Faltan tres semanas para las elecciones y las fórmulas presidenciales van de actividad en actividad. En el marco de una agenda ajetreada, la candidata a la vicepresidencia por el Frente Amplio (FA), Carolina Cosse, conversó en Ciclo, el periodístico audiovisual de la diaria, de las prioridades en caso de ganar el gobierno, su opinión sobre el rol del presidente Luis Lacalle Pou en la campaña electoral y la apuesta de su espacio político, La Amplia.
Dijo que “asume” que después de octubre se presentará un plan de gobierno y habló de los plebiscitos de la seguridad social y de los allanamientos nocturnos. En particular, sobre este último dijo que no le parece que “le sume a la profundización de la democracia” y que entiende que para luchar contra el narcotráfico hay “acciones más potentes”, como el control de las fronteras y el lavado de activos.
Queda menos de un mes de la campaña rumbo a octubre. ¿Cuál tiene que ser la prioridad del Frente Amplio en estas semanas?
La prioridad es seguir haciendo lo que estamos haciendo, que es una campaña con la gente, conversando de las cosas que quiere conversar, de los problemas de su vida presente y de sus perspectivas para el futuro. También es una prioridad la promoción del programa, y seguir paso a paso, voto a voto, con todo, para el último domingo de octubre.
Algunos analistas hablan de la necesidad de focalizarse en esa población indecisa que todavía no ha resuelto su voto. ¿Considerás que es necesario direccionar el discurso hacia ahí?
Nosotros le estamos hablando a toda la población. En varios discursos he hablado sobre la gente que aún no ha decidido su voto, en el ánimo de promover la reflexión. La duda es una cosa buena. Tengo formación científica y la duda suele ser el origen del conocimiento, el origen de los desarrollos profundos, entonces lo que tenemos que hacer es conversar con toda la ciudadanía y reflexionar. El voto es un acto íntimo, personal, está bien que la gente piense, prefiero toda la vida un país que está pensando qué va a votar a uno que podría regirse por reglas de marketing o cosas por el estilo, que hay mucho de eso en la campaña. Sigamos pensando con ellos, es importante. Nos estamos jugando el futuro de nuestras vidas.
Durante muchas semanas estuviste recorriendo el interior del país junto con Yamandú Orsi. ¿Se afianzó el vínculo que tenías con él? ¿Qué cosas viste del candidato frenteamplista que no habías visto antes?
El vínculo con Yamandú siempre fue bueno; más allá de especulaciones o fábulas de la prensa, siempre tuvimos un vínculo bueno porque, además, en nuestras respectivas responsabilidades siempre trabajamos juntos, y el vínculo es como lo que somos, compañeros, frenteamplistas peleando por el próximo gobierno para el Frente Amplio, para la gente.
¿Cuáles son los principales planteos que reciben de la gente en esas recorridas?
Seguridad, eso ya lo veníamos viendo desde que salimos a escuchar, desde diciembre de 2019; los planteos no se amortiguan, se intensifican. Voy a tocar un tema que ahora parece que preocupa al gobierno actual, pero el tema de los remedios en la salud pública se repite en todos los lugares. Después, el tema del trabajo. Sentimos que la gente siente fragilidad, y es verdad: hay fragilidad en la estructura del trabajo y falta de perspectivas. Y la salud mental, que es un problema en Uruguay. En mi humilde opinión, se debe declarar una emergencia para tener espalda para actuar. Está muy bien tratado el tema en el programa del Frente Amplio. Hay que usar las adversidades para construir cosas positivas. Tenemos que resolver la epidemia de salud mental y también resolver otras cosas, el trabajo o la educación.
¿Considerás necesario hacer cambios en el Sistema Nacional Integrado de Salud vinculados a la salud mental?
No sólo vinculados a la salud mental. En particular tiene que funcionar, no funciona. Cuando hicimos el Plan País planteamos que hubiera una universalización de las puertas de entrada y que a donde fueras hubiera un equipo con el que pudieras hablar, que te pudiera atender, incluso contábamos sobre la experiencia que existe ahora de la Intendencia de Montevideo, el Espacio Contás, que es un Whatsapp que atiende a población joven en una contención primaria y también tiene un espacio en San José y Ejido, con profesionales, y [las personas] se agendan a través de Whatsapp.
