Tras sufragar, Topolansky recordó el nivel de diálogo que existió entre el gobierno, la oposición y el movimiento sindical durante la crisis de 2002 y dijo que “en este quinquenio no hubo diálogo”. “En el último tiempo ni siquiera había coordinación. Yo creo en eso, creo que tiene que haber diálogo en los barrios, en el club deportivo, en todos lados”, agregó.

La exsenadora del FA destacó la necesidad de valorar la democracia, en momentos en que el sistema atraviesa una situación compleja: “Los que vivimos la dictadura tenemos eso nítidamente claro. Además, uno mira el mundo y el mundo está muy complicado en términos de democracia”. Topolansky agregó que Uruguay “es un país bastante excepcional”, que puede “tener un rol unificador”. “No hay que salir al enfrentamiento, hay que salir al puente”, agregó.

Consultada sobre la relación con los países de la región en caso de que gane el Frente Amplio, expresó: “Argentina y Brasil, independientemente de qué partido y de qué presidente tengan, son vitales para Uruguay. Los países no se mudan. Esos vecinos los vamos a tener siempre y los precisamos”.

Topolansky habló también de su rutina en las jornadas electorales y los cambios en esta instancia, ante el estado de salud de José Mujica: “Nosotros siempre vamos a la esquina de casa a comer un poco por ahí, pero ahora yo tengo que comer medio escondida porque me da no sé qué comer delante de alguien que no puede comer. Aunque a veces Pepe igual me viene a acompañar y se lo banca, y se lo agradezco porque es linda la compañía”.

En cuanto al resultado electoral, Topolansky señaló que no tiene “dudas gruesas”. “El país está un tanto, medio y medio, es muy probable que haya balotaje. Sería maravilloso y sería un alegrón ganar en primera vuelta. Lo que está en juego es la famosa mayoría parlamentaria, justamente por eso el diálogo es crucial. Porque de no tenerla el diálogo juega un papel rector”, agregó.