El candidato colorado Ernesto Talvi comenzó esta semana su gira por el interior del país. Con el eslogan “Ahora es posible”, el economista recorrerá Flores, Durazno y Colonia. El jueves en Florida, en el primer acto de la gira, el candidato hizo hincapié en que su proyecto es diferente al de los “nacionalistas” y al de los “conservadores”, y lo definió como una propuesta “progresista” y “liberal”.

Destacó que un porcentaje importante de los que lo votaron en las internas no había votado al Partido Colorado en las elecciones pasadas: “65% de los que votaron a Ciudadanos, no había votado al Partido Colorado en las pasadas elecciones, mitad Partido Nacional, mitad Frente Amplio”, según consignó El País. También puntualizó que por primera vez desde el surgimiento del Frente Amplio, su partido es el preferido por los jóvenes: “La intención de voto entre los jóvenes 18 a 29 años la lidera el Partido Colorado. Quiere decir que nosotros no somos vistos sólo como la renovación del Partido Colorado, sino que somos vistos como la renovación. Los jóvenes nos prefieren”.

Luego sostuvo que el Partido Colorado se había transformado en el “perrito faldero” del Partido Nacional y que eso ya no corría más. “Nos estamos acercando a ser muy competitivos, ya todos dicen que todavía esto es una elección nacional abierta”, afirmó haciendo referencia a las últimas encuestas que lo posicionan cerca del candidato nacionalista Luis Lacalle Pou. El miércoles, la consultora Opción publicó una nueva encuesta en la que muestra que la candidatura de Lacalle Pou cayó en intención de voto de 30% a 23% y que Talvi creció de 13% a 19%.

El diputado nacionalista Jorge Gandini dijo a la diaria que nunca han pensado al vínculo con el Partido Colorado “en esos términos”, y en cuanto al crecimiento de Talvi en intención de voto, el legislador nacionalista afirmó que “es bienvenida su motivación hacia la carrera de octubre”.

La pata económica

Ana Inés Zerbino, la principal referente en economía del candidato colorado, fue entrevistada ayer por el programa de Océano Todo Pasa. Contó que conoció a Talvi en sus charlas como director de Ceres, y que él la convocó en agosto de 2018 a integrar sus equipos de trabajo; en las últimas elecciones votó alternadamente al PC y al Partido Nacional. Consultada sobre la definición de Talvi como “progresista y liberal”, la economista dijo ayer que “no le encuentra una definición económica” a la palabra progresismo. “En la literatura económica la palabra progresista no existe”, aseguró, y se describió como liberal: “Progresar es lo que todo el mundo quiere, progresar es algo deseable, y la forma es como uno plantea las bases para ese progreso; Ciudadanos plantea progresar en un ámbito liberal. El Frente Amplio tiene una base ideológica muy diferente”, añadió.

En relación a las diferencias del liberalismo que propone con el aplicado en los 90, Zerbino apeló a las políticas sociales. “Las políticas liberales son siempre las mismas: la apertura comercial, incentivar la iniciativa privada, dar buenas condiciones macroeconómicas para que la inversión privada florezca, buenas relaciones laborales”, explicó y dijo que una vez con “la casa en orden”, en referencia a la macroeconomía, “luego están las políticas sociales, que siempre han estado en Uruguay. En la medida que el país crece y tiene un producto bruto más alto, eso permite distribuir más y mejorar las políticas sociales. Si se apunta un poco a eso, seguir incentivando lo que implica una corriente liberal unido a seguir profundizando el atender la solidaridad, los más débiles, y dar mejor seguridad, mejor educación y mejor salud para las capas bajas de la sociedad”.

La técnica aseguró que la política económica actual “no es la adecuada”, y mencionó como el principal error del ministro de Economía Danilo Astori el nivel de déficit fiscal. “Este año la economía está prácticamente en recesión”, afirmó y mencionó que dos indicadores claves, como los niveles de inversión y de empleo, están en los mínimos desde 2010.

Planteó que su propuesta para reducir el déficit implica reducir el gasto, en principio la no renovación de las 9.000 vacantes que se generan anualmente en el Estado, y señaló que el país “necesita una gran reforma de la seguridad social, después de la del 96”.