El conocido como “La manada” fue uno de los casos de agresión sexual más mediáticos de España. Generó inmensos debates públicos sobre el machismo y despertó la indignación colectiva que desembocó en el primer #MeToo español, en el que millones de mujeres tomaron las calles al grito de “Hermana, yo sí te creo” y rompieron el silencio en redes con el hashtag #Cuéntalo.
El tristemente famoso caso ocurrió en las fiestas de San Fermín de 2016 cuando cinco hombres, autodenominados “La manada”, violaron a una joven en el centro de la capital navarra. La víctima los denunció y se desató una cobertura sin precedentes. En el debate llegó a haber quienes culpaban a la víctima por ir sola y tomar alcohol y criticaban su comportamiento.
Con este caso como punto de partida, se estrenó No estás sola: la lucha contra La Manada, escrita y dirigida por los cineastas Almudena Carracedo y Robert Bahar, quienes estuvieron al frente de El silencio de otros (ganadora de un Goya y dos Emmy). El documental recorre los acontecimientos a través de la palabra de las víctimas (narradas por las actrices Natalia de Molina y Carolina Yuste) y de personas cercanas que hablan por primera vez: policías, periodistas, técnicos en informática y abogados de la investigación.
Al inicio, el caso fue caratulado como “abuso sexual”, pero luego, gracias a las manifestaciones feministas y la presión social, fue cambiado por “violación”. Finalmente, José Prenda, Alfonso Cabezuelo, Antonio Guerrero, Jesús Escudero y Ángel Boza fueron condenados a 15 años de prisión.
Con rigor y claridad, el documental repasa pormenorizadamente los hechos de un caso bisagra en lo social, cultural y legal: muestra las vergonzosas contradicciones de los abusadores que quisieron simular consentimiento (no era la primera vez que lo hacían, y se jactaban de ello en grupos de Whatsapp), el circo mediático montado, la lucha feminista, la batalla en redes y los absurdos legales. No se muestran demasiadas imágenes para preservar a la víctima, pero de todos modos el documental es impactante. Su intenso desarrollo, sostenido por frases extraídas de declaraciones judiciales, logra meternos en el sufrimiento de una mujer abusada y en los profundos cambios de la sociedad española e internacional.
“¿Usted no se resistió ni intentó huir?”, le preguntan a la víctima durante el juicio, con lo que a un tiempo la obligan a una dolorosa revictimización y reflejan la nula perspectiva de género para tratar delitos sexuales. Se revelan así tres de los miedos más viscerales de las mujeres: ser abordadas por varones en la calle, acceder a tener relaciones sexuales para preservar nuestra vida y que el mundo nos juzgue a nosotras y no a los abusadores. Lo simbólico del salvajismo del encierro de San Fermín, donde toros son torturados sin culpa y su condición de animales parece habilitar tal aberración, representa metafóricamente la forma en que esos varones ven a las mujeres: como objetos de sometimiento.
En un relato comprometido, la película refuta la idea de que los abusadores son una parte de la sociedad sin civilizar o “enfermos”. Sostiene, en cambio, que se trata de hombres funcionales que construyen un pacto machista y se organizan para violar porque tienen una estructura patriarcal que los avala y los hace sentir impunes. Con contundencia, se describe la historia de la violencia de género, la rebeldía de las mujeres frente a fallos insólitamente adversos, la culpabilización de las víctimas por supuestas provocaciones o falta de resistencia, y se ahonda en la sororidad y el crecimiento del feminismo, pero también en el avance de la extrema reacción conservadora frente a la lucha.
No estás sola es un documental absolutamente necesario sobre uno de los casos más resonantes de violencia sexual, que marcó un punto de inflexión en los delitos de violación, sobre la importancia del consentimiento, la urgencia de una educación sexual con perspectiva de género y sobre conductas machistas que seguimos normalizando. Anima a denunciar y da voz a las víctimas.
No estás sola. 100 minutos. En Netflix.