Desde el sacerdote condenado por Juan Manual de Rosas retratado en Camila (1984), la película de María Luisa Bemberg nominada a los Oscar, a encarnar a un antisistema como El Lute, en una producción de Vicente Aranda, o ser el padre de los Alcántara en la extendida serie Cuéntame cómo pasó, Imanol Arias es un viejo conocido para el público local. Pero su visita con un clásico de la dramaturgia estadounidense, como Muerte de un viajante, el miércoles y jueves en el Auditorio de Sodre (entradas en Tickantel desde $ 1.200), constituye un acontecimiento.
Como si fuera poco, se trata de una versión que el argentino Alfredo Alcón había solicitado a su colega Rubén Szuchmacher. El director asumió la propuesta y, con la adaptación de Natalio Grueso, dejaron lo fundamental del texto de Arthur Miller, en una puesta de menos de dos horas de duración, que estrenaron en 2007. Con el abordaje de Szuchmacher ahora el protagonista es Imanol Arias, que comparte reparto con su hijo Jon (como Biff).
Su personaje, Willy Loman, es un viajante de comercio que entregó su vida a la empresa para la que trabaja y cuyo único objetivo es darles lo mejor a su esposa y a sus dos hijos, a quienes busca inculcarles la ambición por el ascenso social.
“Es una dirección salvaje y no deja al espectador ni respirar. Tienes la esencia de la obra, el verbo y el actor sin decorado”, dijo Arias al periódico La Vanguardia. “Una buena visión del sueño americano no es el de enriquecerse y caer bien a la gente, sino el de la libertad. Esa es la gran vigencia de Miller y de su función”, agregó acerca de este conocido alegato anticapitalista. “Hay algo por debajo de todo, porque Miller elige la vía de la tragedia para explicar la historia. El protagonista es un hombre de 63 años que se va contradiciendo a lo largo de la obra y que reconoce que nunca fue un gran vendedor. La crítica es sencilla, puede estar en un tebeo. Lo profundo es la tragedia humana y la paternidad”.
Muerte de un viajante en el Auditorio del Sodre el 24 y 25 de mayo a las 21.00. Entradas en Tickantel desde $ 1.200.