¿Quedaste conforme con la inclusión de las propuestas que habías presentado de cara a la interna en el plan de gobierno actual?
Nosotros pusimos a disposición el Plan País y se armó un equipo más pequeño que hizo una selección, un resumen y otros aportes. Las prioridades presentadas son prioridades y cubren el área del crecimiento, el área del cuidado, el área de la vida en comunidad, que me parece que son los tres ejes fundamentales.
Si tuvieras que seleccionar tres medidas de ese plan de gobierno del Frente Amplio que te parecen las más prioritarias de implementar, ¿cuáles serían?
Creo que eso no es un plan de gobierno todavía. Tenemos un programa, hay unas prioridades; un plan de gobierno es una cuestión más estructurada, más vasta, así que voy a dejar oportunidad a que ese plan de gobierno se configure.
¿Cuándo se va a configurar entonces?
Asumo que después de octubre. Asumo eso, no lo he hablado con Yamandú.
¿Presentarían más propuestas en detalle?
En mi humilde opinión, un plan de gobierno es una cuestión un poco más estructurada. Tenés un programa que es abarcativo, bastante concreto en muchas cosas. Después tenés prioridades, que fue lo que se presentó en Colonia, y después viene un plan de gobierno.
La controversia con el candidato nacionalista Álvaro Delgado, que dijo que el Frente Amplio no tenía programa, ¿cómo la viste?
Hay cosas que se explican por sí solas, las explica la realidad. El Frente Amplio es un partido de programa, nació así, siempre ha sido así. El programa fue generado por miles y miles de uruguayas y uruguayos de todo Uruguay durante dos años. Se aprobó por un congreso de 3.000 delegados. Está publicado en nuestro sitio web. Capaz que se le cortó internet, cosa que está pasando.
Has hecho mucho hincapié durante la campaña en que un eventual gobierno va a tener que aplicar medidas paliativas. ¿Qué país te parece que dejaría el gobierno de Luis Lacalle Pou?
Dejaría un país con una emergencia en salud mental. Un país con los docentes trabajando en soledad. Un país con más violencia que antes en todos los aspectos. Un país con inseguridad en el trabajo. Nos vamos a encontrar con un Uruguay que ahora está sin rumbo y nuestro programa viene a ponerle un rumbo. Tenemos que tener un gobierno que promueva la participación. Tenemos que tener un sistema político y un Frente Amplio que siga activo, vivo, promoviendo la participación, reuniéndose, discutiendo. [Es necesario] Recuperar el rumbo y saber para dónde vamos en todos los temas.
En materia de seguridad pública, ¿qué medidas concretas está proponiendo el FA a la ciudadanía en caso de llegar al gobierno?
La profusión de bocas de pasta base es una cosa que nos duele a todos y que además genera en los vecinos un clima y una situación espantosa. La Intendencia de Montevideo ha ayudado muchísimo a cerrar bocas de pasta base en el trabajo conjunto de colaboración con el Ministerio del Interior. Eso no lo quiere nadie, pero entender que el problema del narcotráfico es sólo eso es una mirada muy superficial. Si vos sólo vas a cerrar una boca, cerrás una acá y te aparece otra acá. Entonces, hay que cerrar la boca de droga, pero al mismo tiempo tener una acción sistémica e integral en una enorme cantidad de áreas. Tenemos que tener una Policía mejor preparada, sin duda. Tenemos que tener mejor evidencia, sin duda. Tenemos que consolidar los datos del Ministerio del Interior, sin duda. ¿Alcanza con eso? No, no alcanza con eso. Porque si dejo los territorios desatendidos en salud o en términos de acompañar los procesos de familias que están en un tema... Si vos no atendés los dramas sociales, la atención en salud es endeble, no hay una perspectiva clara de cuál es el rumbo económico e industrial de trabajo del país, los docentes están solos atendiendo como pueden las situaciones y te vas de los territorios, aparece el narcotráfico. Entonces la boca es el último eslabón. Hay que cerrarla, pero hay que hacer todo lo demás.
En 2019 fuiste segunda en la lista al Senado de la 1001, en estas elecciones encabezás la lista de La Amplia, un espacio político nuevo que te tiene como referente. ¿Qué caracteriza a La Amplia, cuál es su diferencial respecto de otros sectores en el FA?
