Justo antes de marzo de 2020, Mateo Sujatovich se preparaba para una gran gira internacional gracias al repentino éxito de las canciones de su segundo disco, Cabildo y juramento (2019). “La música me encaminó. Estaba difícil saber qué hacer, o calmar las ansias, y cuando me puse a componer recién ahí me di cuenta de que tenía con qué atravesar ese momento”, dice a propósito de los largos meses de encierro que vivió en su casa de Buenos Aires durante la etapa más cruda de la pandemia, y sobre el despertar compositivo que derivó en La dirección (2021), el disco que viene a presentar al Teatro de Verano.

Hijo del célebre pianista Leo Sujatovich, pasó años tocando la guitarra junto a otros colegas más veteranos, como Juanse (del que dice que aprendió a proyectar la voz) y escuchando miles de teras de música, especialmente la discografía completa de Luis Alberto Spinetta, de la que puede hablar como un erudito e interpretarla como el mayor de sus fanáticos.

Mateo también es el mejor alumno de Charly García, Andrés Calamaro y Fito Páez en mucho tiempo. Domina con naturalidad la fórmula de canción beatle con arrabal porteño, y en su su segundo disco le sumó el sonido sofisticado de Steely Dan, del que se declara, sin problemas, fan y ladrón.

En setiembre de 2021 visitó Montevideo para hacer un show y terminó por quedarse una semana entera para cumplir con siete shows de gran calidad, acompañado por una guitarra y un piano: “Fue hermoso. Venía de tocar con mi banda. Para ese formato [solista] cambié la forma de hacer mis canciones, el tono, el ritmo, y terminó siendo una experiencia muy novedosa para mí”, recuerda. En esta ocasión lo acompañarán Nicolás Btesh (sintetizadores y coros), Guillermo Salort (batería) y Fran Azorai (teclados).

Viene de tocar en el festival Quilmes Rock ante miles de personas, y de un viaje por España (vivió entre los 13 y los 15 en Madrid), donde obtuvo un notorio reconocimiento por su obra. Todavía cree que está empezando y que son muchos los que conocen sus canciones.

“Tanto tiempo haciendo foco / Esto me está volviendo loco”, canta en “Se me hizo tarde”, uno de sus hits de radio. Su simpleza pop, tanto en las letras como en la música, esconde un trabajo de orfebrería que le da sus frutos arriba del escenario, cuando sus melodías fluyen como cualquiera de las más populares del rock argentino.

Sobre su natural talento escénico y la calidad de shows afirma: “La clave está en ensayar mucho, tener conexión con los músicos, tener buenos instrumentos, pero tocar bien es lo más importante”.

Conociendo Rusia, este sábado a las 21.00 en el Teatro de Verano. Banda invitada: Silvia Ana. Entradas en Abitab a $ 1.280 y $ 1.680.