Se inauguró el miércoles 5 en el Molino de Pérez y estará abierta durante todo junio, mes del ambiente, con una convocatoria excepcional. Ciencia que siembra, la muestra del fotógrafo Marcelo Casacuberta, tiene una apretada agenda de visitas de instituciones escolares y liceales, y los cupos de lunes a viernes ya están completos. Los fines de semana, de 14.00 a 18.00, estará abierta al público general y los integrantes del equipo que la hizo posible serán anfitriones.
Coordinada por Anita Aisenberg, Leticia Bidegaray-Batista, Marcelo Casacuberta, Macarena González, Anita Odilia Aisenberg, Loreley Castelli y Erika Meerhoff, con el montaje a cargo de Marcel Loustau, cuenta con el apoyo del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE), el Centro de Investigación en Ciencias Ambientales, el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas, la Organización de Estados Iberoamericanos, la Mesa Nacional de Guardavidas del Uruguay, la Asociación Uruguaya de Guardaparques, la productora audiovisual De La Raíz Films, el Municipio E, la Intendencia de Montevideo y el concejo del Molino de Pérez, conformado por vecinas y vecinos que trabajan en forma honoraria en la gestión de ese espacio.
“La idea es mostrar lo que podemos hacer a futuro y el potencial que tenemos. Hay conocimiento generado a lo largo de décadas que está listo para poder aplicarse en proyectos que puedan mejorar la salud de nuestros ecosistemas, que es también la nuestra como seres humanos. La muestra refleja el potencial que tenemos como país y lo que está pasando a nivel social, la conciencia que se está tomando de que la salud nuestra es la salud de nuestros ecosistemas como un todo”, sostiene Anita Aisenberg en diálogo con la diaria.
“La muestra está centrada en el estudio de las ciencias ambientales desde una perspectiva amplia, mostrando los aportes de la ciencia pero también del trabajo conjunto con guardavidas y guardaparques, de colectivos que están íntimamente ligados y muy comprometidos con la naturaleza. Por sus propias características, por lo que es su vocación y por el lugar donde realizan su trabajo, estos colectivos pueden aportar mucha información sobre el entorno y cómo este va cambiando a lo largo del tiempo: qué especies encontramos, cómo, dónde, las variaciones. En el caso de los guardavidas, el deterioro de la franja costera, la presencia de cianobacterias, muchísima información que puede generar una sinergia muy importante para poder cuidar estos ecosistemas. A su vez, tienen un vínculo muy directo con la gente que le da mayor importancia al trabajo en conjunto”, adelanta, y detalla que abarca “desde investigaciones en bacterias, en calidad de agua, en biodiversidad, desde bichos muy pequeñitos hasta los grandes vertebrados, trabajo en montes, en ecosistemas costeros, en pastizales” y que “incluye textos descriptivos que tratan de acompañar en forma breve y amena cada imagen, y de textos de artistas que les cantan o escriben a esos lugares”.
Las fotografías expuestas son el eje central de la recorrida y destacan nuestra fauna y flora, así como el trabajo desde la ciencia en el laboratorio y en campo, y el aporte de los colectivos de guardaparques y guardavidas en el cuidado de la naturaleza. “Esta exposición pretende llegar a niñas, niños, a exploradores de la naturaleza, a la sociedad entera, por medio de estas imágenes de Marcelo Casacuberta. Él busca una forma bella y sobre todo muy expresiva de mostrar ese trabajo que se está haciendo desde el IIBCE, distintas ONG y el trabajo conjunto con guardaparques, relacionado con las investigaciones en ciencias ambientales. Es una forma linda y muy atractiva, que llega al corazón”, describe Aisenberg, que destaca además que se va a proyectar un audiovisual realizado por Marcelo y Guillermo Kloetzer, de De la Raíz Films.
La fecha, coincidente con la celebración del mes del ambiente, no es casual, sino que apunta a poner el foco en la importancia de esta agenda y en los desafíos que implica. “Se trata de un mes que más que una celebración nos permite reflexionar sobre todo lo que se ha hecho pero también sobre todo lo que falta, que es un montón. Siento que son necesarias muchas cosas nuevas: una ciencia nueva, más integrada, horizontal, que conecte, que integre distintos saberes –el saber científico, el saber popular, el saber de las ONG, de los distintos colectivos que están muy involucrados en la preservación de la naturaleza y de nuestros bienes naturales–; y también mucha esperanza, porque lo que vemos es que la sociedad entera está muy empoderada con los temas relacionados con los recursos naturales y su preservación, y se levantan, como hemos visto, ante emprendimientos que ponen en riesgo los entornos naturales. Eso es algo muy valioso que hay que fortalecer. No se trata solamente de seguir generando conocimiento y que llegue a todas y todos, sino también de generar políticas, a corto, mediano y largo plazo, que permitan preservar nuestros recursos y vincularnos de una manera más positiva, más cercana y más responsable con la naturaleza”, plantea Aisenberg.
Ciencia que siembra, fotografías de Marcelo Casacuberta. Sábados y domingos de 14.00 a 18.00 en el Molino de Pérez (Pasaje Arq. Juan Veltroni, Parque Baroffio).