Sí, la 1358, vaya número. Me convencieron de encabezar el sector, fue un proceso. Finalmente, es el único sector encabezado por una mujer y, si soy electa vicepresidenta, mi suplenta es mujer, es Silvia Nane. Es también encabezado por una mujer en Diputados, María Inés Obaldía, y su suplenta es Florencia Astori. Nosotros generamos una campaña con mucho contacto con la gente, con mucha amplitud, con mucha capacidad de escuchar, con propuestas concretas, porque es importante lo que se dice, pero es más importante lo que se hace, y siempre hemos hecho de la defensa del programa un principio. Por eso la 1358 tiene la bandera del Frente Amplio como su bandera y hacemos tanto hincapié en el cumplimiento del programa en todos los aspectos.
En caso de que efectivamente el FA gane el gobierno, ¿qué impronta te gustaría darle a tu trabajo como vicepresidenta?
Me imagino un Parlamento que trabaje mucho. Yo trabajo mucho, genero equipos y logro que, finalmente, se trabaje mucho a mi alrededor, y es lo que voy a tratar de hacer. Voy a poner todo de mí para que se haga el trabajo de la mejor manera posible, voy a seguir escuchando, no me voy a olvidar de nadie ni de nada, por eso hay que armar grandes equipos y hablar con seriedad.
A nivel del Ejecutivo, ¿te parece que tiene que ser un gabinete paritario?
Sí, me parece que sí, pero lo va a definir el presidente.
Respecto del gabinete, ¿qué te pareció la designación de Gabriel Oddone como futuro ministro de Economía y Finanzas en caso de que gane el Frente Amplio?
Es una persona muy capaz y muy solvente. Tengo la tranquilidad de que es una persona de confianza de Yamandú. Es una prerrogativa del candidato a presidente nombrar a todos los integrantes de su Consejo de Ministros. Eso es así, sea quien sea, y la garantía que tiene el Frente Amplio es su programa. Insisto en que, tanto como vicepresidenta o como persona que encabeza la 1358, nuestra preocupación fundamental es que el programa se cumpla.
Hubo algunas críticas de dirigentes del Frente Amplio previo a que se supiera que iba a ser Oddone el ministro de Economía. Por ejemplo, el secretario general del Partido Comunista, Juan Castillo, dijo que no creía que fuera la persona “adecuada para ejecutar el programa de la izquierda”. ¿Qué opinás de estas declaraciones?
Con mis compañeros no dialogo a través de los medios, no lo hice y no lo voy a hacer nunca. Aun así, yo escuché toda la declaración de Juan y no fue una declaración de confrontación.
Pero ¿creés que Oddone puede llevar adelante el programa del Frente Amplio sin inconvenientes?
El Frente Amplio es un partido de proyectos. Entonces, nosotros como izquierda tenemos que dejar de pensar un poco en los individuos y pensar en sentido político. Un ministro de Economía no va a hacer lo que quiera, va a estar en un Consejo de Ministros, con un presidente electo, con un partido que llevó un programa adelante. Son garantías importantes.
Y si gana el Frente Amplio, ¿considerás que debería tomar un rumbo distinto en algún área de políticas respecto de lo que fueron sus 15 años de gobiernos anteriores?
Lo que pasa es que el mundo es otro y Uruguay es otro. Uruguay no es el de 2019 ni el de 2015, con otras realidades, entonces me equivocaría si pensara que tengo que hacer lo mismo. En realidad, lo que hay que hacer en gestión es pararse sobre lo bueno que haya en la realidad y construir para adelante. Tampoco creo que haya que tirar todo abajo para seguir, pero el mundo cambió muchísimo. Hay cosas que hay que mantener, como la idea de crecer y distribuir, que son conceptos muy gruesos que están en el programa. Poner al ser humano en el centro y no pensar cómo me resulta a mí más fácil gestionar, sino cómo tengo que gestionar para que la vida de la gente sea un poco más sencilla.
Esta semana el presidente Luis Lacalle Pou dio una conferencia de prensa sobre el plebiscito de la seguridad social. ¿Qué te pareció esa conferencia?
No la escuché toda aún. He escuchado porciones, quiero escucharla toda.
Y sobre la participación del presidente en la campaña con este tema, ¿qué opinás?
