La Asociación de Productores y Realizadores de Cine del Uruguay se expresó sobre el acuerdo por el que el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) cedió en comodato a la Agencia del Cine y el Audiovisual del Uruguay (ACAU) un edificio ubicado en la esquina de Juan Carlos Gómez y Sarandí, en la Ciudad Vieja, conocido como La Ópera.
En principio, en el comunicado al que accedió la diaria, la asociación sostiene que “el patrimonio audiovisual no es de derecha ni de izquierda”, es decir que trasciende los gobiernos”, y que si bien en Uruguay hubo intención de instituciones estatales y privadas, educativas, culturales, de investigación, así como de personas individuales, por conservar nuestro patrimonio cinematográfico, en ninguno de los casos se llegó a realizar acciones “eficientes y de acuerdo a los estándares internacionales de protección de los archivos audiovisuales”.
Por lo tanto, la propuesta de contar con un lugar que “albergue en las mejores condiciones los diferentes archivos, sin perder cada uno su autonomía”, a la asociación le parece un buen comienzo.
“Apoyamos la iniciativa de tener un espacio del cine nacional que preserve, sin distinción de origen, toda la cinematografía de Uruguay [la que ya existe y la futura] en condiciones de preservación, catalogación y reproducción en la más alta calidad posible, a fin de ser difundida o utilizada en producciones, instancias educativas o investigaciones, bajo la autorización correspondiente”.
El apoyo también se debe a que la iniciativa promueve la existencia de “espacios utilizables por diferentes hacedores e investigadores del cine junto a lugares para el intercambio, el diálogo, la enseñanza y eventos que fortalezcan nuestro cine”, agrega el comunicado.