Desde la última de sus frecuentes visitas a Montevideo, en agosto del año pasado, casi nada parece haber cambiado en la elaborada estrategia de comunicación de Babasónicos. Cuando decide hablar de música, su cantante y principal compositor, Adrián Dárgelos, sigue refiriéndose casi únicamente a Mark Hollis y su banda Talk Talk como ejemplo de las mejores decisiones y las mejores canciones.

“El 2024 ha sido un año excepcional para Babasónicos, consolidándose aún más como referentes de la música y agotando entradas en los principales festivales de Argentina y Latinoamérica, incluyendo recitales en Argentina, México y Colombia, entre otros. Tras una exitosa gira por Europa, Babasónicos regresará en 2025 para presentarse en venues de aún mayor capacidad”, reza el texto que promociona su show uruguayo, sin otras novedades que el detalle de un recorrido y la convocatoria de una vieja banda de rock acostumbrada a construir su mítica a partir del misterio y la distancia con sus seguidores.

A favor de Dárgelos y sus compañeros, a su búsqueda de trascendencia nunca le faltó una buena banda sonora de composiciones propias. Su último disco, el número 14 de sus trabajos de estudio –sin contar los discos de remixes y los registros en vivo–, quedó lejos, a pesar de la vigencia que respiran sus canciones.

Trinchera salió en 2022, en medio de la pandemia del covid, y mejor que nunca interpretó el cúmulo de rarezas y oscuridades de la época. Además, mostró a la banda en su versión lírica más directa y comprometida, con el milagro de no haber perdido ni una cuota de su característico vanguardismo musical, últimamente casi volcado por completo a la electrónica.

Ahí están las declarativas “La izquierda de la noche” y “Trinchera”, la bailable “Paradoja” y los clásicos babasónicos “Bye bye” y “Viento y marea”.

“El broche se cerró sobre nosotros / Sombras invisibles incrustadas de negrura / Fuimos aplastados por un mar de gente ebria”, canta Dárgelos en “Tajada”, el último corte conocido del grupo, lanzado en noviembre de 2023, en una sintonía que lo ubica dentro del universo de Trinchera, no demasiado alejado del universo del antimacrista La pregunta (2018).

A Montevideo la banda llega con sus grandes éxitos y nadie sabe si habrá lugar para adelantos de su próximo disco. En otra de sus tradiciones cada vez más cristalizadas, fuera de sus canciones, Babasónicos habla poco y casi siempre a través de la voz de su cantante, en entrevistas generosas, o, últimamente, en soliloquios mínimamente guiados por un interlocutor dispuesto a favorecer la notable capacidad del artista para narrar ideas llamativas, atractivas y poéticas.

En una visita a la Universidad Nacional de Córdoba, entrevistado por el agitador local Carlos Julio Carballo, dijo, por ejemplo: “La música pop está hecha por chicos encerrados en su habitación, gente que busca una redención. Lo que pasa es que, después de hacer tu tercer disco, eso se acaba. Son muy pocos los que pueden generar más obra. Más allá del esfuerzo, es muy probable que no lo logres. Tenés que estar dispuesto a comprender los rudimentos de la composición y superarlos, en un aprendizaje que conlleva mucha frustración y una enorme cantidad de tiempo. Nadie quiere esa tortura”.

Y sobre ese mismo desafío, de cara a la composición de un nuevo disco: “Lo que empieza a pasar es que cada vez tenés menos campo para la ficción. Los personajes antisistémicos, provocadores, los que discutían cierto orden establecido son personajes mainstream que ahora están en las instituciones, con cierto grado de desfachatez no simpático. Entonces, qué poco margen para una verdad desde los desclasados, desde los marginales, si ahora hay marginales en el poder. Ahora, ¿de qué poder? Porque el poder real es siempre económico. Estos están en la intermediación, en el convencimiento del pueblo para facilitar la hegemonía del poder. Me quedan pocos personajes que puedan llamar la atención”.

Para quienes, si fuera posible, sólo se interesan por la música de Babasónicos, la última novedad es el documental El abstracto de la música, dirigido por el cineasta argentino Julián Lona. El cortometraje, disponible en Youtube, incluye fragmentos de actuaciones en vivo y pequeñas entrevistas a los integrantes de la banda. “Somos una banda que tiene 30 años, pero que lo único que le interesa es hacer música nueva”, dice el tecladista Diego Tuñón. “La trascendencia de la obra depende de tu capacidad para comunicar una emoción de una manera indiscutible”, lanza Dárgelos.

Babasónicos. Sábado a las 21.00 en el Antel Arena. Entradas desde $ 1.900 a $ 2.900 en Tickantel.


Ruidos Wild y Los Rockadictos

“Vuelve el combo de rockabilly, punkabilly, psychobilly y grasabilly, el combo mágico”, anuncia el cantante, guitarrista y comediante y líder de Ruidos Wild, Claudio Peyo Barrios, sobre la fecha que compartirá este sábado con Los Rockadictos. La cita es a las 21.00 en Clash City Rockers (Aquiles Lanza 1234). Entradas a $ 275 en Redtickets.