Como las sagas de Young Adult Fiction brotan cual hongos tras la lluvia, es muy difícil estar al tanto de cada una. Los diferentes éxitos literarios para jóvenes son de lo más variado, pero hay una tendencia o particular predilección por las sagas fantásticas a lo Brandon Sanderson, los dramas románticos de John Green o las de misterio y crimen. Entre estas asoma con fuerza la serie protagonizada por la detective amateur Pippa Pip Fitz-Amobi y los casos que investiga en una pequeña población de la campiña británica, cortesía de la joven escritora Holly Jackson (Buckingham, Inglaterra, 1992).

La juventud de la autora aquí es clave, puesto que parece transmitir -no he leído ninguno de sus libros, editados en español por Planeta- el sentir adolescente de sus personajes, al tiempo que los involucra en escabrosos misterios para nada ajenos a nuestra época, como la depresión, la adicción a las redes sociales y el sexo. Con una saga de cuatro novelas protagonizadas por Pip, hay material de sobra para continuar la traslación de la obra de Jackson a la pantalla chica.

Asesinato para principiantes llega a Netflix en coproducción con la BBC, que es sinónimo de garantía. Se trata del primer caso de Pip, que da nombre a toda la serie. Comienza con una desaparición y un suicidio, ocurridos varios años atrás. La propia Pip (una encantadora Emma Myers) pone en marcha los acontecimientos que traerán de regreso el misterio, dado que elige re investigarlo como parte de un trabajo escolar.

La realidad es que la propia Pip se siente responsable de la desaparición de Andy Bell, supuestamente asesinada por su novio Sal Singh, quien luego se quitó la vida, y este trabajo es su manera de hacer las paces consigo misma. Claro, ni bien se pone a investigar -colaborando con Ravi (Rain Iqbal), el hermano de Sal- saltan varias cosas que no cierran, aspectos que la investigación oficial dejó sin cubrir y pronto nuestra aprendiz de detective se topará con bastante más de lo que puede tragar.

Con un misterio y una ejecución que recuerdan a legendarias detectives adolescentes como Nancy Drew (o, así sea por su ambientación británica, los crímenes para niños que narraba Enid Blyton), pero dirigido a adolescentes y jóvenes actuales (léase: con mayor oscuridad, sexo y aspectos adultos), esta miniserie entretiene, está muy bien actuada en general y cuenta con una resolución a la altura de lo planteado, aunque abuse de vueltas de tuerca en su último episodio. Desde la perspectiva de un adulto, hay que entender que no somos su público objetivo, pero si se tiene cierta tolerancia al género, se transita con total disfrute (el tono british ayuda muchísimo).

Como probablemente era de esperar, los lectores de la saga están indignadísimos. Plantean que la actriz elegida no se parece al personaje, que los cambios de la adaptación desmerecen el libro y todo lo se suele decir ante adaptaciones de un producto enormemente popular. Habría que ver cuán recalcitrantes están siendo o si honestamente el libro es una obra maestra mal adaptada, porque la serie resulta, al menos para este neófito, más que buena.

Asesinato para principiantes. Seis episodios de aproximadamente 45 minutos. En Netflix.