Este domingo, como parte del ciclo para las infancias Jarana, de la Sala Zitarrosa (18 de Julio 1012), el cuarteto argentino Vuelta Canela presentará su espectáculo Oigo el mundo, que estrenó en 2023 pero no había presentado aún para el público uruguayo.
El concierto “tiene una propuesta muy linda en esto de oír al mundo, de conectarnos con lo que nos rodea desde la sensibilidad de lo cotidiano, una serie de conceptos que incluimos de forma no explícita, sino desde el mismo sonar de los instrumentos, sumado a lo visual. Es ‘oír el mundo’ como ver una canción, escuchar una flor: el concepto de abrir todos los sentidos para recibir lo que nos ofrece el mundo que nos rodea. A veces es nuestra casa, lo cotidiano, la familia, los amigos, el jardín, la plaza. Hay mucho de poesía. Distintas canciones ofrecen distintas propuestas sonoras, visuales, de juego, de conectarse con el propio cuerpo, con el que está al lado”, adelanta a la diaria Nina Lenze, que en el grupo es Filomena.
La actriz y cantante dice que el disco se puede encontrar en las plataformas y que en el espectáculo no van a hacer todas las canciones que contiene porque van a combinar unas cuantas de las de Oigo el mundo con los éxitos de siempre, esas que el público suele pedirles: “Los hits también van a estar, porque la gente que nos conoce va a querer que cantemos las canciones más queridas. Va a ser un mix del show nuevo y las canciones preferidas: ‘Chacarera la bienvenida’ o ‘Golpeteo’, que se escuchan mucho, que se quieren mucho. La propuesta de Vuelta Canela es un concierto de canciones en las que tocamos todos los instrumentos en vivo, con un gran despliegue de elementos que desde lo visual y lo sonoro invitan a participar. Propone momentos de juego, de baile, de humor, de emociones, momentos más introspectivos, más tranquilos, y otros para bailar. Esa es un poco la idea”.
Lenze destaca, por otra parte, que en este regreso a Montevideo contarán con una colaboración especial. “Vamos a compartir una canción con Letu Ruibal. Este año nos sumamos a su nuevo disco en la canción ‘Mate con tilo’. Por suerte coincidimos y ella va a poder estar en la función. Es un lindo plus en esto de compartir con músicos de los dos países. Tenemos una mirada similar sobre lo que es una propuesta para las infancias desde un lugar cuidado, de mucha conciencia, de respeto, de abrir el abanico, las posibilidades sonoras, además de lo lindo de juntarnos a tocar y a compartir, que es algo que disfrutamos un montón”.
Con una fuerte apuesta por lo visual y por una combinación de lo sonoro, lo lúdico y lo actoral, el espectáculo está pensado en especial para la primera infancia e invita a disfrutar en familia. “Tenemos mucho público que son bebés de uno o dos años, para quienes es su primer espectáculo, niños de jardín y de los primeros grados de primaria. Es para toda la familia: nos proponemos que disfruten los más pequeños, pero también los grandes. A veces vemos las caras de padres, madres y abuelos cantando emocionados, o quienes no nos conocen se encuentran con que se divierten. Nosotros ponemos mucho hincapié en que suene bien, en lo instrumental. Es un concierto donde tocamos todo en vivo y es una propuesta muy variada musicalmente, con distintos ritmos, distintas sonoridades. Por ese lado es atractivo para todas las edades”, sostiene Lenze.
Ya es la tercera vez que se presentan en Montevideo, pero hace 18 años que se conformaron como grupo y en ese trayecto grabaron cuatro discos y publicaron varios libros con sus canciones en la editorial argentina Pupek. Todo su material publicado estará disponible en la Tienda Canela durante esta visita. “Arrancamos al principio como trío, pero enseguida se sumó el cuarto, así que somos los mismos cuatro que, en distintas ocasiones, hemos hecho funciones o proyectos junto con otra gente”, cuenta Lenze, quien destaca el trabajo colaborativo con profesionales en los distintos elementos que componen el espectáculo, como los visuales, el arte de tapa de los discos, el vestuario. “Justamente, en el trabajo con la infancia es lindo ese diálogo de lo sonoro con lo visual, las distintas expresiones. Desde el inicio tenemos una propuesta fuerte en lo visual y en lo actoral, el humor, la danza, el movimiento. En ese sentido, somos nosotros cuatro, pero tenemos un gran equipo. Por ejemplo, en Oigo el mundo, el vestuario es una obra de arte en sí, que trabaja con las texturas y colores de la naturaleza: el de Lua tiene flores y pétalos, el mío es más marítimo, el de Tizán es de otoño, con hojas, el de Gora evoca el mundo de los hongos”, describe.
Sobre sus comienzos y la confluencia de propuestas de este tipo para las infancias, comenta: “Es una combinación de cosas. Más allá de las propuestas, que había un montón y a raíz de ese entusiasmo empezaron a salir más, ha sido fundamental la búsqueda de las familias, el interés por encontrar algo diferente. Nosotros arrancamos en una época en la que no estaban las redes, que así como a veces son apabullantes, permiten una llegada más fácil a distintos ámbitos. En una de nuestras primeras funciones, en Córdoba, nos preguntaban si teníamos un disco: querían seguir escuchando. Ahí caímos en la cuenta de que teníamos que grabar. Había mucha avidez de escuchar nuevas propuestas, tanto de las familias como de docentes. Tenemos un público muy grande de docentes o personas que trabajan en formación del habla, fonoaudiólogas, acompañantes, gente que trabaja con casos de TEA; desde entonces empezó a crecer esta búsqueda. Entendimos que somos parte de un engranaje muy lindo e importante que está sucediendo”.
Vuelta Canela presenta Oigo el mundo. Domingo a las 15.00 en la Sala Zitarrosa. Entradas a $ 850 en Tickantel. 2 x $ 1.050 para la diaria.