Voy a tratar de ser muy precisa. El presidente de la República, sea quien sea, está inhabilitado de hacer proselitismo político por la Constitución. También está en su derecho de salir a defender una ley que él mismo promovió, eso lo puede hacer. Pero cuando, con el pretexto de defender esa ley que él promovió, que es la reforma actual, nos conmina a los candidatos del Frente Amplio a que nos expresemos claramente, a que digamos esto, a que hagamos lo otro, se está metiendo en la campaña electoral. Y eso no lo puede hacer. Me parece que no es bueno para Uruguay. Los que trabajamos en política tenemos que ser cuidadosos y ser ejemplo. Si uno se mueve por la cornisa en ese tema que marca la Constitución, ¿cómo les voy a pedir a los ciudadanos que no se muevan por la cornisa o que no salten el pretil? Por eso es importante para Uruguay que respetemos las reglas, sobre todo la Constitución.
¿Y qué opinás respecto del pronunciamiento de una serie de economistas por el No al plebiscito, que generó también cierto revuelo en la interna del Frente Amplio?
He optado por no pronunciarme sobre los pronunciamientos, porque el Frente Amplio dejó libertad de acción y yo he sido clara con mi posición, la puse por escrito en las redes y, por lo tanto, dije que no iba a hacer campaña ni en un sentido ni en otro, que eso iba a ser lo único que iba a decir, y cada vez que me llevan al punto, vuelvo a decir lo mismo. Entonces, yo estoy para que gane el Frente Amplio.
¿Qué respuesta recibiste del Partido Socialista y del Partido Comunista cuando diste tu opinión sobre el plebiscito?
Total respeto. Son queridos compañeros, partidos muy importantes para el Frente Amplio, para la izquierda, para Uruguay, partidos de más de 100 años, compañeros muy queridos.
¿No hubo rispidez?
No, no tengo rispidez con ningún sector del Frente Amplio ni con ningún compañero. Además, en el Frente Amplio conviven las dos posiciones. Un frenteamplista que va a militar para octubre no deja de militar con otro por tener posiciones distintas. Yo estoy recorriendo todo Uruguay y veo a una gran cantidad de militantes frenteamplistas en acción todo el tiempo y no se andan preguntando. Si uno va con una bandera o con un cartelito, el otro no lo lleva o lo lleva y conviven y está bien. Es la democracia.
Y en el caso del plebiscito de los allanamientos nocturnos, ¿tampoco sería el fin del mundo, como dijo Oddone respecto del plebiscito de seguridad social?
Por supuesto que hay que respetar la voluntad popular, pero veo un riesgo para la democracia. Se confunde a la gente cuando se plantea que el plebiscito por los allanamientos nocturnos es para terminar con las bocas de pasta base, pero el texto que se está plebiscitando habla del hogar y, por lo tanto, es para allanar de manera nocturna, con orden del juez o lo que quieras, cualquier hogar. No es que es un plebiscito para que se allanen de noche las bocas de pasta base, es un plebiscito para que en la Constitución quede habilitado el allanamiento nocturno de los hogares, y eso me parece que es un riesgo para la forma de vida en democracia. No me parece que le sume a la profundización de la democracia. Creo que para luchar contra el narcotráfico hay cosas mucho más potentes que no se hacen y que hay que hacer. El control de las fronteras, el control del lavado de activos, no irse de los territorios, tener buenos datos, fortalecer a la Policía, que se maneje con base en evidencia, proteger a la Policía, resolverle los problemas de salud mental. Hay una batería de cosas para hacer, que no es cambiar la Constitución.
Ha habido también una discusión respecto de cuánto va a avanzar el Frente Amplio en derogar algunos aspectos de la ley de urgente consideración y, por ejemplo, el senador Mario Bergara propuso cambiar el tope de las transacciones en efectivo por la cuestión del lavado de activos. ¿Qué aspectos considerás importante revisar de esa ley?
Más allá de esa ley, las leyes se modifican o se crean por varios mecanismos y todos los mecanismos legales son válidos. La consulta popular es un mecanismo, la actividad en el Parlamento es otro mecanismo. En el marco de la regla de la democracia todo se puede modificar, cambiar y habrá que ajustarse al programa. Lo del control del lavado de activos es algo que hay que revisar. Hay gestos que están en la normativa que aflojaron los controles y hay que revisarlos, sí.