemente clara en materia de saltos temporales (¿qué les costaba agregar un sobreimpreso con los años?), tiene el mérito de un protagonista atrapante y un final que fue noticia en su momento y que se desencadena a partir de descubrimientos hechos en el marco de la realización del documental. Un cierre que recuerda a Homero Simpson o a Frank Drebin en La pistola desnuda, aunque en este caso las malas lenguas dicen que fue por la magia de la edición. De todas formas, hay que verlo para creerlo. O no creerlo.

Para aquellos que disfrutaron de Succession y quieren enojarse con otro heredero que zafa de sus delitos tengo el título justo para recomendarles.

The Jinx (La maldición: la vida y muertes de Robert Durst), disponible para suscriptores de HBO Max o de servicios de televisión para abonados con paquete HBO, como NS Now o similares.