El ambiente en la sede del candidato del Partido Nacional (PN), Álvaro Delgado, en Bulevar Artigas y Chaná, este domingo fue el opuesto al de la primera vuelta. Aquel 27 de octubre entre los dirigentes blancos se respiraba cautela, y luego, ante las primeras proyecciones de resultados, explotó la euforia. Esta vez fue al revés.

Mientras iban llegando los dirigentes a la sede, varios se mostraron confiados e incluso alguno se animó a decir “ganamos”. Pero a las 20.30, cuando se conocieron las primeras proyecciones, que dieron como ganador al candidato del Frente Amplio (FA), Yamandú Orsi, un silencio atronador se apoderó de la sede nacionalista. La prensa no tenía acceso al edificio principal, pero un par de dirigentes blancos le dijeron a la diaria, mediante mensaje de texto, una sola palabra para describir el ambiente que se respiraba: “Tristeza”.

Uno de los primeros –y pocos– en salir a dar declaraciones a la prensa luego del resultado fue el diputado del PN por Canelones Sebastián Andújar. Dijo que su primera sensación fue de “sorpresa”, porque en las últimas semanas hubo “una tendencia de repunte en la fotografía del balotaje”, y pensaban que la proyección “se iba a mantener”. “Pero tampoco hay que ser tan negativo, esto no es una cuestión de buscar culpables, sino que simplemente es una sociedad que toma una decisión por un modelo u otro. Acá no hay una grieta, no hay una división de país”, sostuvo.

Consultado sobre las razones de la derrota, dijo que la sociedad uruguaya tiene un comportamiento electoral “pendular, que es cambiante elección tras elección”, y es una democracia “plena”, por lo tanto, “es lógico que suceda” la alternancia en el poder. “No creo que haya una causa. Uno siempre se pone a pensar qué podría haber hecho mejor, pero yo no voy a dejar de defender a este gobierno”, sostuvo.

Además, dijo que “es muy pronto” para analizar si uno de los errores pudo haber sido la conformación de la fórmula con Valeria Ripoll. “Eso es un detalle que lo tienen que analizar más los politólogos que nosotros, los políticos, porque puede tener una base científica por el estudio del comportamiento del electorado, si molestó o no en su momento, pero no puntualizaría por ese lugar”, subrayó.

“Vine a dar un abrazo, en las buenas y en las malas”, dijo el expresidente blanco Luis Alberto Lacalle Herrera, que no quiso dar declaraciones luego de conocida la derrota. Consultado sobre por qué perdió la coalición, dijo que puede “escribir un libro” sobre eso, pero que prefería dejar que hable Delgado.

Delgado: “Lo que estábamos dispuestos a ofrecer estamos dispuestos a dar”

Antes de que hablara Orsi en su sede, Delgado se subió al escenario montado sobre Bulevar Artigas, con su familia y varios dirigentes blancos y de la coalición. De los excandidatos del oficialismo, el colorado Andrés Ojeda, el del Partido Independiente, Pablo Mieres, y Eduardo Lust, del Partido Constitucional Ambientalista (PCA), se colocaron juntos, a la izquierda de la familia de Delgado; en cambio, el senador Guido Manini Ríos, líder de Cabildo Abierto (CA), se ubicó a la derecha de Delgado y más alejado del nacionalista.

“Quizá es uno de los discursos más difíciles que voy a tener que hacer en mi vida, pero en la vida política siempre pasa, uno tiene que respetar por sobre todas las cosas la decisión soberana”, fueron las primeras palabras de Delgado, que se mezclaron con las bocinas de los autos de simpatizantes del FA que andaban a puro festejo por Bulevar Artigas.

Delgado dijo que, como señaló antes, iba a usar la bandera de Uruguay –que la tomó– y no “era simplemente para la elección”, sino porque cree que “en Uruguay nació un nuevo tiempo, donde nadie tiene mayoría”. “Pero hoy los uruguayos definieron quién va a ejercer la presidencia, y quiero mandar desde aquí, con toda esta coalición de gobierno, un fuerte abrazo y un saludo para Yamandú Orsi y el FA”, dijo.

El candidato nacionalista subrayó que siempre dijo que el camino que elegían para ganar era el que los “convalidaba después para ir a buscar los acuerdos”, y actuaron “en consecuencia”, por eso, hoy, “sin complejo de culpa, con tristeza, claro que sí, pero sin complejo de culpa”, puede felicitar al que ganó.

“Las elecciones se ganan y se pierden. Una cosa es perder las elecciones y otra es ser derrotados: nosotros no estamos derrotados, acá hay una coalición, esta Coalición Republicana que la integran cinco partidos, a los cuales quiero agradecer, a sus candidatos, a sus senadores, a sus ministros, a todos los que están hoy acá, haber puesto el amor, el compromiso, la fuerza y las ganas en esta campaña”, señaló.

