Confidentes, golpeadas por la vida, achacosas e inocultadamente chusmas, Nidia y Luci, las hermanas de Cae la noche tropical, son dos octogenarias que fisgonean la vida amorosa de su vecina, un hábito que las energiza como si fuese una aventura propia. El espectáculo teatral, que adapta la última novela de Manuel Puig (fue publicada en 1988, dos años antes de su muerte), fue estrenado en 2018 en la sala Casacuberta del teatro San Martín, en Buenos Aires. Hace dos años empezó a recorrer escenarios de Argentina, como el Colón de Mar del Plata, viajó a Miami, ya que fue programado en el International Hispanic Theatre Festival y desde febrero agota localidades en Hasta Trilce.
El crítico teatral de La Nación, Carlos Pacheco, escribía sobre la versión original de esta puesta, encabezada por Leonor Manso y en ese momento con Ingrid Pelicori completando la dupla: “Con intensidad disponen sus cuerpos al servicio de esos personajes que les permiten transitar un abanico muy amplio de sensaciones. La relación que construyen se va afianzando con fuerza y por eso el desenlace resulta muy conmovedor”.
Con todas esas referencias la obra llega este fin de semana como parte del ciclo El Galpón Internacional, en el que también se presenta este sábado y domingo la obra de teatro de objetos Miniaturas.
Leonor Manso, una actriz con una trayectoria inabarcable por extensión y diversidad, inolvidable como la Yoli de Made in Lanús y como la extorsionadora de Dominicci, el farmacéutico de la serie Vulnerables, fue parte del elenco de la película Boquitas pintadas (otro texto de Puig), de 1974. De aquel rodaje distante rescata estas escenas: “Fue filmar con [Leopoldo] Torre Nilsson y con Beatriz Guido, que siempre estaba ahí, firme, con su marido. Siempre fue muy agradable, gente muy especial, muy humana. Filmar con ellos era algo muy grato, era realmente jugar, que es lo que tiene que ver con la actuación, y muy distendido”.
Allí conoció a Puig, que había participado en la adaptación de su texto: “Iba siempre a la filmación y era muy lindo verlo. Lo recuerdo como una persona que tenía algo de niño siempre, una sonrisa juguetona”, asegura la actriz.
A Cae la noche tropical, este otro universo femenino ideado por Puig, Leonor Manso llegó convocada por Pablo Messiez (Los gestos), a quien ella había dirigido en Esperando a Godot. “Cuando Pablito se fue a España me dejó a mí a cargo, y a partir de ahí siempre que la hemos repuesto estuve a cargo de la dirección”, explica.
Manso, que tiene la edad de su personaje, habla de la proximidad de su papel: “Es un encontrarme conmigo misma. Además, el tipo de vínculo que se muestra, justamente, con estas hermanas de esa edad, para mí es totalmente reconocible. Tengo experiencia de haberlo visto en mi tía con mi mamá y, ahora, de vivirlo yo”.
¿Cómo se mantiene el entusiasmo por el teatro después de tanto tiempo? “Lo que pasa es que para mí la actuación, y sobre todo el teatro, es una pasión, es una parte mía imprescindible... hasta que me muera”, responde. “Así que siempre con mucho goce frente a los nuevos proyectos. En el caso de Cae la noche tropical, tengo tanta historia con ella y con Puig, que es una alegría. Igual, con los años que tengo, me pasa la misma sensación: antes de empezar tengo miedo. Pero una vez que estoy en el escenario empiezo a fluir y disfruto mucho”.
Cae la noche tropical. Sábado a las 21.00 y domingo a las 19.30 en la sala César Campodónico de El Galpón. Entradas $ 1.600 y 2x1 para la diaria. Apto mayores 15 años.