Cuando en abril conversamos con Javier Peraza Godoy, Ausonia Conde y Javier Peraza Conde sobre los 50 años de la compañía de titiriteros Cachiporra, además de hacer un repaso de su carrera y sus avatares, contaban la creación del Imaginoscopio, que presentarían en el Castillo del Parque Rodó y que ofrecía al público la experiencia en pequeño de estar en el teatro Solís. Anunciaban también un año de celebraciones que incluiría la puesta de la obra de Federico García Lorca que le da nombre a la compañía, entre otras cosas que estos artistas inquietos tenían en mente y más o menos encaminadas.

Como en 50 años es mucho lo transitado, el festejo no se circunscribe a un solo día ni a una sola función, sino que es propiamente una programación que ofrece un abanico de posibilidades de acercamiento a este grupo que mantiene la frescura de puro hacer.

Se lee y se muestra

Las actividades se desarrollarán entre octubre y noviembre en dos lugares: el Centro Cultural de España (Rincón 629) y el Centro Cultural Florencio Sánchez (Grecia 3281), en su querido Cerro, donde surgió la compañía en el convulsionado 1973 y continúan viviendo y creando.

A principio de mes presentaron su libro El arte de los títeres, que escribieron en 2021 a partir del otorgamiento de la beca Justino Zavala Muniz de los Fondos de Estímulo a la Formación y Creación Artística que obtuvieron en 2018. Aunque sigue siendo posible descargarlo en formato PDF del sitio web de la compañía, se podrá conseguir, leer y disfrutar en su edición impresa.

Además, el 6 de octubre inauguraron la muestra Cachiporra, 50 años creando, que podrá visitarse hasta el 14 de noviembre en el CCE y luego se montará en el Florencio Sánchez desde el 19 de noviembre, día en el que, además de la inauguración, se volverá a presentar el libro. La muestra incluye títeres, fotos, videos e historias “que son testigos de una pasión infinita que llevó a esta familia a abrazar el mundo de los títeres” y es una buena oportunidad de conocer su trayectoria y acercarse al misterio y la belleza de ese arte milenario.

Sobre las tablas

Este sábado, con funciones a las 15.00 y a las 16.00 en el CCE, la compañía se presentará con la obra Perico y la luna. “El texto de Perico y la luna fue escrito a fines de la década del 70. Fue pensado para representarlo en la técnica de títeres de guante, en forma muy austera y en cualquier espacio alternativo. Hemos hecho miles de presentaciones de este texto durante casi 50 años y aún hoy goza de buena salud”, dicen en El arte de los títeres. Tan es así, que es la obra elegida para abrir esta pequeña temporada de festejos arriba del escenario, siguiendo las aventuras de este niño que intenta adentrarse en las maravillas del mundo, como cualquier niño o niña, con la luna que lo acompaña desde arriba.

La entrada es libre hasta agotar aforo y comienzan a entregarse números a las 14.15 y a las 15.15 para las respectivas funciones.

Por otra parte, el 1º, el 8 y el 14 de noviembre a las 19.00, también con entrada gratuita, estrenarán el espectáculo Títeres de cachiporra por Títeres Cachiporra, basado en la obra lorquiana. A pesar de haber bautizado la compañía con el nombre de esta obra, nunca la habían hecho hasta ahora, 50 años después.

“En su infancia Federico asistió, en la plaza de su pueblo, a las presentaciones de titiriteros ambulantes donde Cristobita y otros personajes populares hacían la delicia del público blandiendo y golpeándose a discreción con su cachiporra. Federico estaba convencido de que el teatro necesitaba con urgencia esa frescura que los títeres derramaban con tanta generosidad. Él reivindicó siempre el poder dramático de los títeres, su valor como símbolos, su capacidad de amalgamar la dureza del lenguaje con la más delicada poesía. También creía firmemente que el teatro era quien debía ir hacia la gente y allá marchó de gira en su Tarumba, el pequeño teatro ambulante que viajaba en un camión”, cuentan a modo de homenaje al poeta.

Este texto, que data de comienzos de la década de 1930, podrá verse en versión de Títeres Cachiporra, que traerán las vicisitudes de Don Cristóbal y Rosita.

En el Cerro

En su barrio, en el Florencio Sánchez, proyectarán el documental Los ilusionistas, de Mario Jacob (2017), que retrata el trabajo de la compañía, el jueves 23. Y el viernes 24 presentarán Títeres de cachiporra.