Con la reciente definición del Partido Socialista (PS) de liderar un sublema con algunos sectores del paraguas Izquierda y Libertad se terminó de delinear el escenario de acuerdos electorales en el Frente Amplio (FA), que quedó repartido en tres grandes sublemas: además del ya mencionado, el del Movimiento de Participación Popular (MPP), Seregnistas, la Vertiente Artiguista y otros y el que encabeza el Partido Comunista del Uruguay (PCU) junto con La Amplia, Casa Grande y otras agrupaciones: Unidad para la Esperanza.
El sublema que lidera el MPP, que aspira a ser el que alcance la mayor cantidad de escaños de la bancada frenteamplista, es de tipo electoral y no implica acuerdos programáticos, explicó en diálogo con la diaria el senador Alejandro Sánchez, también jefe de campaña del candidato a la presidencia, Yamandú Orsi. Si bien los sectores que lo componen tienen en común que apoyaron la precandidatura del exintendente de Canelones en las internas, Sánchez prefiere no hablar de sublema “orsista” y niega que la intención detrás de este acuerdo sea garantizar la gobernabilidad de Orsi en un eventual gobierno del FA desde 2025, como han planteado algunos analistas y fuentes partidarias.
En este bloque, varios sectores se plegarán con lista propia al Senado, como la lista 95, del senador Mario Bergara, y la Vertiente Artiguista, que irá junto a El Abrazo y PAR, con Cristina Lustemberg en primer lugar. Recientemente también se incorporó Plataforma, el grupo que lidera el exdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto Álvaro García.
“En el Parlamento las bancadas van a tener su funcionamiento; la creación de nuestro sublema no es la creación de un espacio de coordinación política”, acotó Sánchez, y con relación a la cuestión de la gobernabilidad de Orsi consideró que “va a ser una condición importante del conjunto de los sectores del FA. No me imagino a los compañeros que han conformado sublemas junto con los compañeros del Partido Comunista como aquellos grupos que pudieran generar dificultades a la gobernabilidad, sino todo lo contrario”.
En la edición de Ciclo del jueves, los politólogos Daniel Chasquetti y Adolfo Garcé analizaron la conformación de estos tres sublemas. Garcé recordó que en el gobierno de José Mujica (2010-2015) la sintonía parlamentaria del MPP y el entonces Frente Liber Seregni (FLS) “le aseguró la gobernabilidad” a Mujica, con lo cual no llama la atención este nuevo acuerdo, pero sí consideró que hay una “reconfiguración” en cuanto a “la bipolaridad del FA: antes era el polo de los moderados y del otro lado el MPP, ahora es MPP-seregnismo versus comunistas y socialistas”.
En tanto, Chasquetti analizó que con este acuerdo se termina de consolidar una tendencia a la moderación del MPP, que comenzó en el 94, “cuando ingresan los miembros del MLN; creo que ahí ellos encuentran el camino para el crecimiento electoral, que termina con el triunfo de Mujica de 2009”, rememoró.
Consultado sobre estas interpretaciones, Sánchez dijo que en el MPP se sienten “muy cómodos; no sentimos que nos hayamos transformado”. “El MPP sigue siendo una de las patas dentro del FA que tiene que ver con una mirada nacional y popular y una sensibilidad muy particular hacia los sectores que están en situación de precariedad y nosotros mantenemos esa política y la hemos defendido. Lo que pasa es que las consignas y las propuestas cambian en función de los contextos históricos y probablemente algunas propuestas que previo a 2005 se podían enarbolar hoy no se colocan de la misma manera”, reflexionó.
Por otra parte, en cuanto a si el acuerdo con el seregnismo nace de una afinidad histórica o ideológica, el senador respondió que un objetivo central es “maximizar” la capacidad de los sectores de captar votos mediante la confluencia en un sublema, y que partiendo de esa base se dio de forma “natural” que hubiera conversaciones entre “las listas y sectores que estaban apoyando la candidatura de Orsi en las internas”. “Yo no diría que hay una afinidad. Diría que lo que nos une, en todo caso, es un sentido de responsabilidad, que no es excluyente con otros compañeros”, analizó Sánchez.
El senador agregó que “si uno ve el posicionamiento y la construcción histórica de la 95, que viene del FLS, nosotros no tenemos cercanía ideológica con ellos, hemos tenido discusiones en el momento y hemos tenido acuerdos. Lo único que nos ha juntado más es el sentido de responsabilidad y la necesidad de generar acuerdos, pero no hay un posicionamiento ideológico común”, profundizó.
