En estos tiempos en que todos parecen buscar la serie que genere varias temporadas, anhelantes éxito y popularidad, ciertamente la BBC se distingue por apostar también por miniseries concretas de pocos episodios y autoconclusivas. El formato ha llegado a asociarse con la televisión británica a secas y, gracias a sus altos niveles de calidad, las series de la cadena estatal son recomendables desde el instante mismo en que vemos el logo identificatorio.

Dentro de la nutrida producción del año pasado, The North Water debería haberse destacado muchísimo. Tanto por su presentación, reconstrucción de época y diseño de arte, por lo cotizado de su elenco, como por lo contundente de su premisa, argumento y resolución. Sin embargo, navegó por debajo del radar durante todo este tiempo. No haber llegado a ninguna compañía de streaming visible no la ayudó. Sin embargo, ahora Flow Cablevisión Uruguay la ofrece en nuestro mercado y vale la pena buscarla.

Los cazadores de focas de la bahía de Baffin es el título de una novela breve de Emilio Salgari –otra notable muestra del talento del escritor italiano–, en la que en pocas páginas se nos narra la aventura en el infierno helado que llevan año a año los peleteros en los mares del norte. Podría haber sido inspiración perfectamente para The North Water, pero lo cierto es que la miniserie adapta la novela homónima de Ian McGuire (publicada en 2016).

En ella (y en su adaptación) se nos narra la historia de Patrick Sumner (Jack O’Connell, ya instalado como una estrella, al menos en la pantalla chica), un cirujano del ejército de su majestad británica a quien le fue mal en India, donde la revuelta de los cipayos en 1857 lo dejó deshonrado y sin un centavo. Por esto es que acepta el puesto de cirujano a bordo del Volunteer, para una expedición de un par de años en el norte, al mando del capitán Arthur Brownlee (Stephen Graham, en un rol bastante atípico). Conoce también a otros miembros de la tripulación: el marinero Michael Cavendish (Sam Spruell), el estoico arponero Otto (tremendo Roland Møller siendo una suerte de Queequeg para esta Moby Dick), y ninguno lo impresiona más que el arponero jefe, Henry Dax (Colin Farrell enganchando otra gran actuación).

Dax es impresionante –qué duda cabe–, por oscuro, por sombrío, por peligroso, pero no es el único a bordo con malas intenciones. Pronto nos enteramos –nosotros, los espectadores; a Sumner le va a llevar mucho más– que la compañía pesquera ha resuelto aliviar costos y aprovechar el gran seguro que pagaría la pérdida del Volunteer. Es decir, esta es una expedición condenada a la destrucción desde un principio.

La dupla protagónica, O’Connell y Farrell, es excelente; la temática de aventura en los hielos, apasionante –y asocia esta miniserie con otra de tiempos recientes e incluso mejor, The Terror, de la que toma prestada incluso a la actriz Nive Nielsen en un rol muy parecido–; y la contundencia con la que narra es total.

Filmada al norte mismo del mundo, en el extremo más septentrional de Noruega, la recreación del espacio, de las estepas heladas y de los barcos quita el aliento. Además, nos hace preguntarnos por el año de Jack O’Connell, que pasó seis meses en el norte de África filmando SAS Rogue Heroes y los restantes seis meses en este rodaje.

La producción a cargo de Andrew Haig se condensa en cinco espectaculares episodios (cabe reconocer que sobre el cierre pierde algo de fuelle) que acompañan el viaje del Volunteer y la interacción entre los personajes, particularmente entre Sumner y Dax. No sólo eso. De hecho, hay más: peleas, violaciones, conspiraciones, asesinato, hambre y canibalismo. No faltará nada en este viaje.

The North Water. Cinco episodios de una hora. En Cablevisión Flow.