Líber Talco | Me pongo loco!!! Primero los economistas que le dan pa atrás al plebiscito, ahora aparece un “compañero” que ayuda a los blancos a aceptar a la vice que eligió Delgado. ¿No se da cuenta de que así le da pa adelante en la interna de ellos? No entiendo nada.

Tauro_Virgo | Si era la peor dirigente de Adeom, entonces hay que pensar que se adaptaba peor a lo que pedía Adeom, pero Adeom es el peor sindicato y entonces era la mejor dirigente!!! Falacia ad mabelolom, políticos ignorantes!!

Tertuliano de antes | Me da la impresión de que de todos los disparates que se están diciendo en esta campaña, este es el peor. Creo que hay que hacer un llamado a la calma, porque las elecciones no nos pueden llevar a insultar de esa manera a los rivales políticos. Además, yo creo que los faloperos no pueden opinar de temas importantes.

Meche Arocenisteguisalaberry | A mí no me gusta la señora Ripoll, no sé, hay algo que no me cierra. Pero la cuestión es que, tanto ella como Graciela Bianchi, conocen por dentro el Comunismo ya que participaron de la fundación del Frente y viajaron a la URSS para ver cómo era el tema de la colectivización de la tierra y el stajanovismo. Eso es lo importante... que los conocen. Lo de que usa un color de pelo que no es el tono que se usa en esta temporada (más bien pasteles o cobre) es lo de menos.

Comité_Yafuetodo | Es una pelea menor la que está dando el compañero, pero sabés qué, pueblo? Prefiero dar estas batallas que ponen sustancia que ver a Ojeda y otros candidatos que solamente se pavonean y hablan de sí mismos. En el fondo reflejan un gran vacío político. Como nunca se pronuncian por nada decisivo, sólo cabe esperar de ellos una retoque cosmético del mismo establishment. Nosotros, en cambio, promovimos a Orsi, que nada que ver.

Juan Vergader | Lo que faltaba. En el país de los debates entre grandes intelectuales, bancarse una pelea entre Ripoll y Di Candia? Una diva wannabe y arribista que usó lo municipal para mostrar su pelo con claritos porque nunca tuvo votos propios y necesitó promover su kiosquito político personal. Y Valeria Ripoll, que tampoco es trigo limpio.