El sublema del PCU: unidad en torno a Cosse y diferencias sobre el plebiscito
El sublema Unidad para la Esperanza, que encabeza el PCU, incluye a La Amplia, Casa Grande, Espacio Socialdemócrata Amplio, lista 2040, lista 1303, Sumemos, Frente Izquierda de Liberación, Identidades, lista 810, Encuentro 18 de Agosto, Partido Obrero Revolucionario, Movimiento de Integración Frenteamplista, Congreso del Pueblo y Corriente de Izquierda. Uno de los elementos que tienen en común todos estos espacios es que apoyaron a Carolina Cosse en la interna, y ese fue el puntapié para su creación, afirmó en diálogo con la diaria Daniel Diverio, integrante del Comité Central del PCU.
“En ese camino de la campaña detrás de la precandidatura de Carolina fuimos encontrando coincidencias que permitieron después desarrollar un acuerdo para presentar el sublema técnico”, apuntó Diverio. Consultado sobre si este acuerdo puede ser el puntapié de un espacio de corte programático y no sólo electoral, Diverio afirmó que es positivo “que haya espacios donde intercambiar sobre algunos ejes programáticos, sobre los que podés construir y poner énfasis; para eso son buenos los acuerdos, más allá de lo técnico, para ayudar a trabajar en esas líneas”.
Si bien reconoció que “el sublema ayuda a mejorar la representación en el Parlamento” y ese es un objetivo detrás de su conformación, el dirigente planteó que “el objetivo es que a partir de esto haya un proceso de acumulación de fuerzas y de mayor presencia en la vida política y social del país”, que, en el camino, “puede ayudar a traccionar para tener las mayorías parlamentarias”.
Algo que, en cambio, distingue entre sí a los sectores que integran el sublema, es el posicionamiento sobre el plebiscito de la seguridad social para dar marcha atrás a algunos componentes de la reforma jubilatoria de este gobierno. Al respecto, Diverio –que, además, es secretario general del Sunca– sostuvo que los sectores pueden actuar en el marco de la libertad de acción que resolvió el FA, y que mientras “el PCU va a ensobrar, otros sectores dentro del sublema tienen su decisión de no ensobrar ni acompañar el plebiscito”, así como Cosse –cuya candidatura el PCU impulsaba en la interna– “no va a acompañar”.
“Hay una diversidad de opiniones en ese tema que nosotros estamos manejando con mucha responsabilidad y altura”, consideró Diverio, y negó que pueda significar un problema a la interna del sublema.
Izquierda y Libertad: “Ni los de Carolina ni los de Yamandú”
El tercer sublema, y más reciente en el tiempo en cuanto a su confirmación, es el que encabeza el PS e integran otras agrupaciones del paraguas Izquierda y Libertad –sin nombre definido aún–, como el Partido por la Victoria del Pueblo y el Movimiento Cambio Frenteamplista (lista 5005). Estas agrupaciones apoyan, unánimemente, el plebiscito de la seguridad social, y si bien en su mayoría apoyaron a Cosse en la interna, no es el caso de todas: Izquierda en Marcha, por ejemplo, apoyó la precandidatura de Orsi, mientras que se plegaron al bloque algunas departamentales de la Liga Federal, que acompañaron al intendente de Salto, Andrés Lima.
En diálogo con la diaria, el diputado Gonzalo Civila sostuvo que el origen de este sublema es resultado de un proceso que lleva ya varios años y que tuvo como mojón la conformación de Izquierda y Libertad. “Nosotros venimos construyendo una corriente de ideas que abreva por un lado la tradición socialista, pero también la mirada libertaria que representan otros de los sectores que están allí integrados: feministas, ecologistas. En definitiva, una visión de transformación profunda de la sociedad y con un énfasis muy fuerte en la libertad como un valor central para la izquierda”.
En cuanto a lo coyuntural, Civila destacó la coincidencia respecto del plebiscito que impulsa el PIT-CNT y una “mirada compartida de que no es bueno abonar en el Frente una lógica bipolar”. “Nos importa mucho pluralizar las expresiones, que los acuerdos electorales presenten acuerdos de ideas”, afirmó el dirigente socialista. En ese sentido, agregó que, “si bien esto puede resultar poco cómodo como decisión, porque siempre es más fácil en primera instancia recostarse en espacios grandes, creemos nosotros que hay que hacer algún movimiento para evitar que se consolide esa idea de los dos polos, de los dos bloques”, si bien aclaró que “no es necesariamente la intención de los promotores de los sublemas”.
Por otra parte, en cuanto a lo que distingue este sublema de los otros dos, Civila planteó: “La interna del FA ya se terminó; nosotros no somos ni los de Carolina ni los de Yamandú, somos los del Frente, los de Yamandú y Carolina como fórmula”, resaltó. En esa línea, consideró que esto puede ser “un valor agregado” del sublema porque “habla de un puente de la conversación, de un diálogo que le hace bien al conjunto del Frente”.