Con cada vez más sagas literarias llevadas a la pequeña pantalla, encontrar la siguiente gallina de los huevos de oro se ha vuelto moneda corriente para los diferentes servicios de streaming. Las sagas policíacas son las que mejor resultado consiguen de la ecuación inversión/beneficio, puesto que no suelen tener los gastos de una gran producción (ni reconstrucción de época, ni grandes batallas, reinos o vestuarios) y son protagonizadas a su vez por personajes con su masa de fans previa a la adaptación en ciernes.

Así, han aparecido en rápida sucesión series como The Terminal List, que adaptan las novelas de Jack Carr y su personaje el marine James Reece; Jack Ryan, la homónima creación de Tom Clancy y acaso el más reconocible entre todos estos aquí mencionados; la estupenda Bosch, con el personaje de Michael Connelly interpretado por Titus Welliver (tan longeva que ya terminó su serie principal y hoy día protagoniza su propio spin off, Bosch’s Legacy); o el exitazo Reacher, que trae a imagen real el enorme (en muchos sentidos) Jack Reacher de Lee Child.

El esquema es muy claro, entonces: encontrar una saga compuesta por la mayor cantidad de entregas posibles, con un protagonista fuerte y cuya adaptación no implique una enorme inversión. Con lo anterior en mente, casi podríamos creer que se demoraron demasiado en traer de regreso a Alex Cross.

Creado por el escritor James Patterson y protagonista de 21 novelas contando desde 1993, Alex Cross es un detective afroamericano de la Policía de Washington, psicólogo e interrogador entrenado (colaborador estrecho con el FBI cuando se necesita), quien es además viudo y padre de dos niños, a los que cría con la ayuda de su propia abuela, quien lo crio a él a su vez.

No es esta la primera vez que se le pone cara al personaje literario, ni la segunda: nada menos que Morgan Freeman lo interpretó dos veces, en la adaptación de las dos primeras novelas de la serie (aunque en orden invertido). En 1997 llegó Kiss the Girls y en 2001 Along Came a Spider, ambas con Freeman en el papel principal. Ambas adaptaciones lejanas del material original, según los conocedores, no tuvieron particular éxito (aunque, si me preguntan a mí, las recuerdo ambas muy efectivas), lo que llevó a que no se continuaran.

En 2012 el personaje volvía al cine, con una adaptación de la novela Cross, de 2006, y, en un desborde de imaginación, titulada Alex Cross. Con el comediante Tyler Perry en el rol principal (supuestamente supliendo a Idris Elba en el último minuto), fue un nuevo fracaso de crítica y taquilla (que, nuevamente, si me preguntan a mí, fue bastante injusto) que una vez más sepultó las posibilidades de franquicia o continuación para el personaje.

Llegamos así a la adaptación que hoy nos ocupa, tercera pero primera televisiva. Aldis Hodge toma el testigo y da vida al personaje a lo largo de diez episodios en esta, su primera temporada (ya hay confirmada una segunda, luego de la buena recepción que encontró en Amazon). Aunque no adapta ninguna novela específica de Patterson, la serie creada por Ben Watkins rescata algunos aspectos de las novelas que hasta ahora no habían tenido la fortuna de ser atendidos, como el clima de thriller de horror que por momentos tienen los libros o la figura del compañero de Cross, John Sampson (Isaiah Mustafa), que por momentos es coprotagonista.

Aunque el caso principal trata de un asesino en serie que admira a otros famosos asesinos en serie (Ryan Eggold, el doctor con corazón de oro en el drama médico New Amsterdam, aquí en un giro genial de casting como despiadado homicida), la muerte de la esposa de Cross y el trauma que esto le ha generado ocupará gran espacio en la serie.

A medio camino entre las mencionadas Bosch (la idea de combinar más de una investigación policial y un equipo de policías trabajando en ambas) y Reacher (muchos momentos de acción con un protagonista que suele superar físicamente a sus adversarios), pero sin alcanzar los mejores momentos de ninguna, Cross avanza en velocidad crucero a través de su trama, sin sorprender ni aburrir nunca.

Hodge es una gran elección para el protagónico, capaz en los momentos emotivos y convincente como héroe de acción. Y, de hecho, cuanto más se pone resultona la serie y menos seria, mejor funciona –por ejemplo, en los momentos en que Cross y Sampson funcionan a lo blaxploitation setentero, como unos modernos Ataúd Johnson y Sepulturero Jones de Chester Himes–.

Lamentablemente, la idea de dos casos para una misma temporada no termina de cuajar del todo. En varios momentos lamentamos el tiempo perdido en un caso cuando preferiríamos estar en el otro (en el del asesino en serie). La gran razón de esta inconsistencia es un guion bastante parco en general y con momentos escapados de la peor realización televisiva, con resoluciones tontas, explicaciones peregrinas y hundido muchas veces en lo inverosímil (¿hay dos traidores en una unidad de seis policías?, ¿en serio?).

La serie termina siendo rescatada por su elenco, por cierta mano en la producción y, sobre todo, porque en definitiva parece el tipo de serie que resulta ser: una de esas para pasar el rato sin romperse la cabeza.

Cross. Diez capítulos de aproximadamente una hora. En Prime Video.