“La oposición hoy es un federación de partidos y lo que los mueve es sacar al Frente Amplio [FA] del gobierno. No hay un modelo de país. En las últimas horas se muestra claramente que no hay una cosa armoniosa de fondo. Puede haber una cosa del momento: 'Queremos sacar al FA para tener nosotros la manija del poder, y cuando lleguemos ahí arriba, vemos'. Pero mientras siga siendo una colcha de retazos, no llegará al poder. Por eso va a perder las elecciones”, dijo el actual diputado Fernando Amado en el programa Apuesta D10 radio Universal.

Esta semana, el sector liderado por del diputado, Unión de Izquierda Republicana (Unir), aceptó la propuesta del candidato a la presidencia por el FA, Daniel Martínez, y conformaron un “espacio progresista” de cara a las elecciones nacionales de octubre. El día del anuncio, Amado aclaró que se trata de acuerdo electoral que no implica que Unir forme parte del FA ni de ninguna de sus estructuras.

En la entrevista radial, aseguró que siempre se sintió de izquierda y durante nueve años intentó recuperar dentro del Partido Colorado (PC) “las banderas de Batlle y Ordóñez”, hasta que entendió que era imposible. Admitió tener, desde hace años, “el señalero prendido a la izquierda”.

Amado, que abandonó el PC en setiembre del 2018, dijo que ningún sector de ese partido representa las ideas de José Batlle y Ordóñez. “Cuando nosotros estábamos en el PC advertimos que el batllismo se lo había llevado el FA, y que había que ir a buscar esas banderas y traerlas de vuelta al partido. Cada vez que hacíamos cosas para que se generara eso, había lío en el partido porque salían los reflejos inmediatos de los sectores conservadores, liberales desde el punto de vista económico, más tipo Jorge Batlle, o más de derecha pura, tipo Pacheco Areco. Entonces nos decían: '¡Socorro, estos son zurdos, juegan para el FA!' No, nosotros queríamos recuperar las banderas de Batlle y Ordóñez, pero el PC decidió ser un partido de derecha o de centroderecha” .

Amado dijo que hubiese preferido el éxito de La Alternativa -la coalición socialdemócrata que el Partido Independiente (PI) construyó junto a Navegantes, Unir y Avanza País- pero “el gran fracaso del sistema y del Uruguay es que estamos frente a una elección polarizada en donde es: estás de un lado o estás del otro. Buscábamos romper con eso, pero hubo alguien que nos cortó un brazo, que ya estaba jugado de lleno a un polo”.

Cabe recordar que el fin de la coalición -a pocos meses de ser creada- sucedió después de un entredicho entre el senador y líder del PI, Pablo Mieres, y Selva Andreoli, dirigente de Navegantes.

El detonante fueron los dichos de Andreoli durante una entrevista en el programa Desayunos Informales, de Teledoce. Un periodista le preguntó a la entonces candidata si podría apoyar una “opción que no sea el FA” en una eventual segunda vuelta electoral, y la dirigente respondió: “En mi caso personal, no”. Aunque aclaró que no hablaba en nombre de La Alternativa ni de Navegantes, la declaración molestó mucho a Mieres.

En marzo de este año la convención del PI resolvió retirarse de La Alternativa, que dos semanas antes había proclamado la fórmula Pablo Mieres- Selva Andreoli. Después, Mieres ofreció un acuerdo a Amado, pero este lo rechazó. En una carta pública titulada “No, gracias”, dijo que Mieres violó “los más elementales códigos políticos” y dejó “de rehén a quienes asumieron un pacto de caballeros” y confiaron “en la palabra empeñada”.

“Los esfuerzos, sacrificios y riesgos asumidos parecieron importar poco. Qué decir de los compromisos asumidos, que de manera unilateral, inconsulta e intempestiva, el Partido Independiente resolvió tirar por la borda al momento de disolver La Alternativa. Esta actitud nos dejó perplejos, decepcionados y muy preocupados. No se debe, bajo los más elementales códigos políticos, dejar de rehén a quienes asumieron un pacto de caballeros y bajo él se tomaron acciones de fondo confiando en la palabra empeñada”, decía la misiva.