El expresidente José Mujica llegó a las 7.50 a la escuela 149, ubicada en Carlos María Ramírez y Turquía, próxima a la terminal de ómnibus del Cerro. Como el circuito 2030 permanecía cerrado, le alcanzaron una silla y se sentó a esperar. “La vida es hermosa, hay que vivirla a tope. Vale la pena cuidarla porque el único milagro que hay es haber nacido. Como es algo cotidiano no se le da valor. Venimos de la nada y vamos a la nada”, dijo al cúmulo de periodistas que lo rodeaba.

Luego, Mujica puso el sobre en la urna con tranquilidad. “Uruguay se ha ganado el reconocimiento de ser estable, no es poca cosa, hay que ser conscientes de que costó muchísimo”, sentenció.

Afuera había muchas personas con banderas del Frente Amplio. Una madre y su hija lloraban de emoción mientras esperaban al que, para ellas, era “el mejor de todos”. Otra mujer quiso llegar al salón mientras pedía permiso, al grito de “los periodistas son importantes, pero el pueblo también quiere saludarlo”.

Sin embargo, no todos estaban emocionados con la presencia de Mujica. Una vecina que esperaba su turno en la fila, muy molesta, cuestionó el alboroto que había en el circuito: “Acá lo importante es el voto, no importa de quién sea, todos valen uno y somos varios esperando”.

Mujica se sentó en una silla que le colocó su equipo de trabajo al lado del auto y respondió las preguntas de la prensa.

“Me interesa la suerte de los jóvenes”

En la misma escuela, Mujica había dicho en octubre: “Capaz que es mi último voto”. Sus declaraciones fueron en el mismo sentido que hace cuatro semanas: “Mi futuro más próximo es el cementerio, pero me interesa la suerte de los jóvenes porque cuando tengan mi edad van a vivir un mundo muy distinto. Se viene la sociedad de la inteligencia y tenemos que esforzarnos para que nuestros nietos estén a la altura de lo que se nos viene encima”.

Los gritos aumentaron cuando se terminó la rueda de prensa. Saludos, agradecimientos, banderas, bocinas y emoción. La jornada democrática despertó antes que el sol enviara sus primeros rayos potentes de la mañana. Mujica se fue a la chacra, donde pasó el resto del domingo a la espera de los resultados.