Después dijo que si le tocaba ser presidente de la República iba a ser “no de mayorías sino de acuerdos”, por lo tanto, subrayó que sigue pensando lo mismo. “Desde otro lugar, pero lo que estábamos dispuestos a ofrecer quiero que sepan que estamos dispuestos a dar, en una actitud muy republicana, para que el país tenga la tranquilidad siempre de que podemos pensar con luces largas en función de la gente”, finalizó.

En medio del discurso, con lágrimas en los ojos, Delgado le agradeció a su familia y se abrazó con sus hijas, que lloraron junto a él.

Luego del discurso de Delgado el cielo también empezó a lagrimear y llovió por un buen rato. Algunos senadores blancos, como Javier García, Martín Lema y Jorge Gandini, se retiraron sin dar declaraciones. En cambio, la vicepresidenta Beatriz Argimón sí habló con la prensa antes de irse, aunque brevemente. “Cuando habla la ciudadanía, uno tiene que respetar, y luego hacer nuestro propio balance. Así que, nada, felicitar a la fórmula del FA, que resultó elegida por las urnas. Y, por supuesto, como dijeron Delgado y el resto de los miembros de la coalición: allí estaremos para, como corresponde, en los momentos en que el país precise que estemos nosotros, estar”, señaló.

Por último, consultada sobre si había alguna autocrítica para hacer, dijo que siempre deja “pasar un poco las horas para hacerla”, porque es lo “sabio”. Mientras Argimón se retiraba de la sede, las bocinas de los autos con banderas del FA seguían sonando por Bulevar Artigas.

Manini: “Seguiremos en la coalición en la medida en que tengamos visiones comunes”

Los dichos de Manini Ríos habían generado incertidumbre desde que declaró que la coalición “no tenía sentido” en caso de ser oposición. Una vez conocidos los resultados en el comando, todas las miradas buscaban dirigentes cabildantes pero demoraban en llegar. Finalmente, fue la excandidata a la vicepresidencia, Lorena Quintana, la primera que se hizo presente en el lugar. Consultada por la diaria sobre si el partido seguiría integrando la coalición, fue tajante al expresar: “Somos coalicionistas, estamos en la coalición”.

Minutos más tarde, el propio Manini subrayó que seguirán en la coalición en la medida en que tengan “visiones comunes”. “No hay que analizar si va a seguir funcionando o no, cada partido tiene su propia identidad, Cabildo tiene su identidad y va a actuar en función de eso”, agregó. Por último, dejó claro que “habrá temas en los que Cabildo actuará con independencia, como ha actuado desde el primer día”.

Más allá de eso, volvió a repetir que “no tiene sentido una coalición que actúa para oponerse a algo”, y reafirmó que “cada uno tiene su propia visión de los distintos temas”. “Las banderas de Cabildo las vamos a defender siempre en cualquier circunstancia; lo que no tiene sentido es ser oposición por poner un palo en la rueda en sí”, enfatizó.

Por último, sobre el porqué de la derrota, Manini detalló que entiende que tiene que ver con “distintas causas”. Entre ellas, reconoció la “debilidad electoral que tuvo CA”, que perdió muchos votos, y que muchos de ellos fueron al FA en esta elección. Agregó que su partido tiene “pendiente la crítica interna”, que tendrá lugar los “próximos meses”.

Bordaberry: “Mañana empezamos a volver, es lo que tenemos que hacer”

El Partido Colorado (PC), golpeado durante las últimas décadas, encontró en la figura de Andrés Ojeda una luz de esperanza. A su vez, la vuelta de su último gran referente, Pedro Bordaberry, encauzó un camino que, si bien no terminó con la entrada en el balotaje, generó una interesante movilización a la interna del partido.

En este último tramo de la elección, partiendo del concepto de “espalda con espalda” impulsado por Ojeda, la fuerza política se ilusionaba con ocupar en un eventual gobierno de Delgado algunos cargos de relevancia como el Ministerio del Interior. Sin embargo, el baldazo de agua fría que representaron los primeros datos hizo que todo eso quedara en anécdota.

En ese contexto, Bordaberry consideró que, como en el deporte, en la política “se gana y se pierde”. “Mañana empezamos a volver, es lo que tenemos que hacer”, remarcó. En tanto, Ojeda, quien se definió desde el primer momento como un “coalicionista”, expresó que el mensaje más “potente” de la jornada fue que la coalición “llegó para quedarse”. “Eso lo hablamos oficialmente los cinco arriba antes de salir; la coalición es un hecho consolidado, el mensaje de la gente es potente, todos juntos”, evaluó.