“La música en mi vida ocupa un lugar central, es una referencia constante. Desde que tengo recuerdos había canciones en mi casa. Mis hermanos Jorge y Daniel y mi hermana Paula, son músicos”, dice Diego Drexler, y sigue nombrando parientes: el hermano de su madre es Gabriel Chiquito Prada, padre de la cantante y compositora Ana Prada. “Con él aparece la canción folclórica. En cada asado agarraba, y lo sigue haciendo, una guitarra, un acordeón y ponía música. Del lado de mi padre viene la música clásica y por él también llegué a Los Beatles, Leonard Cohen y Bob Marley”. Ese vínculo con la música explica, en parte, lo heterogéneo y cuantioso de su obra.

Lo más nuevo de Diego Drexler son canciones pop-electrónicas compuestas junto al DJ, músico y productor Fernando Picón: “Eso surge de andar en la vuelta y de encontrarse con colegas todo el tiempo. Fernando me comentó que se estaba animando a componer sus primeras letras, y enseguida nos pusimos a trabajar para buscarle un sonido a esas narraciones. El proyecto tiene una estética retro futurista. Le pusimos Hal-1984”. El nombre hace alusión a Hal, la computadora que es protagonista en la novela de Arthur Clarke, 2001 Odisea del espacio, y a 1984, la novela de George Orwell.

“Ya publicamos cuatro canciones y tenemos otras que vamos a seguir mostrando en los próximos meses”, agrega el músico.

El primer rastro de identidad individual-musical de Diego fue su bajo en Los Exes, una banda con fuertes influencias de Red Hot Chili Peppers y Rage Against The Machine, que integró en 1996 y con la que hacían “un funk medio pesado”.

Esto fue justo antes de fundar Cursi, junto a Fabián Krut, una de las bandas uruguayas más originales de fines de los noventas. Llegaron a editar siete discos y dejaron no menos de diez grandes canciones super pegadizas. Diego cree que aquella banda “propuso una estética musical que allanó el camino de muchos proyectos artísticos que vinieron después”.

El músico recuerda que en los albores del 2000 “no era nada fácil hacer pop, o funky colorido y apuntar a una esencia de ese tipo” y que la escena musical uruguaya estaba dominada por el post dictadura: “En varios festivales en los que tocamos la gente nos tiraba cosas y nos gritaba ‘putos’. Pero al mismo tiempo, nuestras canciones sonaban mucho en las radios. Otra cosa que llamaba la atención era que apostábamos a lo visual y a lo colorido, en un contexto en donde cualquier cosa vinculada con el pop estaba mal vista”.

El viaje solista

“Me di cuenta de lo importante que era la música en mi vida cuando Cursi dejó de tocar”, dice. “Un día tuve una especie de revelación; me vi desde afuera en un futuro sin música y no me gustó nada. Ese momento me ayudó a comprender que tenía que seguir componiendo, y que no iba a parar”.

Como solista, grabó De Nuevo (2014), Pampero (2019) y Eternos Misterios (2021), que ganó el premio Graffiti a Mejor álbum pop del año: “Fue un disco gestado en pandemia; en ese tiempo me puse hacer cosas nuevas, como programar, tocar sintes, y buscar sonoridades más electrónicas. Eternos… es el resultado de muchas horas de estudio”. En el medio de esta historia se juntó con Mariana Lucía y Queyi y los tres compusieron Ludique (2017).

Desde el comienzo, Diego se afirmó en su gusto voraz por la composición y la experimentación compositiva, y en la búsqueda de cierto tipo de elegancia, o perfección sonora; a partir de su bajo y los distintivos colores de su voz. Siguió estudiando y probando con la esencia del pop, y en ese camino, apareció, entre muchos géneros, el folclore de raíz local. Así grabó una canción como “Pampero”, cuya letra pertenece al payador Juan Carlos López y “En la Paloma”, con versos del cantor y guitarrista Cacho Labandera.

“Yo empecé tocando el bajo. El instrumento natural para componer es la guitarra que es la que está siempre a mano”, relata. “Tengo una fogonera que es la que siempre llevo a La Paloma. Me puede salvar en cualquier momento y no me tengo que preocupar de que se vaya a rayar”, confiesa. “A veces está bueno empezar a componer con otros instrumentos con los que no trabajás habitualmente; eso te ayuda a poner en marcha la creatividad y a ir hacia otros campos armónicos”.

Con todo, Drexler reconoce que en sus discos el bajo tiene un lugar de privilegio: “Me gusta la música en la que se escuchan bien los bajos. Los diseños de bajos con ciertas estructuras, o grooves que se repiten, llevan la música a un lugar muy especial. Pero además es el tipo de música que a mí me gusta. Los compositores que componen desde el bajo me han influenciado mucho. Pienso en Sting y Paul McCartney”.

Diego Drexler se presenta este sábado a las 21.00 en Sociedad Urbana Villa Dolores (Alejo Rossell y Rius 1483) Entradas a $448 en venta en mientrada.com.uy.